También conocido como: FK506, FK, TAC, TAK
Nombre sistemático: tacrolimus
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para determinar el nivel del fármaco tacrolimus en sangre, de manera que se pueda establecer un régimen terapéutico adecuado, mantener los niveles terapéuticos y detectar los niveles tóxicos.
¿Cuándo hacer el análisis?
Cuando han transcurrido 4-5 dias desde el inicio del tratamiento y cuando se han realizado cambios en la medicación. Inicialmente con más frecuencia, posteriormente a intervalos regulares para monitorizar las concentraciones.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa del brazo.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial. Sin embargo, la muestra debe extraerse antes de la siguiente dosis.
¿Qué es lo que se analiza?
El tacrolimus es un fármaco inmunosupresor que puede administrarse por vía oral o intravenosa a las personas que han recibido un trasplante de riñón, hígado, corazón u otro órgano. Se trata de un fármaco potente que ayuda a prevenir el rechazo del órgano trasplantado. Esta prueba mide la cantidad de tacrolimus en sangre.
Normalmente, el sistema inmunitario de una persona reconoce el órgano trasplantado como algo extraño e intenta eliminarlo. El tacrolimus limita esta respuesta y ayuda a prevenir el rechazo inhibiendo la activación de ciertas células inmunológicas conocidas como linfocitos T.
El nivel de tacrolimus en sangre debe mantenerse dentro de un estrecho rango terapéutico. Si la concentración es demasiado baja, puede haber rechazo y si es demasiado elevada, el individuo puede tener síntomas asociados a la toxicidad.
La dosis debe establecerse para cada persona de manera individualizada. Al inicio del tratamiento suelen administrarse dosis más elevadas, para ir disminuyendo a lo largo de las semanas posteriores.
Habitualmente, el tacrolimus se administra cada 12 o 24 horas, según la forma farmacéutica que se haya prescrito. La administración oral debe realizarse con el estómago vacío, en ayunas, o al menos 2 horas después de haber ingerido comida, y debería esperarse una hora tras la toma de tacrolimus para volver a ingerir alimentos, con objeto de asegurar que la absorción del fármaco es adecuada.
Cuando se ingiere una dosis, la concentración en sangre aumenta, alcanza un máximo (nivel pico) y después desciende lentamente. La prueba en sangre suele realizarse en el momento en que se alcanza el nivel más bajo (nivel valle), lo que significa que la muestra debe extraerse antes de la toma de la siguiente dosis, cuando la concentración en sangre es la mínima.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
La prueba de tacrolimus permite medir la cantidad de fármaco en sangre para determinar si la concentración ha alcanzado el nivel terapéutico y si está por debajo del nivel tóxico. Existen diversas razones por las cuales es importante monitorizar los niveles de tacrolimus:
- No existe una buena correlación entre la dosis de tacrolimus administrada y su concentración en sangre.
- Presenta una variación intra e interindividual, por lo que se tiene que optimizar las concentraciones en sangre para cada persona trasplantada.
- El tacrolimus presenta un rango terapéutico estrecho y cualquier valor de la concentración fuera de dicho rango puede producir el rechazo del órgano.
- La absorción y el metabolismo de tacrolimus administrado por vía oral puede variar en cada persona, dependiendo de los genes que ha heredado. Para obtener más información, consultar el artículo sobre pruebas farmacogenéticas.
- El tacrolimus puede producir daño renal (nefrotoxicidad), especialmente a dosis elevadas. Medir las concentraciones en personas que han recibido un trasplante de riñón puede ser de utilidad para distinguir entre el daño renal debido a un rechazo (la dosis de tacrolimus es demasiado baja) o el daño renal debido a toxicidad por el tacrolimus (la dosis es demasiado elevada).
- El tacrolimus puede incrementar el riesgo de sufrir infecciones bacterianas, víricas, fúngicas o parasitarias graves debido a que disminuye la respuesta del sistema inmunológico del individuo.
¿Cuándo se solicita?
Los niveles de tacrolimus deben vigilarse en el periodo postrasplante. Como el tracolimus tiene un aclaramiento lento, pueden pasar varios días antes de que se reflejen los ajustes de la dosis en sangre. En el periodo postrasplante inmediato, se suelen medir las concentraciones valle dos veces por semana y después, de forma periódica durante la terapia de mantenimiento. La frecuencia de los controles está basada en las necesidades clínicas.
