¿En qué consiste?
La galactosa es un monosacárido obtenido a partir de la hidrólisis o rotura de otra molécula compuesta, la lactosa, que se encuentra presente en grandes cantidades en la leche y productos lácteos. Una vez absorbida en el intestino, la galactosa es transportada al hígado, donde se convierte en glucosa mediante una serie de reacciones enzimáticas.
La galactosemia es un trastorno genético del metabolismo de la galactosa que se caracteriza por la incapacidad del organismo para metabolizar adecuadamente este azúcar. Es una enfermedad hereditaria de herencia autosómica recesiva, lo que significa que una persona debe heredar dos copias defectuosas del gen, una de cada progenitor, para presentar la enfermedad.
La acumulación de galactosa y sus metabolitos tóxicos, como la galactosa-1-fosfato y el galactitol, puede causar daño en diversos tejidos si no se detecta y trata rápidamente, lo que resulta en daño hepático, insuficiencia renal, sepsis, edema cerebral, alteraciones neurológicas, retraso en el crecimiento y cataratas, entre otras complicaciones.
Acerca de la galactosemia
Tipos de galactosemia
Existen tres trastornos principales en el metabolismo de la galactosa que causan galactosemia, todos ellos de herencia autosómica recesiva:
- Galactosemia clásica: es la forma más común y grave, causada por la deficiencia de la enzima galactosa-1-fosfato uridiltransferasa (GALT), debida a mutaciones en el gen GALT. Los recién nacidos con galactosemia clásica presentan síntomas graves desde los primeros días de vida. La mutación Q188R es la más frecuente en la población caucásica.
- Deficiencia de galactoquinasa (GALK): es menos frecuente y generalmente más leve, se caracteriza principalmente por el desarrollo de cataratas en la infancia. Las cataratas resultan de la acumulación de galactitol en el cristalino.
- Deficiencia de UDP-galactosa 4-epimerasa (GALE): puede presentarse en formas leves, limitadas a los eritrocitos y leucocitos, o en formas graves con afectación sistémica similar a la galactosemia clásica. Las formas más graves pueden incluir hepatomegalia, retraso en el crecimiento y problemas renales.
Signos y síntomas
El cuadro clínico de la galactosemia clásica se manifiesta poco después del nacimiento e incluye:
- Rechazo de la alimentación.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Ictericia.
- Hepatopatía.
- Cataratas.
- Retraso del desarrollo.
Si no se trata, puede resultar en complicaciones graves como retraso intelectual y fallo ovárico en mujeres.
En las formas más leves (GALK y formas parciales de GALE), las cataratas son el síntoma principal y pueden desarrollarse en la infancia.
Sin embargo, debido a la muy temprana manifestación de los síntomas clínicos, existe controversia sobre la necesidad de realizar este cribado, por lo que muchos países no incluyen la galactosemia en sus programas neonatales, y la prueba es solicitada por el pediatra únicamente cuando un paciente presenta clínica compatible con esta deficiencia.
Pruebas relacionadas
1. Cribado neonatal
El cribado neonatal es un programa de detección temprana que permite identificar trastornos metabólicos en los recién nacidos antes de la aparición de síntomas graves. El proceso para el cribado neonatal de galactosemia es el siguiente:
- Toma de la muestra de sangre: se obtiene una muestra de sangre del talón del recién nacido entre las 48 y 72 horas de vida, esta muestra es común para todas las pruebas que se hacen dentro del cribado neonatal.
- Medición de la actividad enzimática o metabolitos: se mide la actividad GALT o la concentración de galactosa o de galactosa-1-fosfato en sangre impregnada en papel, con el objetivo de determinar la deficiencia de de galactosa-1-P-uridil transferasa (GALT) o, más raramente, de las otras dos enzimas cuya infrecuente deficiencia causa también galactosemia (galactoquinasa y UDP-galactosa 4 epimerasa). Este análisis puede realizarse mediante métodos colorimétricos, fluorimétricos, cromatográficos o de espectrometría de masas en tándem.
- Resultado positivo del cribado neonatal: si el cribado neonatal indica una anomalía, no significa un diagnóstico definitivo, sino una sospecha de galactosemia. Los resultados anormales en el cribado deben ser confirmados mediante pruebas adicionales específicas.
