Para conocer la concentración de litio en sangre y así determinar el valor terapéutico al iniciar la medicación con litio; para monitorizar los valores y que se mantengan dentro del rango terapéutico; para determinar la toxicidad del litio.
Litio
Al inicio del tratamiento con litio para ajustar la dosis hasta alcanzar el rango terapéutico; de forma periódica para monitorizar los valores de litio; según sea necesario para detectar valores bajos o valores altos (tóxicos).
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial. Sin embargo, el momento de la recogida de la muestra puede afectar a los resultados. Generalmente, los niveles de litio en sangre se realizan 12 horas después de la última dosis (también conocido como nivel "mínimo").
Es importante indicarle a la persona que realiza la extracción cuándo se tomó la última dosis para que los resultados se puedan interpretar correctamente.
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¿Cómo se utiliza?
El litio se emplea para medir y monitorizar la cantidad de litio en sangre y conocer si la concentración está dentro del margen terapéutico. La prueba se puede solicitar unos días después de haber empezado el tratamiento con litio, para conseguir ajustar adecuadamente la dosis y alcanzar el valor terapéutico deseado; también puede medirse de una forma periódica para el seguimiento o siempre que se considere necesario para monitorizar las concentraciones sanguíneas de litio. También se puede solicitar cuando una persona empieza a tomar otros fármacos que podrían afectar al metabolismo del litio. Por último, se puede solicitar esta prueba si se sospecha una intoxicación por litio.
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¿Cuándo se solicita?
El litio se solicita frecuentemente al inicio de un tratamiento con litio. Una vez se ha conseguido estabilizar la concentración dentro del rango terapéutico, el litio se determina de forma periódica para confirmar que los valores siguen estando dentro de este rango.
La prueba se solicita en las personas que no parecen estar respondiendo al tratamiento con el litio, ya sea porque la concentración de litio es demasiado baja, porque el fármaco no es efectivo y/o porque no se lo están tomando de forma regular. También se le puede solicitar a los individuos que sufren efectos secundarios debidos al tratamiento con litio o que tienen síntomas sugestivos de una intoxicación, como:
- Síntomas de una reacción alérgica al litio como urticaria, dificultad para respirar, hinchazón de la cara, labios, lengua o garganta.
- Falta de energía.
- Mareos.
- Debilidad muscular.
- Falta de coordinación.
- Dificultad para hablar.
- Náuseas, vómitos y/o diarrea.
- Confusión.
- Temblores o espasmos irregulares.
- Inquietud.
- Apatía.
- Orinar con frecuencia.
- Sensación de mucha sed.
- Fiebre.
Si los valores de litio son extremadamente elevados se puede presentar estupor, convulsiones, insuficiencia renal y muerte.
La muestra para la determinación de litio se suele recoger 12 horas después de la última dosis. La frecuencia con la que se toma el medicamento y su formulación puede variar entre las diferentes marcas comerciales, por lo que las instrucciones para su obtención pueden variar.
Si los niveles de litio son extremadamente elevados se puede presentar estupor, convulsiones, insuficiencia renal y muerte.
La muestra para la determinación de litio se suele recoger entre 12 y 18 horas después de la última dosis. La frecuencia con la que se toma el medicamento y su formulación puede variar entre las diferentes marcas comerciales, por lo que las instrucciones para su obtención pueden variar.
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¿Qué significa el resultado?
El rango terapéutico del litio es de 0,6 -1,2 mmol/L. Dentro de este rango la mayoría de las personas no presentan síntomas de toxicidad.
La respuesta al fármaco y los efectos secundarios varían según el individuo. Es posible que ciertas personas con trastorno bipolar no respondan adecuadamente si las concentraciones de litio se encuentran en la zona baja del margen terapéutico; otras experimentan efectos secundarios excesivos aunque estén en el límite alto permitido del margen terapéutico. Por ello la dosificación y la concentración deseable se debe establecer en cada individuo.
En general, cuando la concentración de litio está dentro del margen terapéutico y el individuo está bien clínicamente y no presenta efectos secundarios, la dosis de litio suele ser adecuada. Si la concentración de litio se sitúa por debajo del margen terapéutico, seguramente el individuo no estará recibiendo la dosis correcta. Si la concentración de litio se sitúa por encima del margen terapéutico o el individuo presenta síntomas secundarios, probablemente la dosis sea demasiado alta. No obstante, el individuo en tratamiento no puede cambiar la dosis sin consultarlo previamente al médico, ya que los síntomas del trastorno bipolar podrían empeorar. Las determinaciones sanguíneas y los ajustes de medicación deben establecerse para cada individuo.
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¿Durante cuánto tiempo se tiene que tomar litio?
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¿Quién solicita la determinación del litio?
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¿Se puede determinar el litio en casa?
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¿Qué otras pruebas de laboratorio podrían solicitarse después de comenzar a tomar litio?
El litio tiene efectos adversos sobre los riñones, la glándula tiroides y las glándulas paratiroides, lo que requiere un estrecho seguimiento del correcto funcionamiento de estos órganos mediante análisis de sangre periódicos:
- El litio se excreta principalmente por los riñones. Si se toma litio durante mucho tiempo la función renal puede deteriorarse. En las personas con enfermedad renal, los valores de litio pueden estar más elevados de lo esperado debido a una menor eliminación por el riñón. El médico monitorizará la función renal midiendo los valores de creatinina y urea.
- El litio puede provocar hipotiroidismo; el médico suele monitorizar la función tiroidea midiendo los valores de tirotropina (TSH). También se recomiendan otras pruebas como la T3 y la T4 libre.
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¿Hay algo más que debería saber?
Existen muchos fármacos, suplementos y preparados que se dispensan sin receta médica que pueden interferir en la concentración de litio en sangre, aumentando o disminuyendo su concentración en sangre.
La concentración de litio y sus efectos secundarios pueden aumentar con la pérdida corporal de agua y sal, como ocurre en las dietas hiposódicas, o si existe sudoración excesiva o en las enfermedades que producen vómitos y diarrea. Para mantener estables los valores de litio en sangre, el National Institute of Health (NIH) recomiendan evitar el alcohol y beber entre 8 y 10 vasos de agua u otros líquidos al día, sin que sea necesario modificar la ingesta habitual de sal y de cafeína.