Cribado de adolescentes (13-18 años)

14/7/2024

¿En qué consisten las pruebas de cribado?

Las pruebas de cribado de laboratorio permiten identificar a las personas que presentan mayor riesgo de desarrollar un trastorno o enfermedad antes de que aparezcan los síntomas, o incluso conocer que podrían estar en riesgo para poder tomar medidas preventivas. Por ello, constituyen un aspecto importante en el ámbito de la medicina preventiva.

Estas pruebas permiten detectar las enfermedades en sus fases más tempranas y en estadios en los que puede ser más fácil aplicar un tratamiento. Por lo tanto, son muy interesantes para las enfermedades graves que tienen tratamiento, ya que la detección de la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas aporta un gran beneficio al individuo afecto.

Por ello, dichas pruebas tienen que ser sensibles, consiguiendo identificar a todos los individuos con una enfermedad determinada. Muchas de las pruebas realizadas normalmente en los controles rutinarios de salud son pruebas de cribado, como por ejemplo, la prueba del colesterol o la citología vaginal. En el caso de los recién nacidos, también se realizan una serie de pruebas de cribado al nacer.

Un resultado positivo en una prueba de cribado, a menudo obliga a realizar estudios adicionales con pruebas más específicas. Este aspecto es importante para poder descartar o excluir correctamente a las personas que no tengan la enfermedad o para confirmar el diagnóstico en aquellas que la tienen.

Una prueba diagnóstica también podría emplearse como una prueba de cribado, aunque su principal finalidad sea la de confirmar un diagnóstico cuando existen signos, síntomas u otra evidencia de que se padezca una enfermedad concreta.

Adolescentes (13-18 años)

A menudo se piensa que los adolescentes son las personas que gozan de mejor salud. Sin embargo, los hábitos que se adquieren durante la adolescencia afectan y repercuten sobre el estado de salud en la etapa adulta. Por ejemplo, si a un adolescente obeso o con sobrepeso se le ayuda a adelgazar, se estará previniendo el desarrollo de diabetes y de enfermedad cardiaca en la edad adulta.

Durante el período de edad comprendido entre los 13 y 18 años no se suelen realizar muchas pruebas de laboratorio con finalidades de cribado. Es más importante poner énfasis en mentalizar al adolescente en los aspectos relacionados con la prevención de accidentes, la salud sexual y con las drogas de abuso. A esta edad la medicina preventiva debería centrarse en conseguir que las personas alcancen un estilo de vida saludable que las proteja frente a las enfermedades que sobrevienen en la etapa adulta.

En las secciones siguientes se analizan las pocas afecciones y enfermedades para las que se pueden realizar pruebas de detección a los adolescentes de 13 a 18 años. En cada uno de ellos se resumen las recomendaciones de los diferentes organismos; sin embargo, en muchos casos no existe un consenso claro sobre el cribado. Por este motivo, es importante que las decisiones acerca de estas pruebas de cribado las tomes de acuerdo con tu médico y teniendo en cuenta la situación de salud individual de tu hijo.

Si desea más información acerca de la prevención de enfermedades y de los pasos necesarios para mantener un buen estado de salud para tu familia, acceda al artículo bienestar y prevención en la era de la responsabilidad del paciente por su salud.

Anemia por déficit de hierro

El hierro es un elemento imprescindible para el correcto desarrollo del adolescente. Cuando un adolescente no consume suficiente cantidad de hierro puede desarrollar una anemia por déficit de hierro o anemia ferropénica. Las consecuencias a largo plazo del déficit de hierro en un adolescente se pueden traducir en disminución de las habilidades motoras, problemas de conducta en casa y en la escuela, así como un bajo rendimiento escolar.

Existen otras causas de deficiencia de hierro, como pérdidas importantes de sangre, enfermedades genéticas, infecciones crónicas o cualquier situación que impida la correcta absorción de hierro a nivel intestinal (por ejemplo: por el efecto de una medicación o por enfermedades crónicas como la celiaquía).

Recomendaciones

La American Academy of Pediatrics (AAP) y otras instituciones científicas como los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan realizar un cribado del déficit de hierro en los adolescentes si presentan factores de riesgo o si pertenecen a alguna población de elevado riesgo.

Para diagnosticar una anemia ferropénica por déficit de hierro se emplean varias pruebas. Se puede realizar el cribado con la hemoglobina y el hematocrito (hemograma), y posteriormente solicitar pruebas más específicas relacionadas con el metabolismo férrico.

En los adolescentes, los factores de riesgo para el desarrollo de una anemia ferropénica incluyen:

  • Padres inmigrantes procedentes de países en vías de desarrollo.
  • Entorno familiar con pocos ingresos económicos o lindando la pobreza.
  • Dieta pobre en hierro.
  • Inicio de la menstruación, si el aporte de hierro en la dieta es bajo.
  • Antecedentes de:

         -Toma de fármacos que interfieren con la absorción del hierro a nivel intestinal.

         -Pérdidas masivas de sangre.

En función del entorno, el cribado del déficit de hierro puede realizarse de manera sistemática a todos los adolescentes. En otros casos, el cribado depende de la edad, de los signos y síntomas, o de la presencia de factores de riesgo.