Los signos y síntomas que sugieren toxicidad por tacrolimus varían dependiendo del órgano trasplantado y pueden ser:
- Daño renal (nefrotoxicidad).
- Temblores, dolor de cabeza (neurotoxicidad).
- Hipertensión.
- Náuseas y vómitos.
- Trastornos electrolíticos como hiperpotasemia.
- Pitidos o ruidos intermitentes o persistentes en los oídos (tinnitus).
- Convulsiones.
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Visión borrosa.
La monitorización de tacrolimus es imprescindible mientras se está tomando este fármaco.
¿Qué significa el resultado?
Las concentraciones de fármaco superiores al rango terapéutico establecido pueden incrementar el riesgo de toxicidad, incluyendo daño renal y nervioso. Las concentraciones demasiado bajas pueden favorecer el rechazo del órgano trasplantado. Los efectos secundarios pueden darse con cualquier dosis, aunque son más graves cuando las concentraciones en sangre son elevadas.
El rango terapéutico establecido por el laboratorio dependerá del método utilizado para medir la concentración de fármaco en sangre y del tipo de órgano trasplantado. Los resultados obtenidos por métodos diferentes no son intercambiables. Cada médico suele enviar las muestras a un mismo laboratorio y guiarse por el rango terapéutico establecido en dicho laboratorio.
¿Hay algo más que debería saber?
Existen varios fármacos que pueden hacer aumentar o disminuir los niveles de tacrolimus en sangre. Entre ellos se incluyen bloqueantes de los canales de calcio, fármacos antifúngicos, antibióticos macrólidos (como la eritromicina), inhibidores de proteasas, cloranfenicol, otros inmunosupresores, antiepilépticos y antimicrobianos. Es importante que informe a su médico de toda la medicación que esté tomando, especialmente ciclosporina, sirolimus, nelfinavir, telaprevir, boceprevir y amiodarona. El zumo de pomelo y algunos suplementos como la hierba de San Juan, así como otros fármacos también pueden interaccionar con el tacrolimus.
El tacrolimus también puede utilizarse de forma tópica para el tratamiento de diversos procesos inflamatorios, como el eccema, o en forma de supositorios en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), cuando no responden bien a otros tratamientos. El uso tópico de tacrolimus, al no ser sistémico, no suele monitorizarse.
El uso de tacrolimus aumenta el riesgo de desarrollar procesos como linfoma o cáncer de piel. Por este motivo, debe evitarse la exposición al sol mientras se esté tomando esta medicación. También puede provocar el desarrollo de una diabetes, por lo que el médico deberá controlar los valores de glucosa en sangre. El tacrolimus también puede producir alteraciones del ritmo cardiaco.
Las personas en tratamiento con tacrolimus no deben modificar la dosis ni el momento en que toman el fármaco, sin consultar a su médico. Se debe ser muy cuidadoso con el horario de las comidas, especialmente si son ricas en grasas, ya que pueden reducir significativamente la biodisponibilidad (cantidad de fármaco que llega a la sangre) del fármaco, en comparación a la que se observa en ayunas.
Las embarazadas o las mujeres que están planeando quedarse embarazadas deberían consultar a su médico por los posibles riesgos asociados.
¿Durante cuánto tiempo se debe tomar tacrolimus?
Las personas que han sido sometidas a un trasplante deberán tomar tacrolimus u otro inmunosupresor (o una combinación de fármacos) durante toda la vida. Consulte con su médico la mejor opción para su caso particular. La medicación elegida puede variar a lo largo del tiempo.
¿Quién solicita la determinación de tacrolimus?
La monitorización de tacrolimus la suele realizar el equipo médico que realizó el trasplante o un médico especializado en la enfermedad para la cual se prescribió el tacrolimus.
¿Se debería comunicar a otros médicos que se está tomando tacrolimus?
Sí, es importante que los médicos tengan esta información debido a las múltiples interacciones de este fármaco y también debido a su efecto inmunosupresor. El tratamiento con tacrolimus puede repercutir sobre la capacidad de cicatrización de heridas, reducir la respuesta frente a las vacunas y aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer (como cáncer de piel).
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Monitorización de fármacos e intoxicaciones
En otras webs:
Asociación Española de Pediatría (AEP): Tacrolimus
Agencia Española del Medicamento (AEMPS): Tacrolimus
Clínica Universidad de Navarra: Tacrolimus (vía tópica)
Organización Nacional de Trasplantes (ONT)
MayoClinic: Tacrolimus (Oral Route)
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).