Para detectar y evaluar una anemia debida a una destrucción de los glóbulos rojos (anemia hemolítica).
Para detectar y evaluar una anemia debida a una destrucción de los glóbulos rojos (anemia hemolítica).
Cuando hay signos de anemia como debilidad, palidez o ictericia y se sospecha que puede deberse a una anemia hemolítica.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
La prueba de la haptoglobina se emplea principalmente para facilitar la detección de la anemia hemolítica y para distinguirla de otros tipos de anemia. La prueba se utiliza para ayudar a determinar si los glóbulos rojos se están destruyendo prematuramente. Se puede usar junto con otras pruebas de laboratorio, como un hemograma completo, recuento de reticulocitos, lactato deshidrogenasa, bilirrubina, prueba de antiglobulina directa y extensión de sangre.
Aunque la prueba de haptoglobina es una prueba sensible para la anemia hemolítica, no se puede utilizar para diagnosticar la causa de la afección. Es posible que se necesiten otras pruebas de laboratorio para ayudar a determinar la causa, como pruebas de autoanticuerpos para detectar causas autoinmunes, pruebas para la anemia falciforme, glucosa-6-fosfato deshidrogenasa G6PDH o una evaluación de hemoglobinopatías.
Si se ha recibido una transfusión de sangre, se puede solicitar una prueba de haptoglobina junto con una prueba de antiglobulina directa, para ayudar a determinar si ha habido una reacción a la transfusión.
En el caso de que la concentración de haptoglobina sea baja o inesperadamente alta, se recomienda repetir la medida al cabo de un tiempo para evaluar los posibles cambios en su concentración.
La determinación de haptoglobina se solicita cuando un individuo presenta síntomas y signos de anemia, tales como:
Esta prueba puede solicitarse cuando los resultados de otras pruebas de laboratorio son compatibles con anemia hemolítica como: un aumento de bilirrubina, hemoglobina en la orina (hemoglobinuria), disminución del recuento de hematíes, aumento de lactato deshidrogenasa y aumento de reticulocitos.
Los resultados se deben interpretar cuidadosamente y junto con el resultado de otras pruebas como la determinación de la lactato deshidrogenasa, un recuento de reticulocitos, un recuento de hematíes, la hemoglobina, el hematocrito o el hemograma completo.
Cuando la haptoglobina se encuentra disminuida, juntamente con un recuento de reticulocitos elevado y normalmente también acompañado por un recuento bajo de hematíes, de hemoglobina o del hematocrito, es bastante probable que exista un cierto grado de anemia hemolítica, con destrucción de los hematíes en la circulación (hemólisis intravascular).
Si la concentración de haptoglobina es normal y el recuento de reticulocitos está elevado, es probable que la destrucción de los hematíes se esté produciendo en los propios órganos como el bazo o el hígado (hemólisis extravascular). Como la hemoglobina libre no se liberará al torrente sanguíneo, no es necesario emplear la haptoglobina y consiguientemente su concentración será normal.
Si la concentración de haptoglobina es normal y el recuento de reticulocitos no está aumentado, es probable que la causa de la anemia no sea una destrucción de hematíes.
La siguiente tabla resume la posible interpretación de los resultados de la haptoglobina:
Haptoglobina |
Recuento de reticulocitos |
Recuento bajo de hematíes, hemoglobina o hematocrito |
Posible interpretación |
Disminución importante |
Incrementado |
Disminuido |
Destrucción de los hematíes en la circulación (hemólisis intravascular).
|
Normal o ligeramente disminuido |
Incrementado |
Disminuido |
Destrucción de los hematíes se produce en los propios órganos (hemólisis extravascular). |
Normal |
No incrementado |
Disminuido |
Anemia por otras causas y no por destrucción de los hematíes. |
Si la concentración de haptoglobina se encuentra disminuida sin que haya ningún síntoma ni signo de anemia hemolítica, es probable que el hígado no esté fabricando cantidades suficientes de dicha proteína. Esto puede suceder en las enfermedades hepáticas; sin embargo, la haptoglobina no se solicita normalmente para el diagnóstico ni la monitorización de dichas enfermedades.
La deficiencia congénita de haptoglobina (llamada "anhaptoglobinemia" que no está relacionada con la hemólisis o enfermedad hepática) también se observa en la población general y afecta aproximadamente al 0,1% de los caucásicos y al 4% de los afroamericanos (hasta un 30% en los africanos de cierto origen de África Occidental). El médico puede solicitar pruebas adicionales (p. ej., prueba de hemopexina) para ayudar a determinar si la haptoglobina baja es congénita o está relacionada con la hemólisis de los glóbulos rojos.
Un valor bajo de haptoglobina es normal para los recién nacidos y los bebés menores de 6 meses.
La haptoglobina se considera como una proteína de fase aguda; esto significa que se encontrará elevada en cualquier proceso inflamatorio, como en la colitis ulcerosa, enfermedades reumáticas agudas, infartos de miocardio e infecciones graves. Por todo ello, la interpretación de los resultados de la haptoglobina resulta complicada. La haptoglobina no suele determinarse para el diagnóstico o monitorización de estos trastornos.
La concentración de haptoglobina puede verse afectada por las pérdidas masivas de sangre o por disfunciones renales, así como por las enfermedades hepáticas.
Entre los fármacos que pueden hacer aumentar la haptoglobina se encuentran los andrógenos y los corticosteroides; entre los fármacos que pueden hacerla disminuir se incluyen la isoniazida, quinidina, estreptomicina y las píldoras anticonceptivas.
Dependerá de la causa que esté provocando el descenso. Si se debe a una hemólisis aguda, tal como puede observarse en las reacciones transfusionales, la haptoglobina volverá a la normalidad una vez que se haya eliminado toda la sangre del donante. Si se debe a una hemólisis crónica, la concentración debería volver a la normalidad una vez resuelto el trastorno que la causaba. Si no puede resolverse la causa subyacente o si la disminución en la concentración de haptoglobina se debe a una disminución en la producción, la haptoglobina se mantendrá siempre por debajo de la normalidad.
La prueba de la haptoglobina también se podría solicitar en el laboratorio para diferenciar entre la hemólisis debida a la destrucción de los glóbulos rojos dentro del cuerpo (hemólisis intravascular) y aquella debida a la destrucción de los glóbulos rojos por una incorrecta extracción de sangre. Sin embargo, hay pocos estudios que apoyen este uso.