Enlaces

En otras webs:

MayoClinic. Deficiencia de hierro en los niños: consejos de prevención para los padres

Clamidia y gonorrea

La infección por Chlamydia (clamidiasis) y la infección por N. Gonorrhoeae (gonorrea) constituyen las enfermedades de transmisión sexual (ETS) bacterianas más frecuentes, aunque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas. Estas infecciones suelen afectar a las zonas genitales, aunque también puede desarrollarse la infección en mucosas, ojos y articulaciones. Las embarazadas pueden transmitir la infección al recién nacido. Aunque su evolución es silenciosa, estas enfermedades pueden causar, en el caso de no tratarse, infertilidad y otras complicaciones. Afortunadamente, ambos tipos de infección pueden curarse con antibióticos. No es raro que una misma persona tenga simultáneamente una infección por clamidia y una por gonorrea.

Recomendaciones en las adolescentes

Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), la U.S. Preventive Services Task Force (USPSTH), la American Academy of Family Physicians (AAFP) y el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) recomiendan:

  • Todas las mujeres sexualmente activas deberían someterse de forma rutinaria a un cribado de las infecciones por clamidia y gonorrea.

Los CDC y la ACOG recomiendan el cribado anual.
Para las recomendaciones durante el embarazo, consulte el artículo sobre el embarazo.

Recomendaciones en los adolescentes

Estos mismos organismos no recomiendan el cribado rutinario de estas infecciones en chicos heterosexuales sexualmente activos, aunque en función de la prevalencia de dichas infecciones en la comunidad, es posible que se recomiende. Es importante recordar que un varón infectado puede transmitir las enfermedades y que si no ha completado el tratamiento, puede incluso reinfectar a su pareja.

  • En los varones homosexuales sexualmente activos, los CDC recomiendan el cribado de las infecciones por clamidia y gonorrea anualmente (como mínimo).

Factores de riesgo

Los adolescentes sexualmente activos tienen mayor riesgo de contraer las infecciones por clamidia y gonorrea que los mayores de 25 años. El riesgo aumenta en las siguientes situaciones:

  • Ser mujer.
  • Haber tenido previamente una o ambas infecciones.
  • Tener otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente la infección por VIH.
  • Tener una nueva pareja sexual o tener varias.
  • No utilizar condones habitualmente.
  • Prostituirse.
  • Consumir drogas de abuso.
  • Empezar las relaciones sexuales ya al inicio de la adolescencia.
  • Vivir en centros penitenciarios.
  • Ser varón homosexual.

Como las tasas de reinfección son elevadas, los CDC recomiendan que después del tratamiento de una infección por clamidia o por gonorrea, se verifique a los 3 meses si persiste la infección mediante un análisis, tanto en chicos como en chicas. Es importante someterse al cribado anual de estas infecciones ya que la reinfección siempre es posible.

Enlaces

En otras webs:

KidsHealth: Clamidia
KidsHealth: Gonorrea

Diabetes

En España, como en la mayoría de los países occidentales, la prevalencia de la diabetes sigue aumentando. La diabetes tipo 1 suele diagnosticarse en las personas menores de 30 años, los signos y síntomas se desarrollan rápidamente y el diagnóstico a menudo se establece en el contexto de una atención sanitaria urgente. Por este motivo, el cribado de la diabetes tipo 1 no es necesario. La diabetes tipo 2 suele cursar en la adolescencia sin signos ni síntomas, especialmente al inicio de la enfermedad y por ello el cribado puede constituir una herramienta de gran valor. La incidencia de diabetes tipo 2 ha aumentado significativamente en todas las franjas de edad, a excepción de los menores de 10 años.

El desarrollo de la enfermedad en la adolescencia supone que la persona afectada sufrirá las consecuencias de los aumentos marcados de glucosa en sangre asociados a la diabetes. Paralelamente, aumenta el riesgo de padecer problemas graves de salud, como infarto agudo de miocardio, insuficiencia renal, ceguera y amputaciones de los pies debidas a las lesiones nerviosas que acontecen.

Factores de riesgo

El sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo (inactividad física) son factores que contribuyen al desarrollo de la diabetes. Es importante que el adolescente sea consciente de la necesidad de seguir un estilo de vida saludable (hábitos dietéticos y ejercicio físico), ya que con ello se disminuye el riesgo de desarrollar una diabetes tipo 2 y sus complicaciones.

Un adolescente con sobrepeso presenta un riesgo sustancial de desarrollar diabetes tipo 2 si además cumple con alguna de las siguientes condiciones:

Recomendaciones

La American Diabetes Association (ADA) recomienda:

  • Considerar el cribado cada 3 años en los adolescentes con sobrepeso y con 2 o más factores de riesgo de diabetes, a partir de los 10 años de edad o al inicio de la pubertad.
  • Realizar un cribado de la diabetes con alguna de las siguientes pruebas:

      -Glucosa en ayunas: esta prueba mide los valores de glucosa en sangre después de haber mantenido un         ayuno de entre 8 y 12 horas.

      -Hemoglobina A1c (HbA1c, glicohemoglobina): con esta prueba se evalúa el valor promedio de glucosa en         sangre durante los últimos 2-3 meses.

      -Prueba de tolerancia a la glucosa oral de 2 horas: se toma primero una muestra de sangre         en ayunas, posteriormente la persona ingiere un preparado con 75 gramos de glucosa y al cabo de 2 horas         se vuelve a tomar una muestra de sangre.

Si se obtiene un resultado anómalo debe repetirse la prueba y en el caso de que persista la anormalidad, se establece el diagnóstico de diabetes.

Enlaces

Asociaciones de pacientes:

ADC | Asociación de Diabetes de Cataluña

En otras webs:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Diabetes

KidsHealth: Diabetes mellitus

American Diabetes Association (ADA)

American Diabetes Association (ADA): Be Healthy Today; Be Healthy For Life, Information for Youth and their Families, Living with Type 2 Diabetes

Hepatitis B

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que actualmente existen 240 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis B.