2. Confirmación del diagnóstico después del cribado neonatal positivo
Cuando un recién nacido presenta un cribado neonatal positivo para galactosemia, se procede con pruebas confirmatorias para establecer el diagnóstico definitivo:
- Medición de la actividad enzimática en eritrocitos: se realiza en una muestra de sangre venosa para confirmar la deficiencia de GALT. La actividad enzimática reducida es indicativa de galactosemia clásica.
- Cuantificación de galactosa-1-fosfato en eritrocitos: los valores elevados de galactosa-1-fosfato respaldan el diagnóstico, ya que indican una acumulación del metabolito debido a la deficiencia enzimática.
- Análisis genético: se estudian las mutaciones en el gen GALT para identificar aquellas mutaciones conocidas asociadas a la galactosemia. Esto no solo confirma el diagnóstico, sino que también permite el consejo genético a la familia.
- Evaluación de otros enzimas (GALK y GALE): si la actividad de GALT es normal pero la galactosemia se sospecha por otros motivos, se pueden realizar pruebas adicionales para evaluar la actividad de galactoquinasa (GALK) o UDP-galactosa 4-epimerasa (GALE), lo que ayuda a diferenciar los tipos menos comunes de la enfermedad.
3. Pruebas diagnósticas basadas en signos clínicos
Cuando no hay disponible cribado neonatal de la enfermedad, el diagnóstico del recién nacido que presenta síntomas compatibles con la enfermedad, depende de la sospecha clínica.
En este caso, el proceso diagnóstico se inicia con la realización de una anamnesis familiar y personal con búsqueda de síntomas y signos clínicos. Los signos y síntomas de la galactosemia clásica suelen manifestarse en los primeros días o semanas de vida e incluyen rechazo a la alimentación, vómitos, diarrea, ictericia, letargia, hepatomegalia, cataratas y, en algunos casos, sepsis por Escherichia coli. Las pruebas analíticas orientadas hacia esta sospecha clínica pueden incluir:
- Medición de galactosa en sangre y orina: los valores elevados de galactosa en sangre y la presencia de azúcares reductores en la orina pueden sugerir un defecto en el metabolismo de la galactosa.
- Galactosa-1-fosfato en eritrocitos: la cuantificación de este metabolito en sangre proporciona una indicación directa de acumulación, típica en la galactosemia.
Finalmente se debe demostrar el defecto enzimático de GALT (o de los otros enzimas) midiendo la actividad enzimática de la enzima correspondiente en los eritrocitos. El estudio genético de las mutaciones en el correspondiente gen completa el estudio.
Si un paciente tiene un cuadro clínico sugestivo de galactosemia es importante tener en cuenta que si se le ha retirado la galactosa de la dieta, no detectaremos galactosa en plasma ni en orina, y por lo tanto tampoco será positivo el análisis de cuerpos reductores en orina. También es importante tener en cuenta que si se han realizado transfusiones sanguíneas, las mediciones en los eritrocitos pueden resultar modificadas durante 3-4 meses.
Tratamiento
El tratamiento es fundamentalmente dietético y consiste en una dieta libre de galactosa, sin leche ni productos lácteos, con la que se normalizan los síntomas agudos.
El tratamiento debe instaurarse lo más precozmente posible y mantenerse de por vida. El cumplimiento debe controlarse de forma rigurosa. Para ello es aconsejable valorar periódicamente la galactosa-1-fosfato y/o el galactitol. Estos metabolitos, aunque disminuyen notablemente con la dieta, nunca se normalizan y conviene que su concentración se mantenga lo más baja posible. Una vez instaurado el tratamiento, el cuadro clínico grave revierte, y en muchos casos las cataratas desaparecen. Sin embargo, en la galactosemia clásica, estudios de pacientes tratados muestran que, en cierto número de casos, la dieta exenta de galactosa no es capaz de prevenir totalmente un cierto daño neurológico y que la mayoría de las mujeres afectas presentan fallo ovárico. La aparición de esas patologías a largo plazo parece ser independiente de la precocidad de la instauración del tratamiento.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Noticias:
Inclusión de nuevas enfermedades en los Programas de Cribado Neonatal en España
Asociaciones de pacientes:
Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER)
Asociación Española para el Estudio de los Errores Congénitos del Metabolismo (AECOM)
Asociación Española para la Galactosemia-AEG
En otras webs:
Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC)
Nickclaus Children's Hospital: Galactosemia
Hospital Sant Joan de Déu. Guía metabólica. Galactosemia
Ministerio de Sanidad: Programa de cribado neonatal de enfermedades endocrino-metabólicas