Como ayuda para diagnosticar o descartar un feocromocitoma (tumor de la glándula adrenal) o algún otro tumor neuroendocrino.
Catecolaminas
Cuando se presentan síntomas relacionados con una liberación aumentada de catecolaminas, como aumentos de la presión sanguínea episódicos o persistentes, dolores de cabeza importantes, taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca) y sudoración.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa o de una orina de 24 horas.
Es muy importante informar al médico acerca de cualquier tipo de medicación que se esté tomando ya que ciertos fármacos afectan a los resultados de la prueba; los resultados también pueden verse afectados por algunos alimentos y por el estrés. Deben seguirse estrictamente las instrucciones proporcionadas.
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¿Cómo se utiliza?
La determinación de catecolaminas se utiliza principalmente para ayudar a detectar o a descartar feocromocitomas en personas sintomáticas. También puede solicitarse para ayudar a monitorizar la eficacia de un tratamiento cuando el feocromocitoma ya se ha detectado y extirpado, y para monitorizar la recurrencia de la enfermedad. La prueba en plasma es más útil cuando el individuo presenta hipertensión persistente o está experimentando en ese momento un episodio de hipertensión. Esto es así porque las hormonas no permanecen en la sangre, sino que son usadas por el organismo, metabolizadas y/o excretadas. La determinación de catecolaminas urinarias mide la cantidad total de catecolaminas liberadas en 24 horas. Como los niveles de hormonas pueden fluctuar significativamente durante este período, la prueba en orina puede detectar un exceso de producción que pasa desapercibido con la prueba en sangre. Las determinaciones en plasma y en orina pueden solicitarse juntas o separadamente, y/o junto con metanefrinas en orina y/o plasma para investigar la presencia de cantidades excesivas de catecolaminas de y sus metabolitos.
Al afectarse estas pruebas por la acción de ciertos fármacos, por alimentos y por el estrés, pueden obtenerse resultados falsamente positivos. Por esta razón no se recomienda esta prueba como prueba de cribado poblacional. El médico debe interpretar los resultados, especialmente los positivos, considerando si el individuo ha consumido determinados alimentos o se encontraba en una posible situación de estrés. Es posible que repita la prueba para confirmar los primeros resultados, asegurándose sin embargo de minimizar la presencia de interferencias.
En algunas ocasiones esta prueba puede solicitarse en personas asintomáticas en el caso de que se les haya detectado un tumor adrenal o neuroendocrino mediante una tomografía axial computarizada (TAC) realizada con otra finalidad, o si el individuo tiene una historia familiar o personal de feocromocitomas.
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¿Cuándo se solicita?
La determinación de catecolaminas se solicita cuando el médico sospecha que el individuo tiene un feocromocitoma o bien cuando quiere descartar esta posibilidad. Puede solicitarla cuando una persona tiene una hipertensión persistente o recurrente junto con otros síntomas como dolor de cabeza, sudoración, sofocaciones y taquicardia. También puede solicitarla cuando el individuo tiene una hipertensión que no responde al tratamiento, ya que la hipertensión en personas con feocromocitoma frecuentemente es resistente a la terapia convencional.
En algunas ocasiones puede solicitarse cuando se detecta un tumor adrenal incidentalmente o si una persona tiene historia familiar de feocromocitomas. También puede emplearse como herramienta de monitorización cuando el individuo ya ha sido tratado de un feocromocitoma previo.
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¿Qué significa el resultado?
Como la determinación de catecolaminas es sensible a varios factores externos, y los feocromocitomas son raros, es posible que el médico se encuentre más a menudo con resultados falsamente positivos que con verdaderos positivos. Si un individuo asintomático tiene grandes cantidades de catecolaminas en sangre y/u orina, deben realizarse más estudios. Las enfermedades graves y el estrés pueden ocasionar aumentos transitorios moderados o importantes de los niveles de catecolaminas. El médico debe evaluar al individuo en su conjunto - su condición física, estado emocional, medicaciones y dieta. En el caso de que se hayan encontrado sustancias y/o condiciones que interfieran y posteriormente se hayan resuelto, el médico generalmente repetirá la prueba para establecer si las catecolaminas todavía siguen elevadas. El médico también puede solicitar metanefrinasen sangre y/u orina para confirmar sus hallazgos y pruebas de imagen, como una resonancia magnética nuclear (RMN), para localizarr el tumor (a veces más de uno).
Si se encuentran niveles elevados de catecolaminas en una persona que ha tenido un feocromocitoma previo, es probable que el tratamiento no haya sido totalmente efectivo o que se haya producido una recurrencia del tumor.
Si las concentraciones de catecolaminas son normales en sangre y en orina, entonces es improbable que el individuo tenga un feocromocitoma. No obstante, los feocromocitomas no producen necesariamente catecolaminas a una velocidad constante. Si el individuo no ha tenido un episodio reciente de hipertensión, sus concentraciones de catecolaminas en plasma y en orina pueden ser normales o cercanas a la normalidad, incluso cuando existe un feocromocitoma.
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¿Hay algo más que debería saber?
Las catecolaminas en plasma y orina ayudan a detectar y diagnosticar un feocromocitoma, pero no indican donde está el tumor, ni si hay más de uno, o si el tumor es benigno o no (aunque la mayoría es de tipo benigno). La cantidad de catecolaminas producida no se corresponde necesariamente con el tamaño del tumor. Esta es una característica física del tejido tumoral. Sin embargo la cantidad total de catecolaminas producida tiende a aumentar a medida que el tumor aumenta de tamaño.
Son bastantes los medicamentos que pueden interferir con la prueba de las catecolaminas. Es muy importante hablar con el médico antes de discontinuar o abandonar cualquier medicación prescrita. El médico intentará identificar las sustancias interferentes y los tratamientos con fármacos para establecer cuales pueden interrumpirse con seguridad y cuales deben seguirse tomando. Algunas sustancias que pueden interferir en la determinación de catecolaminas incluyen: acetaminofeno, aminofilina, anfetaminas, supresores del apetito, café, té y otras formas de cafeína, hidrato de cloral, clonidina, dexametasona, diuréticos, adrenalina, etanol (alcohol), insulina, imipramina, litio, metildopa, inhibidores de la MAO (monoaminooxidasa), nicotina, nitroglicerina, gotas nasales, propafenona, reserpina, salicilatos, teofilina, tetraciclinas, antidepresivos tricíclicos y vasodilatadores. Los efectos de estos fármacos sobre las catecolaminas pueden variar entre personas y a menudo no son predecibles.
A pesar de que cerca del 90% de los feocromocitomas se localiza en la glándula adrenal, la mayoría del 10% restante se localiza en la cavidad abdominal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) emplea la terminología "paragangliomas extra-adrenales" para referirse a los tumores productores de catecolaminas localizados en zonas distintas de las glándulas adrenales.
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¿Hay alguna forma de prevenir la formación de un feocromocitoma?
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¿Es realmente necesario recoger orina de 24 horas?
Sí, para obtener resultados exactos es necesario recoger toda la orina. Como las catecolaminas se liberan a tiempos variables, podría ser que la muestra descartada fuera justamente la que tuviera mayor cantidad de hormonas.
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¿El estado mental de una persona puede repercutir sobre los resultados de la prueba?