El virus de la hepatitis B (VHB) es uno de los cinco virus causantes de las hepatitis víricas. El virus se transmite por contacto con sangre o fluidos biológicos de una persona infectada, por ejemplo, en el curso de relaciones sexuales o por compartir jeringuillas, maquinillas de afeitar o cepillos de dientes; también lo puede transmitir una embarazada a su recién nacido, en el momento del parto, o después del nacimiento.

La infección por el VHB puede ser aguda o crónica y el curso de la infección puede variar, desde formas leves que duran unas semanas, hasta formas más graves que se prolongan durante muchos años, y que generan complicaciones como cirrosis o cáncer de hígado. Según la OMS, cada año mueren más de 780.000 personas a consecuencia de la hepatitis B.

La inmensa mayoría de las personas con infección crónica por el VHB no presenta síntomas. Como prueba de cribado de la hepatitis B en personas asintomáticas, pero pertenecientes a grupos de riesgo, se emplea la prueba del antígeno de superficie (HBsAg). Actualmente, se dispone de vacunas para proteger frente a la infección por el VHB.

Factores de riesgo

  • Proceder de países con elevada prevalencia de infección por el VHB.
  • Adolescentes VIH-positivos.
  • Consumidores de drogas por vía intravenosa.
  • Compartir enseres con personas infectadas por el virus con las que se convive.
  • Varones homosexuales.

En principio, no se recomienda el cribado de la infección por el VHB en las personas no incluidas en estos grupos de riesgo.

Recomendaciones

En el año 2008, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) editaron unas guías por las que se recomienda el cribado de la infección por el VHB en los siguientes casos:

  • Profesionales de la seguridad pública y de la asistencia sanitaria pública.
  • Personas nacidas en países con prevalencia de la infección por VHB mayor del 2% (Asia, África).
  • Personas no vacunadas cuyos progenitores provienen de países con prevalencia de la infección mayor del 8%.
  • Varones homosexuales.
  • Valores elevados de enzimas hepáticos (AST, ALT) sin causa aparente.
  • Inmunosupresión (sistema inmune debilitado), por ejemplo, en los receptores de órganos transplantados.
  • Embarazadas.
  • Personas en contacto íntimo con otras infectadas por el VHB.
  • Infección por el VIH.

En el año 2014, el U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) actualizó sus recomendaciones alineándose con las recomendaciones editadas por los CDC.

Además, la AASLD recomienda el cribado del virus de la hepatitis B para:

¿Por qué realizar el cribado?

Las personas con infección crónica por el VHB tienen el riesgo de desarrollar complicaciones graves a consecuencia de la infección y además pueden transmitir involuntariamente la infección a otros individuos.

Enlaces

En otras webs:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Hepatitis B

Hepatitis C

Última revisión el 04.02.2021

El número de casos nuevos de hepatitis C ha aumentado de manera alarmante desde el año 2010, particularmente en los adultos jóvenes, y según los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) se debe a la utilización de las drogas por vía intravenosa. En algunas personas, la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) se manifiesta como una enfermedad de corta duración, habitualmente con pocos síntomas, de carácter medio o sin síntomas, y el virus desaparece del organismo sin recibir un tratamiento específico. Este cuadro se llama hepatitis C aguda.

Sin embargo, más del 50% de los pacientes que padecen una hepatitis aguda desarrollarán una hepatitis C crónica. Sin recibir el tratamiento adecuado, la hepatitis C crónica puede llevar a padecer enfermedades graves a largo plazo, como la cirrosis y el carcinoma hepatocelular, que pueden tener un desenlace fatal. La hepatitis C crónica progresa lentamente con el tiempo, de modo que los individuos infectados pueden no ser conscientes de padecer la enfermedad hasta que causa suficiente daño hepático como para afectar a la función del hígado.

De acuerdo al CDC, hay 2,4 millones de americanos viviendo con la infección por el VHC y muchos de ellos no lo saben.

Según un estudio del Ministerio de Sanidad, Seguridad Social e Igualdad de España realizado entre los años 2017 y 2018, la prevalencia de anticuerpos frente al VHC era del 0,85% y la de infección activa era del 0,22% en la población de 20 a 80 años. En España había unas 337.107 personas con anticuerpos frente al  VHC, de las que 76.839 tendrían una infección activa. De estas últimas, un 29,4% desconocía su infección, situando el número de personas con infección activa no diagnosticadas en 22.478 personas a finales del año 2017.

Factores de riesgo

El riesgo de infectarse con el VHC se produce cuando se está expuesto al virus. La hepatitis C se extiende con frecuencia por la exposición a sangre contaminada, por compartir agujas, jeringas o equipos similares que se utilizan durante el abuso de las drogas por vía intravenosa. Con menor frecuencia, la transmisión se puede producir a través de la actividad sexual, compartiendo objetos, como maquinillas de afeitar o cepillos de dientes, y también se puede transmitir de la madre infectada al niño durante el embarazo y el parto. Antes del año 1992, cuando se estableció el cribado de la hepatitis C a los donantes de sangre de manera sistemática, también era posible infectarse por la hepatitis C mediante una transfusión de sangre o un trasplante de un órgano. Los trabajadores sanitarios que se han expuesto a sangre infectada (por ejemplo: con pinchazos con agujas) también se encuentran en riesgo.

