También conocido como: pH, pO2, pCO2, bicarbonato, HCO3-, saturación de oxígeno (O2)
Nombre sistemático: gasometría
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
- Para evaluar la función pulmonar midiendo el pH sanguíneo, el oxígeno (O2) y el dióxido de carbono (CO2).
- Para monitorizar el tratamiento de las enfermedades pulmonares.
- Para detectar un desequilibrio ácido-base en la sangre, que puede indicar un trastorno respiratorio, metabólico o renal.
- Para evaluar la eficacia de la oxigenoterapia.
¿Cuándo hacer el análisis?
- Cuando se presenta dificultad al respirar o disnea.
- Cuando el ritmo respiratorio está acelerado o disminuido.
- Cuando el paciente está en tratamiento por una enfermedad pulmonar.
- Cuando se sospecha que exista un desequilibrio ácido-base.
- Cuando se quiere monitorizar la eficacia de la oxigenoterapia que se utiliza cuando existe una falta de oxígeno (O2), ya sea su causa aguda o crónica, y durante intervenciones quirúrgicas, para monitorizar los valores de O2 y dióxido de carbono (CO2).
¿Qué muestra se requiere?
Normalmente, la medición se realiza a partir de una muestra de sangre arterial, usualmente de la arteria radial de la zona de la muñeca. Sin embargo, a veces también se realiza a partir de una muestra de sangre venosa y en los bebés puede usarse sangre capilar, obtenida mediante un pinchazo en el talón.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
El paciente no necesita estar en ayunas, ni evitar la ingesta de líquidos. Se deben seguir varias pautas para la extracción:
- Colocar al paciente boca arriba (a fin de asegurar una ventilación pulmonar homogénea) y en caso de respirar de forma autónoma, mantener un reposo mínimo de 15 minutos.
- Si el paciente está siendo tratado con oxigenoterapia o requiere respiración asistida, no deben realizarse cambios en los 30 minutos previos a la extracción. Puede desconectarse la bomba de oxígeno (O2) una media hora antes de la obtención de la muestra, para que no interfiera en los resultados. Si no se puede tolerar la desconexión, el médico anotará la cantidad de O2 que se está recibiendo.
- Evitar someter al paciente a situaciones de estrés o dolor que puedan aumentar la frecuencia respiratoria.
¿Cómo se obtiene la muestra para el análisis?
Como la sangre arterial transporta el oxígeno (O2) hacia todo el organismo y la sangre venosa recoge los productos de desecho hacia los pulmones, los gases, sobre todo la presión parcial de O2 [PaO2] y el valor de pH no serán iguales en las arterias, venas y capilares y por tanto variará. Por ello, la identificación correcta del tipo de muestra, así como el estado de ventilación del paciente (espontánea o mecánica) son fundamentales.
- Sangre arterial. Es el tipo de muestra más usada y es útil para evaluar la oxigenación y equilibrio ácido-base. La extracción debe realizarse de manera cuidadosa, evitando la aparición de burbujas en la jeringa (anaerobiosis). Normalmente se extrae la muestra de la arteria radial (zona de la muñeca del lado del dedo pulgar, donde normalmente se puede notar el pulso). Previamente a la extracción, puede realizarse una prueba conocida como test de Allen, para asegurar que la circulación en la muñeca es la adecuada. El test supone la compresión de las dos arterias de la muñeca (radial y cubital), posteriormente la compresión es liberada para observar si la sangre fluye correctamente hacia la mano. Si la mano no recupera su coloración, se procede a realizar la misma prueba en la otra muñeca. También puede obtenerse la sangre a partir de la arteria braquial (codo) o de la femoral (ingle). Después de obtener la muestra de sangre arterial es importante realizar una compresión de la zona durante al menos 5 minutos, para evitar sangrados. Si se están tomando anticoagulantes o aspirina, el tiempo de compresión sobre la zona debe alargarse (10-15 minutos). La persona encargada de obtener la muestra de sangre debe comprobar que no se produce ningún sangrado y posteriormente poner un apósito o vendaje compresivo alrededor de la muñeca, que debería mantenerse durante una hora aproximadamente.
- Sangre venosa. Apta para evaluar el equilibrio ácido-base (además de hemoglobina, iones y metabolitos), pero no para el estudio del estado de oxigenación. Presenta la ventaja de que son menos dolorosas y se pueden obtener de venas periféricas. La duración de la aplicación del torniquete no debe exceder 1 minuto, poque provocaría disminución en los valores de O2, acidemia (pH bajo), aumento de potasio y lactato, así como hemoconcentración o hemólisis.
- Sangre capilar. Representa una alternativa a la muestra arterial con la ventaja de requerir menor volumen. Es útil en pacientes obesos, quemados, recién nacidos o en síncope en los que la punción arterial está contraindicada o es costosa.
