Para evaluar la composición de un cálculo (piedra) renal, y así determinar la causa de su formación y establecer un tratamiento.
Cálculos renales
Cuando se ha eliminado un cálculo renal al orinar o cuando se ha extraído de las vías urinarias.
La determinación se realiza a partir de un cálculo o varios recogidos en la orina u obtenidos por un profesional por un procedimiento quirúrgico.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
El análisis de càlculos renales se realiza para determinar la composición química de una piedra o cálculo renal, una vez se ha eliminado por la orina o se ha extirpado quirúrgicamente. El laboratorio informa acerca de las características físicas del cálculo renal -tamaño, forma, peso, color y textura-. A menudo se toma una fotografía de la piedra para documentar su tamaño y apariencia. Además, se suele fragmentar el cálculo renal para observar si está conformado por diferentes capas o estratos. En función de todas estas características se emplean uno o varios métodos para determinar exactamente la composición del cálculo.
Para conocer si la persona afecta produce en exceso alguna sustancia que pueda favorecer la formación de cálculos renales, se suelen solicitar análisis en sangre y en orina. Los resultados obtenidos permiten establecer si los signos y síntomas que presenta el individuo pueden ser atribuibles a cálculos renales o por el contrario pueden asociarse a otros trastornos que requerirían un tratamiento diferente. Entre las pruebas solicitadas en sangre y en orina se incluyen:
- Calcio, fosfato (fósforo), ácido úrico y creatinina en sangre y en orina; a veces, oxalato, citrato y cistina en orina
- Urianálisis - para detectar hematíes, leucocitos o signos de infección y para medir el pH de la orina
- Hemograma - para evaluar las células de la sangre, en concreto los leucocitos como marcadores indirectos de infección
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¿Cuándo se solicita?
El análisis de cálculos renales se solicita cuando una persona ha expulsado un cálculo renal por la orina o cuando éste ha sido extraído del tracto urinario por un procedimiento quirúrgico.
El médico sospecha la presencia de un cálculo renal por los signos y síntomas que presenta el individuo; es posible que inspeccione la orina y que solicite pruebas adicionales de imagen. Entre los signos y síntomas sugerentes de dolor atribuible a la formación de cálculos renales se incluyen:
- Dolor intenso en la espalda (zona lumbar) que puede irradiarse hacia la ingle (el dolor constituye el síntoma principal cuando existe un cálculo renal)
- Dolor abdominal
- Náuseas y vómitos
- Orina turbia y/o con sangre
- Necesidad de orinar frecuentemente y con urgencia
- Fiebre y escalofríos, en caso de que exista infección
Si se trata de una persona que forma cálculos renales de manera recurrente, el médico decidirá si le interesa analizarlos todos o tan solo el primero o algunos de ellos.
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¿Qué significa el resultado?
El análisis de cálculos renales permite identificar su composición química. Entre los tipos más frecuentes de cálculo renal se incluyen:
- Oxalato cálcico
- Fosfato cálcico
- Ácido úrico
- Estruvita (fosfato amónico-magnésico) - cálculos asociados a infección bacteriana
Estos cuatro tipos de cálculos renales representan entre el 95% y el 99% de los casos. Cerca de un 75% de los cálculos contiene calcio. Otros cálculos mucho menos frecuentes son:
- Cistina - cálculos asociados con una enfermedad hereditaria en la que se excreta un exceso de cistina
- Asociados a fármacos - guaifenesina, indinavir, triamterene, atazanavir y sulfamidas
No obstante, el análisis del cálculo renal no indica el motivo de su formación.