Recomendaciones

Las organizaciones sanitarias, incluyendo el CDC, la Infectious Diseases Society of America, (IDSA) y la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) recomiendan:

  • Hacer la prueba de la hepatitis C al menos una vez, a las personas con una edad ≤ 18 años, independientemente de los factores de riesgo de padecer la hepatitis C.
  • Hacer la prueba de la hepatitis C una vez, sin tener en cuenta la edad, a aquellas personas que:

       -Se han inyectado alguna vez drogas ilegales.

       -Recibieron una transfusión de sangre o un trasplante de órganos antes del mes de julio del año 1992 (antes          de que la sangre y los órganos fueran sometidos a un cribado sistemático de la hepatitis C).

       -Hayan recibido transfusiones de concentrados de factores de coagulación antes del año 1987.

       -Llevan mucho tiempo recibiendo diálisis.

       -Son niños que han nacido de una madre con el VHC positivo.

       -Han tenido una exposición a la sangre de alguien que tiene hepatitis C.

       -Son trabajadores sanitarios, de los servicios de urgencias, o de las fuerzas del orden público que han          estado expuestos a la sangre de personas que son positivas para el VHC.

       -Tienen evidencia de enfermedad hepática crónica.

       -Tienen virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

  • Pruebas periódicas para aquellos pacientes con factores de riesgo, como el uso de drogas por vía intravenosa.

El CDC también recomienda:

  • Realizar el cribado a todas las mujeres embarazadas, durante cada embarazo.
  • Realizar el cribado a cualquier persona que lo solicite.

De modo similar, el United States Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda:

  • Realizar la prueba una vez a todos los adultos, con edades comprendidas entre 18 y 79 años.
  • Hacer el cribado general a todas las personas que tengan un riesgo elevado, independientemente de la edad.
  • Realizar el cribado a todas las mujeres embarazadas, sin considerar la edad.

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en España recomienda:

  • Personas sin signos ni síntomas y sin antecedentes de exposición o situaciones de riesgo: no se recomienda el cribado de la infección por el VHC.
  • Personas con criterios clínicos compatibles con infección por el VHC: se debe descartar la infección por el VHC.
  • Personas sin signos ni síntomas de infección por VHC:

     -Realización obligatoria de la prueba del VHC: es un requisito de verificación obligatorio en los centros        de transfusión para la donación de sangre, células y tejidos (incluidas células reproductoras) y        de trasplante de órganos.

     -Oferta dirigida de la prueba del VHC: cribado de infección por el VHC en personas        con antecedentes de exposición o situación de riesgo.

     -Exposiciones y situaciones de riesgo para la infección por el VHC en las que está indicado el cribado del VHC:

              Consumo de drogas por vía inyectada y/o inhalada.

              Relación sexual de riesgo.

              Pareja sexual con infección activa por el VHC o con consumo activo de drogas intravenosas.

              Co-infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y/o de la hepatitis B (VHB).

              Tatuajes y/o procedimientos estéticos y similares realizados con                instrumental punzante sin las debidas precauciones de seguridad.

              Exposición laboral al VHC.

              Ingreso en unidades de hemodiálisis crónica.

              Intervenciones sanitarias invasivas realizadas en lugares sin las medidas de seguridad adecuadas,               como intervenciones quirúrgicas con material no esterilizado antes de 1975, o la recepción de               productos sanguíneos o hemoderivados antes de 1990.

              Recién nacidos/as de madres con infección por el VHC.

              Ingreso en centros penitenciarios.

              Procedencia de países con prevalencia de infección por el VHC media o alta.

Pruebas del VHC

  • La prueba inicial de cribado son los anticuerpos frente al VHC que detecta la presencia de anticuerpos en la sangre. Tu cuerpo produce estos anticuerpos al estar en contacto con el virus. La prueba no distingue entre una infección pasada que ha desaparecido y una infección activa.
  • Si la prueba de los anticuerpos es positiva, se realiza una segunda prueba para el virus (VHC ARN) para determinar si tienes una enfermedad activa.

Para tener más información, leer el artículo para consultar las pruebas que existen para diagnosticar la hepatitis C.

¿Por qué se realiza el cribado?

Muchas personas pueden haber contraído el virus hace años y no tener síntomas, por lo que no serían conscientes de padecer la enfermedad. La prueba que se realiza una sola vez podría detectar estas infecciones, para poder aplicar el tratamiento y hacer una prevención de las complicaciones futuras.

Las complicaciones como la cirrosis, el carcinoma hepatocelular y la muerte se pueden prevenir si se detecta la hepatitis C crónica y se trata, antes de que las lesiones en el hígado sean graves. El tratamiento para la hepatitis C permite curar más del 90% de los casos, antes de que aparezcan las complicaciones tardías.

Enlaces

Estados fisiológicos y enfermedades:

Hepatitis C

Noticias:

El premio Nobel de medicina 2020 premia a los descubridores del virus de la hepatitis C

Las personas con hepatitis C e infección por el VIH presentan mayor riesgo de desarrollar complicaciones de la enfermedad hepática

En otras webs:

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Guía de cribado de la infección por el VHC

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Prevalencia de la infección por el virus de la hepatitis C en población general en España; 2017-2018

Organización Mundial de la Salud (OMS): Hepatitis C

Asociación Española de Pediatría (AEP): Hepatitis

Medline: Hepatitis C

MayoClinic: Hepatitis C

Guía de la OMS para el screening de las hepatitis B y C

Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Hepatitis C Questions and Answers for the Public

