No es SIBO todo lo que reluce: el riesgo del autodiagnóstico en la era de las redes sociales

25/02/2025

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) está ganando atención en el ámbito médico y entre la población general debido a su asociación con síntomas comunes como hinchazón abdominal, gases, diarrea y estreñimiento. Sin embargo, los expertos advierten que no todos los trastornos digestivos se deben a esta condición, ya que existen múltiples causas con manifestaciones similares, como los trastornos del eje cerebro-intestino, entre ellos el síndrome del intestino irritable y la dispepsia funcional.

El SIBO se confirma mediante pruebas especializadas, siendo el test de aliento con glucosa o lactulosa el más utilizado. Este evalúa los valores de hidrógeno y metano en el aire exhalado tras ingerir un sustrato fermentable. Otra opción es realizar el cultivo de aspirado yeyunal que, aunque más preciso, se utiliza con menor frecuencia debido a su carácter invasivo.

Es fundamental realizar un diagnóstico diferencial que descarte otras condiciones con síntomas similares, como intolerancias alimentarias, enfermedad celíaca o disbiosis intestinal generalizada. Además, no todas las pruebas positivas confirman un SIBO clínicamente relevante, por lo que se requiere la interpretación de un especialista para evitar falsos positivos.  

El tratamiento del SIBO combina cambios en el estilo de vida, ajustes dietéticos y terapias farmacológicas. Una dieta baja en FODMAPs (carbohidratos fermentables) puede aliviar síntomas, pero debe ser breve y supervisada para evitar déficits nutricionales. En casos más graves, se emplean antibióticos específicos como rifaximina, a menudo en ciclos cortos para reducir el riesgo de resistencia bacteriana.  

La automedicación con antibióticos, probióticos o dietas restrictivas no solo puede ser ineficaz sino también perjudicial. Una intervención inadecuada podría empeorar la microbiota intestinal o enmascarar condiciones subyacentes, aumentando el riesgo de complicaciones.  

Aunque el SIBO se ha popularizado en redes sociales, su manejo requiere una evaluación médica detallada. La creciente disponibilidad de pruebas y su “viralización” en redes ha aumentado los diagnósticos, pero también el riesgo de sobrediagnóstico y autodiagnóstico. Por ello, los especialistas insisten en la importancia de acudir a profesionales capacitados para un enfoque individualizado y basado en evidencia.  

La clave para un tratamiento exitoso reside en abordar las causas subyacentes, realizar modificaciones dietéticas guiadas y evitar la automedicación. El SIBO no debe ser considerado una "explicación universal" para problemas digestivos, sino una condición que requiere precisión diagnóstica y manejo integral.  

Bibliografía

Alcedo González J, Estremera-Arévalo F, Cobián Malaver J, Santos Vicente J, Alcalá-González LG, Naves J, et al. Preguntas comunes y respuestas razonadas sobre el síndrome del sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO). Gastroenterol Hepatol 2025;48:502216.

Mayo Clinic. Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO): síntomas y causas (acceso el 11 de febrero de 2025). 

Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) & Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (ASENEM). Documento de posicionamiento sobre el SIBO (acceso el 11 de febrero de 2025).