18/04/2020
En pacientes con enfermedades autoinmunes se han encontrado patrones únicos en la microbiota, que afectan con su metabolismo a la respuesta inmune.
Los estudios de dichos patrones son altamente complicados ya que existen factores externos que pueden variar e interferir; por ejemplo, diferencias en la ingesta, los tratamientos terapéuticos recibidos o factores ambientales. Igualmente, cómo punto en común, las patologías autoinmunes tienden a compartir predisposición a la deficiencia en Vitamina D.
La vitamina D actúa en el metabolismo del calcio y crecimiento óseo, y también tiene propiedades antiinflamatorias, ya que tiene efectos reguladores en el sistema inmune, Estos efectos terapéuticos se aplican en algunas enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o la colitis ulcerosa.
En ese sentido, se sugiere que la alteración de la flora intestinal y la proliferación de unos u otros organismos intervienen directamente en los estados inflamatorios, activando o inhibiendo respuestas inmunes.
Para obtener resultados concluyentes y obtener más datos sobre la relación entre la vitamina D y la respuesta del sistema inmune, será necesario seguir realizando estudios sobre las propiedades de esta vitamina y cómo actúa en el organismo. Hasta el momento, los estudios muestran que la deficiencia de vitamina D puede afectar a la composición del microbioma, y esta alteración bacteriana actuaría sobre la integridad del epitelio intestinal (que funciona como barrera física y funcional), favoreciendo que unas u otras bacterias interactúen con el huésped. Esto puede estimular o inhibir las respuestas inmunes. Además, la Vitamina D actúa directamente sobre las células inmunes, promoviendo el estado inflamatorio y actuando en el equilibrio entre actividad proinflamatoria y antiinflamatoria.
Bibliografía
Frontiers in Immunology (acceso el 18 de abril de 2020)