Hipercolesterolemia

Última revisión el 17.06.2024

A partir de la infancia, la sustancia de tipo graso llamada colesterol, así como otras sustancias grasas conocidas como lípidos, empiezan a depositarse en las arterias, endureciéndose en forma de placas y provocando un estrechamiento del paso. Durante la edad adulta, la formación de la placa y los problemas de salud que se derivan, no solamente ocurren en las arterias que suministran sangre al músculo cardíaco, sino también en las arterias de todo el organismo, problema conocido como aterosclerosis. En España, tanto en hombres como en mujeres, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte, y la cantidad de colesterol en la sangre afecta en gran medida a las posibilidades de una persona de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Se dispone cada vez de mayor evidencia respecto a que los procesos biológicos que preceden a un infarto agudo de miocardio y a la enfermedad cardiovascular empiezan durante la infancia, aunque no ocasionan ninguna sintomatología ni se manifiestan en forma de enfermedad hasta la edad media de la vida o incluso más tarde. Unos hábitos de vida saludables ya durante la infancia y la adolescencia, como realizar una actividad física de manera regular y seguir una dieta sana, limitando además la ingesta de grasas saturadas y de grasas trans, protegen frente a la enfermedad cardiovascular en la etapa adulta.

Identificar de forma precoz y controlar la hipercolesterolemia durante la juventud reduce sustancialmente el riesgo futuro de enfermedad cardiovascular.

Recomendaciones

En un esfuerzo para prevenir cuanto antes la enfermedad cardiovascular, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda en los adolescentes realizar el cribado de la misma con un análisis, en el que se evalúan los lípidos y el colesterol en sangre. Un perfil lipídico incluye de manera característica la medida de colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL y triglicéridos. Se puede calcular el colesterol no-HDL restando el colesterol HDL del colesterol total.

La AAP recomienda de manera más detallada:

  • Entre los 12 y 16 años de edad:

        -No realizar el cribado rutinario si no existen factores de riesgo.

        -Si existen factores de riesgo, solicitar un perfil lipídico un par de veces en esta franja de edad.

  • Entre los 17 y 21 años de edad:

        -Realizar el cribado a pesar de que no existan factores de riesgo: solicitar un perfil lipídico.

        -En el caso de hallar algún resultado alterado, repetir el perfil lipídico en ayunas.

En el caso de que se detecten valores de lípidos alterados en los adolescentes, la AAP recomienda, como primera medida, modificar los hábitos dietéticos y realizar más ejercicio físico. En algunos casos en los que no se observa mejoría con las medidas iniciales, puede estar indicado algún tipo de tratamiento.

Factores de riesgo

  • Historia familiar. El riesgo para el adolescente es mayor si algún progenitor, abuelo, tío o hermano tiene:

            -Un aumento del colesterol total en sangre (igual o superior a 240 mg/dL).

            -Antecedentes familiares (personas menores de 55 años si son varones, o menores de 65 años si son mujeres)               de enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, angina de pecho, bypass coronario, stent, angioplastia,               ictus o muerte súbita cardiaca).

            -Historia familiar de hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo u obesidad.

            -Antecedentes familiares de afecciones médicas asociadas a anomalías del colesterol (trasplante de               órganos, lupus eritematoso sistémico, síndrome nefrótico).

  • Historia personal. El riesgo del adolescente aumenta en las siguientes situaciones:

            -Sobrepeso u obesidad.

            -Dieta rica en grasas, especialmente en grasas saturadas o grasas trans.

            -Ejercicio físico insuficiente.

            -Diabetes o hipertensión.

            -Otra enfermedad subyacente.

            -Consumo de tabaco.

Los valores se consideran elevados cuando se superan los 200 mg/dL de colesterol total o bien los 130 mg/dL de colesterol LDL.

Enlaces

En otras webs:

KidsHealth: Colesterol

Asociación Española de Pediatría (AEP): Dislipemia

AHA 2020 Goals for Children and Adolescents- Don’t Let Perfect Be the Enemy of Good

Hipertensión

Última revisión el 24.01.2021

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al empujar contra las paredes de las arterias. La presión arterial elevada, también conocida como hipertensión, se produce cuando constantemente la sangre empuja con demasiada fuerza las paredes arteriales.

Según los Centers for Disease Control (CDC), aproximadamente el 4% de los jóvenes con edades comprendidas entre 12 y 19 años tienen la presión arterial elevada. Otro 10% tiene los valores de la presión arterial por encima de lo que se considera como valor óptimo, pero no lo suficientemente elevada como para establecer el diagnóstico de hipertensión.

La detección y el tratamiento de la presión arterial elevada es importante, porque con el tiempo la hipertensión produce daños en el sistema circulatorio y contribuye al desarrollo del síndrome coronario agudo, accidente cerebrovascular, y posteriormente, otros problemas de salud con los años. La hipertensión produce 1 de cada 7 muertes en los Estados Unidos. En general, cuanto más elevada es la presión arterial, mayor es el daño potencial para el corazón del niño y para otros órganos, como los riñones, el cerebro o los ojos.

La hipertensión es un factor de riesgo para el desarrollo futuro de graves problemas de salud. Por ello, como la presión arterial aumenta con la edad, incluso los adolescentes deben prestar atención a los valores de su presión arterial. La hipertensión en las personas jóvenes está con frecuencia unida a la obesidad.

La mayoría de las personas con presión arterial elevada no son conscientes de ello, porque no presentan síntomas obvios. El único medio de conocer si se tiene la presión arterial elevada es medirla.

¿Cómo se mide la presión arterial?

