Normalmente, cuando se ha diagnosticado una infección por VIH, para evaluar el sistema inmunitario; ocasionalmente también se determina en otras circunstancias (refiéras preguntas comunes).
CD4 y CD8
Si se ha diagnosticado recientemente una infección por VIH, para conocer el estado basal (en el momento del diagnóstico) del sistema inmunitario; entre 2 y 8 semanas después de empezar el tratamiento anti-VIH y después cada tres o cuatro meses si se continúa bajo tratamiento.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
Si se ha diagnosticado recientemente una infección por VIH, el recuento de CD4, el porcentaje de CD4 y/o el cociente CD4/CD8 ayudan a evaluar y a controlar la progresión de la infección y de la enfermedad.
Las células CD4 constituyen la principal diana del VIH, de manera que el número de CD4 disminuye a medida que la enfermedad progresa. Debido a que los linfocitos CD4 se destruyen más rápidamente que otros tipos de linfocitos y debido a que el recuento absoluto puede variar de un día a otro, suele ser útil comparar el número de células CD4 con el de otros linfocitos. A veces se compara el número de linfocitos CD4 respecto al de linfocitos totales, expresándose el resultado como porcentaje; también se puede comparar los linfocitos CD4 y CD8, expresándose el resultado como un cociente CD4/CD8.
Los resultados pueden informar al médico acerca del estado y la fortaleza del sistema inmunitario, y pueden ayudar a predecir el riesgo de complicaciones y de adquirir otras infecciones. Estas pruebas resultan mucho más útiles si se pueden comparar con otros resultados previos. Se utilizan en combinación con la determinación de la carga viral (VIH carga viral), que mide la concentración de VIH en la sangre, para determinar la progresión y el pronóstico de la enfermedad así como para monitorizar la eficacia del tratamiento.
A veces, estas pruebas también son útiles para diagnosticar o monitorizar otras situaciones como linfomas, transplantes de órganos y el síndrome de DiGeorge.
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¿Cuándo se solicita?
Estas pruebas se solicitan junto con la carga viral cuando una persona es diagnosticada de una infección por VIH, para así conocer el estado basal del sistema inmune en el momento del diagnóstico. Las pruebas suelen repetirse entre dos a ocho semanas después de empezar o de cambiar el tratamiento anti-VIH. Si el tratamiento se mantiene, deben realizarse nuevamente cada 3 ó 4 meses.
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¿Qué significa el resultado?
El recuento de linfocitos CD4 puede interpretarse en valor absoluto, como porcentaje respecto al total de linfocitos o como cociente respecto a los linfocitos CD8. En esta sección, se hablará de recuento o número de CD4 para referirse a cualquiera de estas tres maneras de expresar el resultado. Normalmente, el número de CD4 disminuye a medida que progresan la infección y la enfermedad por VIH. El recuento de CD4 puede variar respecto al anterior recuento a pesar de que el estado de salud del individuo no se haya modificado. Por este motivo, el médico considerará varios resultados del recuento de CD4 en lugar de limitarse a interpretar un único resultado; además, interpretará el patrón que siguen los recuentos de CD4 a lo largo del tiempo.
Si el número de CD4 disminuye durante varios meses, el médico probablemente cambiará el tratamiento anti-VIH y/o empezará algún tratamiento preventivo de las infecciones oportunistas, como la neumonía por Pneumocystis carinii (PCP) o la infección por Mycobacterim avium. Las células CD4 deberían de aumentar o estabilizarse si se ha producido una respuesta a una terapia combinada anti-VIH.
Según las directrices de salud pública, la terapia preventiva debería iniciarse en toda persona VIH positiva con un recuento de CD4 por debajo de 200 células por milímetro cúbico (mm3) de sangre, aunque no presente todavía síntomas. Algunos médicos optan por empezar el tratamiento antes, cuando el recuento está alrededor de 350 células/mm3. Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) consideran que una persona infectada por VIH tiene SIDA cuando su recuento de CD4 está por debajo de 200 células/mm3, independientemente de si presenta síntomas o no.
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¿Hay algo más que debería saber?
El recuento de CD4 tiende a estar más bajo por la mañana y más elevado al atardecer. Algunas enfermedades agudas como neumonía, gripe o la infección por el virus del herpes simple pueden producir un descenso temporal del recuento de CD4. La quimioterapia contra el cáncer puede hacer disminuir de manera drástica el recuento de CD4.
El recuento de CD4 no es siempre un reflejo del estado del individuo infectado por el VIH. Por ejemplo, puede haber personas con recuentos altos que se encuentran mal y presentan frecuentes complicaciones y personas con recuentos bajos que tienen pocas complicaciones médicas y que se sienten bien.
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¿Cómo se diagnostica una infección por VIH?
Normalmente, para el diagnóstico de la infección se utiliza una prueba de anticuerpos frente al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH anticuerpos), en las 2-8 semanas posteriores a la exposición al virus. Si esta prueba de cribado es positiva, debe confirmarse el resultado con otro método, por ejemplo un Western blot u otra prueba que permita discriminar entre VIH-1 y VIH-2.
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¿Cuáles son las infecciones oportunistas que se pueden contraer si se está infectado por VIH?
Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) consideran 26 infecciones oportunistas en la definición de SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Si desea consultar la lista, acceda a este enlace.
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¿Cuáles son las opciones terapéuticas si el número de CD4 alcanza cifras muy bajas?
El médico planteará a la persona afectada las distintas alternativas terapéuticas, comentando cuales pueden funcionar mejor. Si desea obtener información más detallada acerca de las distintas opciones terapéuticas, acceda a este enlace.
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¿Se utiliza el recuento de CD4 en otras situaciones distintas de la infección por VIH?
Sí. Puede solicitarse en transplantes de órganos para evaluar el efecto de los tratamientos inmunosupresores. En los transplantes, es necesario suprimir el sistema inmune para que éste no ataque al órgano transplantado y ocasione un rechazo. En estas situaciones, interesa tener un número de CD4 bajo; este bajo recuento está indicando que el fármaco funciona. Puede solicitarse periódicamente el recuento de CD4 para monitorizar la eficacia del tratamiento.
La evaluación de los linfocitos CD4 y CD8 es útil a la hora de clasificar los linfomas. De manera característica, se estudian otros marcadores de superficie además de CD4 y CD8. Así, se puede conocer si el linfoma es debido a proliferación de células B o de células T, y el tipo específico de las células que proliferan. Esta información resulta útil de cara a establecer una terapia adecuada.
Por otra parte, estas pruebas son útiles para diagnosticar el síndrome de DiGeorge, un trastorno congénito raro caracterizado, entre otras cosas, por presentar un número bajo de células T en la sangre. Si desea más información acerca de este síndrome, acceda a este enlace.