27/01/2025
En un reciente estudio realizado por el Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y la Unidad de Ictus del Hospital de Sant Pau, publicado en la revista Journal of Lipid Research, se destaca la importancia de las propiedades cualitativas de las lipoproteínas, como el colesterol HDL y las partículas LDL, para determinar un papel crucial en el riesgo y la progresión de las enfermedades cardiovasculares como el ictus isquémico. El ictus isquémico es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial y está estrechamente relacionado con la ateroesclerosis de la arteria carótida.
La doctora Sonia Benítez del grupo de Bioquímica Cardiovascular ha liderado la investigación y considera que no es suficiente medir las concentraciones de colesterol para evaluar el riesgo cardiovascular. Sin embargo, las características como el aumento de carga eléctrica negativa en LDL y HDL podrían ser determinantes en la aparición de estas patologías.
En el estudio se analizaron las muestras de 64 pacientes con ateroesclerosis y 27 personas sanas, observando alteraciones cualitativas en las lipoproteínas después de tener un ictus. Dichas alteraciones incluyen un aumento de los lípidos proinflamatorios en LDL y una reducción de las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias en HDL por los cambios que se producen en su composición proteica.
Este importante hallazgo supone un cambio de paradigma en la gestión clínica del ictus isquémico. No parece adecuado enfocarse únicamente en reducir los valores de colesterol, por ello, los investigadores proponen incorporar el análisis de las propiedades cualitativas de las lipoproteínas para prevenir y tratar estas patologías de forma más efectiva.
Bibliografía