La presión arterial se medía tradicionalmente en las instalaciones sanitarias utilizando un brazalete con un medidor de presión (esfingomanómetro). El brazalete se coloca alrededor de la parte superior del brazo y se llena de aire evitando su salida. Después se van liberando pequeñas cantidades del aire del brazalete, de modo que el flujo de la sangre retorna lentamente al brazo. La presión que se mide en el interior del brazalete será la misma que hay en el interior de las arterias.

En la presión arterial se dan dos cifras. La presión arterial sistólica es la que tiene el corazón al latir. La presión arterial diastólica es la que tiene el corazón al relajarse entre dos latidos. En conjunto, se escribe la sistólica por encima de la diastólica. Por ejemplo, una presión arterial de 120/80 mm Hg (milímetros de mercurio) corresponde a una presión sistólica de 120 y a una diastólica de 80.

El utilizar un esfingomanómetro se considera todavía como el mejor método, pero habitualmente se emplean dispositivos que combinan un brazalete de presión arterial con sensores electrónicos que se usan para medir dicha presión arterial. Otro método es utilizar un dispositivo que monitoriza y registra la presión arterial a intervalos regulares durante el día, para evaluar la presión arterial a lo largo del tiempo. Este sistema es muy útil durante el proceso diagnóstico y permite descartar la hipertensión de “bata blanca”, que son las medidas elevadas que se producen en la consulta médica, pero no en otros momentos.

Una simple medición de la presión arterial no es suficiente para diagnosticar la hipertensión. Habitualmente se deben tomar múltiples lecturas y en distintos días. El diagnóstico de hipertensión se establece si las medidas son consistentemente elevadas.

La presión arterial del adolescente puede variar mucho entre las visitas médicas o incluso en la misma visita. Por eso es importante tener muchas medidas a lo largo del tiempo, antes de diagnosticar y tratar la hipertensión en el niño y en el adolescente.

¿Cuál es la presión arterial normal?

La presión arterial alta en los adolescentes se define de forma diferente a los adultos. En el año 2017 las guías de práctica clínica de la American Academy of Pediatrics (AAP) recomiendan que se comparen las presiones arteriales de los adolescentes con las tablas de los datos publicadas para niños sanos del mismo sexo y altura. Si el adolescente tiene una presión arterial mayor que el 90 ó 95 % de los niños de su misma edad y altura, entonces puede tener una presión arterial elevada.

Factores de riesgo

Algunos factores de riesgo relacionados con el estilo de vida son especialmente relevantes en el desarrollo de hipertensión en los adolescentes:

  • Exposición al tabaco: por ejemplo: fumar cigarrillos.
  • Obesidad.
  • No realizar suficiente ejercicio, inactividad.
  • Dieta no saludable.

Hay otros factores de riesgo también relacionados con el estilo de vida:

  • Consumo elevado de alcohol.
  • Dieta con alto contenido de sal.

Todos estos factores se pueden controlar adquiriendo hábitos de vida saludable.

Además hay otros factores de riesgo que no están relacionados con el estilo de vida y no se pueden modificar:

  • Descendencia afroamericana.
  • Historia familiar de presión arterial elevada.

A veces las medicaciones, el consumo de drogas ilegales o algunas enfermedades como la diabetes, la enfermedad renal o la enfermedad tiroidea, pueden producir una hipertensión. Este tipo se llama hipertensión secundaria y cuando se tratan esas enfermedades o se interrumpe la medicación, desaparece la causa que produce la hipertensión.

La Fundación Española del Corazón (FEC) ha elaborado un vídeo sobre la hipertensión en el que explica, entre otras cosas, cómo se mide la presión arterial, por qué es necesario medirla, cuáles son sus causas más frecuentes y cómo puede afectar al organismo.

Recomendaciones de cribado

En el año 2017 las guías de práctica clínica de la American Academy of Pediatrics (AAP), aprobadas por la American Heart Association (AHA) recomiendan medir la presión arterial anualmente en los adolescentes sanos.

La AAP recomienda que a los adolescentes que tienen ciertas enfermedades o situaciones médicas se les debería medir la presión arterial en cada consulta médica de salud. Entre ellas se incluyen

  • Obesidad.
  • Tratamiento de la hipertensión con medicamentos.
  • Diabetes.
  • Enfermedad renal.
  • Estrechamiento grave de la arteria aorta, que es la mayor arteria que transporta la sangre oxigenada por el cuerpo.

Las guías clínicas de hipertensión en los niños del año 2015 de la American Heart Association (AHA) y la American Thoracic Society (ATS) reconocen que las causas de hipertensión en los adolescentes, a menudo son diferentes que las de los adultos. Ambas sociedades insisten en la importancia de clasificar el tipo de hipertensión en el adolescente y establecer un tratamiento.

Enlaces

Estados fisiológicos y enfermedades:

Hipertensión

Noticias:

Hipertensión arterial: nuevo enfoque

Nuevos biomarcadores en orina para detectar el daño renal incipiente en la hipertensión

La hipertensión es el factor de riesgo modificable más importante

Videos:

Fundación Española del Corazón: Presión arterial

En otras webs:

Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA): Hipertensión arterial en la adolescencia

Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP): El niño o adolescente con hipertensión arterial

Stanford Medicine Children’s Health: Presión arterial alta en niños y adolescentes

Healthychildren.org. Evaluación y tratamiento de niños con presión arterial alta: explicación del informe de la AAP

Obesidad

Última revisión el 16.01.2021

La obesidad en la población constituye una preocupación de las autoridades sanitarias en los países desarrollados.

