07/06/2017
España no dispone de la mejor sanidad del mundo ni tampoco funciona tan mal como muchos de nosotros habremos oído: Podemos estar orgullosos de ostentar la octava posición en el ranking mundial como sistema sanitario en el que participan 195 países que encabezan Andorra, Islandia y Suiza. Esto implica que su situación es mejor que la de países tan relevantes como EEUU, Canadá o el Reino Unido.
The Lancet otorga 90 de un máximo de 100 puntos. Según este informe se han ganado casi 16 puntos en calidad en los últimos 25 años, superando a muchos países como Italia, Francia o Alemania. Se sitúa a igualdad de puntos que Australia, Finlandia, Suecia, Noruega y Países Bajos.
España obtiene 100 puntos, el máximo posible, en temas como el tratamiento de la difteria, tétanos y sarampión y 99 en el abordaje de la maternidad y las enfermedades respiratorias. En cambio, obtiene puntaciones bastante más bajas en relación al tratamiento del linfoma, la leucemia o el cáncer de piel, entre otros.
Lamentablemente, este estudio evidencia que no ha dejado de ampliarse la brecha con los países en desarrollo. Las diferencias son especialmente significativas en algunas zonas de Asia o África subsahariana.
Sorprendentemente, según el principal autor de este estudio Christopher Murray, director del Instituto para la Medición y Evaluación Sanitaria (IHME), tal y como demuestran estos resultados, disponer de una economía fuerte no garantiza un mejor cuidado de la salud.
Bibliografía