- Sangre de calota. Se trata de un procedimiento realizado durante el parto para determinar si el bebé está recibiendo suficiente oxígeno.
- Sangre de cordón umbilical. En los recién nacidos con dificultad respiratoria se puede obtener la sangre de la arteria y de la vena umbilical, para realizar el análisis de cada una por separado o utilizar sangre total obtenida mediante una punción en el talón.
¿Qué es lo que se analiza?
Una gasometría incluye un conjunto de pruebas que se realizan con la finalidad de medir el pH, el oxígeno (O2) y el dióxido de carbono (CO2) presentes en una muestra de sangre. El objetivo es evaluar la función pulmonar y ayudar a detectar un desequilibrio ácido-base que podría indicar un trastorno respiratorio, metabólico o renal.
El organismo regula de manera precisa el pH sanguíneo, manteniéndolo en unos márgenes muy estrechos (7,35 a 7,45); ni demasiado ácido (acidosis) ni demasiado alcalino o básico (alcalosis).
La regulación de los ácidos y bases en el organismo tiene un componente en el que interviene el metabolismo y los riñones. En el organismo, el proceso de conversión de una sustancia en otra para la obtención de energía (metabolismo) produce cantidades importantes de ácido, que se eliminan por los riñones.
El organismo también regula el pH eliminando CO2 (un ácido cuando se disuelve en la sangre) por los pulmones. Este componente respiratorio sirve también para proveer de O2 a los tejidos. Por los pulmones se inhala O2 que se disuelve posteriormente en sangre y se vehiculiza hasta los tejidos.
Todos estos procesos están íntimamente relacionados con el equilibrio electrolítico del cuerpo. En una persona sana, estos procesos están en un equilibrio dinámico, de manera que se asegura que el pH sanguíneo sea estable.
Son muchas las situaciones, ya sean agudas o crónicas, que pueden afectar a la función renal, la producción de ácidos o a la funcionalidad pulmonar, y que por lo tanto pueden alterar el equilibrio normal del pH, O2, CO2 y electrolitos produciendo una acidosis o alcalosis. Algunos ejemplos incluyen la diabetes mal controlada que puede conducir a una cetoacidosis diabética y a una acidosis metabólica; las enfermedades pulmonares graves, que pueden repercutir en el intercambio de gases (O2/CO2) en los pulmones; incluso algunos trastornos transitorios como el shock, la ansiedad, el dolor, los vómitos prolongados y las diarreas graves.
Los gases en sangre proporcionan una instantánea del pH sanguíneo y del contenido en sangre de O2 y CO2. En una gasometría se miden directamente las siguientes magnitudes:
- pH: es una medida del equilibrio entre los ácidos y bases presentes en la sangre. El pH sanguíneo disminuye (más ácido) si aumenta la cantidad de CO2 y la de otros ácidos; contrariamente, el pH aumenta (más alcalino) si disminuye la cantidad de CO2 o si aumenta la cantidad de bases en la sangre, como por ejemplo el bicarbonato [HCO3-].
- Presión parcial de O2 (PaO2): mide la cantidad de gas O2 disuelto en la sangre. Es el mejor indicador de la evaluación de la captación de O2 a nivel pulmonar.
- Presión parcial de CO2 (PaCO2): mide la cantidad de gas CO2 disuelto en la sangre (eficacia de la ventilación). A medida que la pCO2 aumenta, el pH sanguíneo disminuye (más ácido); si la pCO2 disminuye, el pH aumenta (más alcalino).
También pueden establecerse cálculos para obtener información sobre otras magnitudes:
- Saturación de O2 (O2Sat o SaO2): se corresponde con el porcentaje de hemoglobina (Hb) que transporta O2. La hemoglobina es una proteína presente en los hematíes que transporta O2 por las arterias, para llegar a las células de los distintos tejidos del organismo.
- HCO3-: es la principal forma en que el CO2 se encuentra en el organismo y puede calcularse a partir del pH y de la pCO2. Constituye una medida del componente metabólico que contribuye a mantener el equilibrio ácido-base. El HCO3- se excreta y se reabsorbe por los riñones en respuesta a los desequilibrios del pH, estando directamente relacionado con el valor de pH; a medida que la cantidad de HCO3- aumenta, también se incrementa el valor del pH (más alcalino).
- Exceso o déficit de base: es un cálculo que representa la suma total de los agentes con acción tampón (aniones) de la sangre. Entre estos aniones se incluye la hemoglobina, las proteínas, los fosfatos y el HCO3- (constituyendo el anión dominante). Estos aniones intentan compensar cualquier posible desequilibrio del pH. El médico, mediante el HCO3- y el exceso/déficit de base, evaluará la capacidad total de tampón de la sangre y podrá decidir el mejor tratamiento para restaurar el equilibrio ácido-base.