Los diversos estudios con los que cuenta el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (Encuesta Nacional de Salud o Estudio EnKid) estiman que el 6,2% de la población infantil y juvenil española no desayuna habitualmente y que existe una relación clara entre este mal hábito alimenticio y la obesidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Más de mil millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, al menos 300 millones son obesas, por lo que es imprescindible una prevención en las edades tempranas de la vida. Recientemente, la OMS ha elaborado unas directrices “Directrices de la OMS sobre la actividad física y hábitos sedentarios”, con el objetivo de promocionar las políticas nacionales para la realización del ejercicio físico, adaptándolo a la situación o edad de cada persona.

Las consecuencias de la obesidad en la salud del futuro adulto son diversas e incluyen un aumento del riesgo de desarrollar una diabetes tipo 2, tener hipertensión arterial, junto con un aumento de los valores de colesterol en sangre, problemas en las articulaciones, apnea del sueño y trastornos de índole psicológica y social. Los niños que siguen siendo obesos durante la adolescencia y la edad adulta presentan un mayor riesgo de tener problemas graves de salud, como infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular y algunos cánceres.

El IMC (índice de masa corporal) es una herramienta de cribado útil para conocer la cantidad de grasa corporal. Esta medida se puede usar para determinar si un niño o un adolescente tiene obesidad o sobrepeso. El cuerpo de los niños y adolescentes cambian con la edad y difiere entre chicos y chicas. Por lo tanto, se debe considerar en un niño o en un adolescente el peso y la altura, así como la edad y sexo para calcular el IMC.

  • Sobrepeso: se considera que un adolescente tiene sobrepeso cuando su IMC se sitúa entre el percentil 85 y el percentil 94 de las curvas estandarizadas de desarrollo.
  • Obesidad: se considera que un adolescente es obeso cuando su IMC supera el percentil 95 de las curvas estandarizadas de desarrollo.

Los cálculos del índice de masa corporal en los adolescentes tienen que ser muy precisos y relacionados con las tablas de crecimiento. Por ello, la visita con el pediatra es la que genera la información más fiable.

Como una primera aproximación, puedes calcular tu índice de masa corporal (IMC) aquí:

Powered by YAZIO

Recomendaciones de cribado

Las diferentes organizaciones de salud recomiendan realizar el cribado en niños y adolescentes, pero difieren con respecto al comienzo de la edad de cribado.

La American Academy of Pediatrics (AAP) aconseja a los pediatras controlar la obesidad en los niños a partir de los dos años de edad. El profesional sanitario debería evaluar el peso del niño, como mínimo una vez al año. Se deben controlar los cambios del IMC en cada visita. Si el niño o el adolescente comienza a aumentar el percentil del IMC, el pediatra debería indicar un cambio de estilo de vida, incluyendo la dieta y la realización de ejercicio físico, e incluso un tratamiento médico, antes de que se acerque al percentil 85 y 95.

La Canadian Task Force on Preventive Health Care (CTFPHC) recomienda que los niños y adolescentes con una edad menor o igual a 17 años deben tener controlado su crecimiento en las diferentes visitas de salud.

Según las recomendaciones del U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) se debe realizar un cribado de la obesidad a los niños con 6 años y mayores de 6, y ofrecerles los programas de control de peso, si lo precisan. Dicha organización considera que el IMC es una medida aceptable para determinar el exceso de peso.

La American Academy of Family Physicians (AAFP) establece las mismas recomendaciones que la U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF).

Por lo tanto, estaría muy indicado que en cada control médico se revisen y discutan los aspectos referentes a los patrones de alimentación del niño, nivel de actividad física y tendencia al sedentarismo. También merece la pena dedicar una especial atención a los antecedentes familiares de obesidad, diabetes de tipo 2 e hipertensión, junto con otras medidas físicas que el médico le pueda indicar. El objetivo final es prevenir y corregir los problemas de sobrepeso y obesidad a partir de su identificación y de una intervención precoz por parte del pediatra: En resumen, dieta y ejercicio para alcanzar un peso saludable y un IMC correcto.

Enlaces

Noticias:

Uno de cada cinco españoles tendrá obesidad en 2030 según la OCDE

Embarazo y sobrepeso

En otras webs:

Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030: Estudio Aladino 2023

DKV. Salud y seguros médicos: Estudio sobre la situación de la obesidad infantil en España

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Porcentaje de personas con obesidad, por sexo según comunidad autónoma

Organización Mundial de la Salud (OMS): Obesidad y sobrepeso

Organización Mundial de la Salud (OMS): Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios

Asociación Española de Pediatría (AEP): Obesidad y sobrepeso

Sociedad Española de Obesidad (SEEDO)

Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)

Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA)

Healthychildren.org: Obesidad

Tuberculosis

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por el Mycobacterium tuberculosis. Afecta principalmente a los pulmones, aunque puede resultar afectada cualquier otra zona del organismo. La enfermedad se transmite entre las personas por vía aérea, a través de pequeñas gotas y secreciones, como esputo o aerosoles eliminados al toser, estornudar, reir o resprar.