Es posible que una persona con una enfermedad concreta produzca y/o excrete en exceso una sustancia determinada en la orina. El hecho de no beber líquidos en cantidad suficiente y/o de formar una orina con un pH demasiado alto o bajo puede favorecer la formación de cálculos renales. Para prevenir la formación de nuevos cálculos se debe identificar y corregir la causa que los ha generado. A continuación se listan algunas asociaciones entre el tipo de cálculo y el posible trastorno:
- Oxalato cálcico - probablemente se está excretando en orina un exceso de calcio y/o de oxalato (o a veces, muy poca cantidad de citrato; en personas sanas el citrato se une al calcio impidiendo la formación de cálculos renales). Entre las posibles causas se incluyen:
- Tendencia hereditaria a absorbir más calcio de la dieta de lo normal, y por lo tanto aumenta su excreción en orina (hipercalciuria)
- Factores dietéticos - el consumo de alimentos o bebidas ricos en calcio u oxalato puede favorecer el aumento de estas sustancias en orina
- Situaciones que afectan a la absorción de nutrientes como una enfermedad inflamatoria intestinal o una cirugía intestinal - un desequilibrio en la absorción de nutrientes puede hacer aumentar la excreción de calcio en orina
- Niveles elevados de hormona paratiroidea (PTH, hiperparatiroidismo primario) - aumentan las concentraciones de calcio en sangre y en orina
- Distintos trastornos metabólicos - pueden asociarse a acidosis metabólica favoreciendo así la excreción de calcio en orina
- Ácido úrico - probablemente el individuo produce y elimina ácido úrico en exceso, por ejemplo por tener gota o trastornos del metabolismo del ácido úrico
- Estruvita - probablemente exista un tipo de infección bacteriana con una exceso de producción de amonio
- Cistina - el individuo probablemente produce y excreta en exceso cistina, a consecuencia de un trastorno hereditario
- Asociados a fármacos - en función del fármaco que el individuo está tomando
También se pueden formar cálculos renales en cualquier situación en la que se excrete un exceso de una sustancia química determinada en la orina o cuando la orina está muy concentrada, como puede ocurrir en estados de deshidratación.
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¿Hay algo más que debería saber?
No todas las personas que beben poco líquido o que eliminan por la orina un exceso de una sustancia química determinada acaban formando cálculos renales. A veces se forman cálculos por otras causas. Las personas que ya han formado un cálculo renal tienen mayor probabilidad de formar cálculos adicionales.
Algunos otros factores que pueden contribuir a la formación de cálculos renales son:
- Historia familiar de cálculos renales
- Presencia de infecciones del tracto urinario
- Anomalías en la estructura de los riñones y/o del tracto urinario (pueden dificultar el flujo normal de la orina, favorecer el depósito de cristales y la formación de cálculos)
- Enfermedades renales como poliquistosis renal (presencia de múltiples quistes en uno o ambos riñones)
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¿Se tiene que ir filtrando toda la orina para poder analizar los cálculos renales?
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¿Puede ser suficiente el análisis de la sangre y de la orina, y obviar el análisis del cálculo renal?
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¿Es muy intenso el dolor que se siente cuando se tienen cálculos renales?
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¿Es recomendable que una persona que ya ha formado un cálculo renal evite tomar calcio?
Cada caso debe analizarse individualmente. Quizás el médico indique ingerir menos calcio si el cálculo contenía calcio, aunque la decisión médica no es fácil ni el resultado predecible. Ciertas personas absorben demasiado calcio de la dieta. Por otra parte, un exceso de calcio en la orina se asocia también a un exceso de sodio, y por este motivo si el cálculo contiene calcio, puede ser que se prescriba una dieta baja en sodio (sal) en lugar de disminuir el aporte de calcio de la dieta. A veces, reducciones drásticas de la ingesta de calcio empeoran el cuadro a la vez que repercuten sobre la salud ósea.
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¿Cómo puede el médico detectar un cálculo renal en el tracto urinario?
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¿Quién realiza el análisis de los cálculos renales?
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¿Qué se puede hacer para evitar la formación de cálculos renales y su recurrencia?
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¿En qué consisten algunos de los métodos específicos para analizar los cálculos renales?
Entre los métodos más comunes se incluyen la espectroscopía de infrarrojos y la radiografía por difractometría. Si desea más información acceda a este enlace.