Además, en esta prueba también pueden medirse otras magnitudes como la hemoglobina, el lactato, la glucosa, la creatinina, la urea o la bilirrubina.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
La medida de los gases en sangre es de utilidad en la evaluación del estado ácido-base y de la oxigenación de una persona. La gasometría suele solicitarse ante un empeoramiento de los síntomas de un trastorno ácido/base o ante dificultades respiratorias como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
La gasometría también puede utilizarse para detectar un desequilibrio ácido-base, provocado por la insuficiencia renal, la insuficiencia cardiaca, la diabetes no controlada, las infecciones graves y las sobredosis de drogas. Se puede solicitar junto a otras pruebas, tales como: electrolitos para determinar si existe un trastorno electrolítico, glucosa para evaluar sus valores en sangre y urea y creatinina para evaluar la función renal.
¿Cuándo se solicita?
El estudio de los gases en sangre se solicita cuando el paciente presenta síntomas de un desequilibrio del pH o de los gases oxígeno (O2)/dióxido de carbono (CO2), como la dificultad respiratoria o disnea y las náuseas y/o vómitos. Por otro lado, su solicitud también es habitual en las personas con enfermedades respiratorias, metabólicas o renales, y en pacientes que presentan distrés respiratorio.
En el tratamiento con oxigenoterapia, la gasometría sanguínea puede ser útil para monitorizar regularmente la eficacia de dicho tratamiento.
Son muchas las situaciones (agudas o crónicas) que pueden llevar a tal desequilibrio, y aunque la gasometría por si sola no permite establecer la causa del desequilibrio, sí que puede indicar si se trata de un problema respiratorio o metabólico.
También puede solicitarse en pacientes con traumatismos que afecten a la cabeza y/o el cuello, ya que las lesiones podrían afectar al mecanismo de la respiración. Por otro lado, también puede ofrecer información en pacientes sometidos a anestesia prolongada, especialmente en cirugía cardiaca o cerebral.
En los recién nacidos, las gasometrías realizadas a partir del cordón umbilical permiten poner de manifiesto los problemas respiratorios, a la vez que permiten conocer el estado ácido-base de los bebés. Normalmente, el estudio sólo se lleva a cabo si la situación del recién nacido sugiere la existencia de una dificultad respiratoria.
¿Qué significa el resultado?
La gasometría debe interpretarse de forma ordenada, siguiendo la misma secuencia (oxigenación, ventilación y equilibrio ácido-base). Es fundamental combinar la evaluación de las pruebas con la clínica del paciente y los potenciales errores en la fase preanalítica. Los valores de referencia variarán de un laboratorio a otro. También dependen de la elevación sobre el nivel del mar, ya que el valor de oxígeno (O2) en sangre de una persona será más bajo si vive por encima del nivel del mar.
Los resultados de un análisis de gases en sangre arterial no son diagnósticos, deben usarse en combinación de los resultados de otras pruebas y exámenes, para evaluar si el paciente presenta un problema respiratorio, metabólico o renal.
La obtención de unos resultados anómalos en la gasometría puede estar indicando:
- Que no se recibe el aporte adecuado de O2.
- Que la persona no puede desprenderse correctamente del dióxido de carbono (CO2).
- Que existe alguna alteración de tipo renal.
- Los resultados de la presión parcial O2 (PaO2) indican la cantidad de O2 que una persona está inhalando y por lo tanto, la cantidad de O2 en sangre. Si el resultado es bajo, es indicativo de que no se está obteniendo una cantidad suficiente de O2.
- Los resultados de los otros componentes de la gasometría, como el pH, PaCO2, bicarbonato [HCO3-], están muy interrelacionados y por lo tanto deben considerarse en conjunto. Algunas alteraciones concretas de estas pruebas pueden indicar la presencia de acidosis o alcalosis y su causa.
La acidosis respiratoria se caracteriza por un pH bajo y un aumento de la PaCO2, y es debida a una disminución de la función respiratoria (aporte insuficiente de O2 y eliminación disminuida de CO2). Las causas pueden ser muy variadas: neumonías, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), sedación excesiva por narcóticos.
La alcalosis respiratoria se caracteriza por un pH elevado y una PaCO2 disminuida, y es debida a un aumento de la ventilación causada por ejemplo por hiperventilación, dolor, distrés emocional o ciertas enfermedades pulmonares que pueden interferir en el intercambio de gases.
La acidosis metabólica se caracteriza por un pH y un valor de HCO3- disminuidos. La acidez de la sangre se relaciona con un problema metabólico/renal. Entre las causas se incluyen la diabetes, el shock y la insuficiencia renal.
