30.11.2019
En el año 1988 se estableció el 1 de diciembre como Día Mundial del Sida. Esta fue la primera vez que se dedicaba un día especial a un problema de salud en todo el mundo. El objetivo de esta conmemoración era y es apoyar a las personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y recordar a aquellas que fallecieron por enfermedades relacionadas con el sida.
Desde su creación, las agencias de las Naciones Unidas, los gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para hacer frente a determinadas áreas relacionadas con el VIH. Durante este día se llevan cabo en todo el mundo actividades de concienciación y muchas personas llevan y comparten imágenes de un lazo rojo como símbolo de solidaridad.
Cada año, el Día Mundial del Sida gira en torno a un tema diferente y el lema de este año 2019 es “Las comunidades marcan la diferencia”, en reconocimiento al papel fundamental que las comunidades han desempeñado y desempeñan en la lucha contra el sida. En estas comunidades se integran aquellas personas que prestan servicios, defienden los derechos y apoyan a sus iguales, las personas que viven con el VIH, las que son del alto riesgo de contraerlo (gais y otros hombres que tienen relaciones con hombres, personas que se inyectan drogas, trabajadores sexuales, prisioneros, etc.), organizaciones de la sociedad civil y activistas populares. La movilización de las comunidades es crucial para que el sida siga estando presente en la agenda política y se respeten los derechos humanos de los afectados, especialmente en la actual situación de reducida financiación.
La mortalidad asociada a la infección por VIH ha descendido notablemente debido al desarrollo de tratamientos efectivos que permiten a las personas afectadas vivir mucho tiempo con el VIH. Los fármacos antirretrovirales permiten mantener controlado al virus y prevenir la trasmisión y, gracias a ellos, las personas afectadas por el VIH y las que corren riesgo de contagio pueden llevar una vida larga y saludable. Además, el desarrollo y puesta en marcha de programas nacionales de lucha contra el VIH ha contribuido enormemente a reducir del número de nuevas infecciones; la cifra de nuevas infecciones cayó un 39% entre los años 2000 y 2016, según datos de la OMS.
Aún así , el sida sigue siendo uno de los mayores problemas de salud pública mundial y aún queda mucho por hacer. El Día Mundial del Sida sigue siendo importante para recordar a la sociedad y a los gobiernos que el VIH no ha desaparecido. Hay que seguir trabajando para conseguir mejores tratamientos correctivos y preventivos, para poner fin al estigma y la discriminación y para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH. Y la movilización de las comunidades sigue siendo fundamental para lograr estos objetivos.
Bibliografía
ONUSIDA. Las comunidades marcan la diferencia. Disponible online en https://www.unaids.org/es/resources/campaigns/WAD_2019. Accedido el 22 de noviembre de 2019.
Organización Mundial de la Salud (ONU). VIH/Sida. Disponible online en https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hiv-aids. Accedido en noviembre de 2019.