La alcalosis metabólica se caracteriza por aumento de pH y de HCO3- y se observa en la hipopotasemia, en los vómitos crónicos (por pérdida de ácido del estómago) y en las sobredosis de bicarbonato sódico.
A continuación, se resumen algunas combinaciones de resultados que pueden observarse en ciertas situaciones:
Si no se tratan, todas estas situaciones pueden ocasionar alteraciones del equilibrio ácido-base que eventualmente pueden poner en peligro la vida del individuo. El médico tratará el desequilibrio y la causa que lo ha ocasionado.
¿Hay algo más que debería saber?
La punción arterial es más dolorosa que la punción venosa, normalmente notará cierta molestia. Después de realizar la punción arterial debe realizarse una compresión de la zona para prevenir posibles sangrados.
A veces, puede utilizarse sangre venosa obtenida de una vía central (una vena más gruesa en la que está implantado un catéter, por ejemplo), siendo la interpretación de los resultados más delicada. La sangre obtenida de una muestra periférica, como la obtenida a partir de una vena del antebrazo, no es útil para valorar el estado de oxigenación.
¿Se puede realizar esta prueba en la consulta del médico?
Normalmente, las gasometrías se realizan por personal experimentado en los pacientes hospitalizados y en las consultas de urgencias. Además, el análisis de la muestra debe realizarse lo más rápido posible después de su obtención. Por ello, no es habitual que en las consultas médicas estén disponibles los dispositivos necesarios para el análisis.
¿Es necesario solicitar esta prueba si se ha tenido una neumonía y actualmente se tiene asma?
La mayoría de los casos de neumonía o asma pueden diagnosticarse con una buena historia clínica y la auscultación, además de otras pruebas como una radiografía de tórax y una espirometría. Normalmente, el asma responde bien a la medicación pautada por el médico y la neumonía a los antibióticos. Sin embargo, puede ser necesario un análisis de gases en sangre si existen problemas respiratorios agudos graves, o problemas crónicos prolongados. En estos casos, el análisis de los gases en sangre suele realizarse en una sala de urgencias o en un hospital.
¿Pueden medirse los valores de oxígeno con alguna otra prueba?
Existe una prueba no invasiva conocida como pulsioximetría (no es necesario pinchar al paciente para obtener sangre) y que permite la monitorización continua de la saturación de oxígeno (O2). Consiste en un dispositivo (sensor) que se coloca en la punta del dedo o bien en el lóbulo de la oreja. El sensor mide la cantidad de luz transmitida a través de la piel. La pulsioximetría es útil para monitorizar la evolución de la saturación de O2, aunque su exactitud puede afectarse por distintos factores como:
1) Formas anómalas de hemoglobina (Hb), como la carboxihemoglobina, presente en las intoxicaciones por monóxido de carbono.
2) Una perfusión sanguínea baja (disminución de la presión arterial)
3) Valores anormalmente bajos de Hb debido a una anemia grave.
¿Por qué en el informe de laboratorio consta la carboxihemoglobina?¿A qué se refiere?
Esta prueba y quizás otras relacionadas con las formas anómalas de hemoglobina (Hb) aparecen si el análisis se ha realizado en un equipo conocido como cooxímetro, que es un analizador de gases que puede medir las concentraciones de los derivados de la Hb (como carboxihemoglobina), además de las mediciones habituales de los gases en sangre. No es habitual que la medida de los gases en sangre se realice en un cooxímetro.
La carboxihemoglobina es un derivado de la Hb que se forma cuando el monóxido de carbono se une a la Hb. Los valores de carboxihemoglobina suelen aumentar en las intoxicaciones por monóxido de carbono, el cooxímetro se utiliza para medir y para monitorizar la terapia con oxígeno. La Hb se une al monóxido de carbono a una velocidad 210 veces mayor que la velocidad con la que se une al oxígeno, con la consiguiente disminución de la capacidad de transporte del oxígeno hacia los tejidos, pudiendo aparecer graves problemas.
Otros derivados de la Hb incluyen la sulfohemoglobina (o sulfometahemoglobina) y la metahemoglobina, que pueden producirse por la toma de ciertos medicamentos o por la exposición a determinadas sustancias químicas. Estas formas alteradas de la Hb no pueden cumplir con la función de transporte del oxígeno y suelen determinarse en un cooxímetro.
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Pruebas relacionadas:
Sobredosificación de fármacos e intoxicaciones
Estados fisiológicos y enfermedades:
Insuficiencia cardiaca congestiva
En otras webs:
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
Medline: Examen de sangre del cordón umbilical
National Heart, Lung and Blood Institute (NIH): Rehabilitación pulmonar
American Kidney Fund. Acidosis metabólica: síntomas, complicaciones y tratamiento
American Lung Association (ALA): Lung Disease Lookup
American Lung Association (ALA): How Your Lungs Get the Job Done
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).