La mayoría de las personas infectadas por el Mycobacterium tuberculosis es capaz de confinar el bacilo en el interior de algunas pocas células de los pulmones; en ellas, el microorganismo permanece vivo, aunque en estado latente o en una forma inactiva. La persona con una infección tuberculosa latente no se siente enferma ni es infecciosa y en la mayor parte de casos, la infección no progresa a una tuberculosis activa. Sin embargo, algunas personas, especialmente las inmunocomprometidas, evolucionan directamente de la infección inicial hacia una forma de tuberculosis activa. Las personas infectadas por el VIH tienen mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad en el caso de exponerse al microorganismo. Por otra parte, en las personas con formas latentes de tuberculosis, la probabilidad de desarrollar una forma activa de TB aumenta cuando pasan por un período de debilitamiento de su sistema inmunitario. Debe tenerse en cuenta que actualmente se conocen formas de TB resistentes a los antibióticos prescritos típicamente para tratar la enfermedad.

La tuberculosis es una de las enfermedades con mayor mortalidad y constituye un problema de salud pública mundial, especialmente en los grupos poblacionales de mayor riesgo. Las recomendaciones actuales defienden el cribado de la TB en dichos grupos poblacionales.

Recomendaciones

En adolescentes, la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda la realización de la prueba cutánea de la tuberculosis (TB) en los siguientes casos:

  • Exposición a personas con sospecha de tuberculosis o con tuberculosis activa.
  • Inmigrantes de países en los que esta enfermedad es endémica.
  • Hallazgos clínicos o con radiografías sugestivos de tuberculosis.

Además, se recomienda el cribado anual de la tuberculosis con la prueba cutánea, en los adolescentes infectados por el VIH, así como en adolescentes internados en centros penitenciarios. También se recomienda un cribado cada 2 a 3 años en adolescentes que hayan estado en contacto con personas de elevado riesgo, en los que viven en áreas de elevada prevalencia, en los que tienen que viajar a países con elevada prevalencia de la enfermedad y en los hijos de inmigrantes que provengan de áreas geográficas con elevada prevalencia de tuberculosis.

Enlaces

En otras webs:

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): La tuberculosis y los niños
Healthychildren.org: La tuberculosis en niños y adolescentes

Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

Última revisión el 13.07.2024

El VIH o virus de la inmunodeficiencia humana es el agente causante del SIDA (síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida). En las primeras fases de la infección por VIH, pueden no existir síntomas, o en el caso de que existan, pueden ser inespecíficos y similares a los síntomas de la gripe, y resolverse al cabo de poco tiempo. Si no se detecta la infección ni se trata, la enfermedad puede ir progresando de tal manera, que con el paso del tiempo, el VIH destruye el sistema inmunitario y favorece que el individuo sea especialmente vulnerable a diversas infecciones.

Según datos del Ministerio de Sanidad, en el año 2022 se notificaron en España 2956 nuevos casos de infección por VIH. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tasas de nuevos diagnósticos de VIH son similares a las de otros países de Europa. La vía sexual es la principal vía de transmisión de la infección. Los hombres suponen el 85,7% de los nuevos diagnósticos de VIH. La mediana de edad al diagnóstico de la infección es de 36 años, siendo más jóvenes los hombres que las mujeres. Las tasas más altas se producen en el grupo de edad de 25 a 34 años. En 2022, se notificaron 36 casos de VIH en adolescentes (<19 años).  

La infección por VIH puede transmitirse por alguna de las siguientes vías:

  • Mantener relaciones sexuales sin protección con una persona infectada.
  • Compartir jeringuillas y agujas, por ejemplo, en los consumidores de drogas por vía intravenosa.
  • Durante el embarazo y el parto, en caso de que la mujer tenga la infección. El feto en desarrollo puede resultar infectado.
  • Contacto directo con sangre infectada.
  • Actualmente, el riesgo de contraer la infección a partir de transfusiones de sangre es extremadamente bajo. No obstante, antes de que se realizara el cribado de la infección por VIH en todas las unidades de sangre donadas, era posible que se adquiriera la infección por VIH a través de alguna transfusión de sangre o de alguno de sus componentes.

¿Por qué realizar el cribado?

El cribado de la infección por VIH se ha convertido en una práctica rutinaria en la población de riesgo. Esto es porque el diagnóstico precoz de la infección se traduce en un tratamiento oportuno y efectivo, que permite enlentecer la progresión a SIDA. Toda la sociedad se beneficia del diagnóstico precoz de la infección. Las personas que saben que están infectadas pueden modificar sus conductas, para no exponer a otras personas a la infección, por contacto con su sangre o fluidos biológicos, y por lo tanto, pueden contribuir a limitar la diseminación de la enfermedad. El tratamiento de la infección en una adolescente embarazada VIH-positiva impide la transmisión de la infección al bebé.

Se recomienda que toda persona que quiera conocer su estado de salud respecto a la infección por VIH debería hacerse una prueba de detección de VIH, y que toda la población debería hacerse la prueba al menos una vez en la vida.

¿Cómo conocer el riesgo personal de contraer la infección por VIH?

Son diversas las situaciones que conducen a tener un mayor riesgo de contraer la infección por VIH:

  • Mantener relaciones sexuales sin protección con más de una pareja; el hecho de tener una enfermedad de transmisión sexual (ETS) predispone a que un individuo sea más susceptible a la infección cuando mantiene relaciones sexuales con una persona infectada. 
  • Hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mantienen relaciones sexuales de riesgo.
  • Prostitución.
  • Ser la pareja sexual de una persona con la infección.
  • Consumo actual o previo de drogas de abuso por vía intravenosa.
  • Mantener o haber mantenido relaciones sexuales con una persona de la que no se conocen sus comportamientos sexuales habituales, o que cumpla cualquiera de las características mencionadas.

La frecuencia con la que se realiza el cribado es variable, en función de si la relación sexual es monógama y larga o de si la pareja ha mantenido relaciones sexuales con más de una persona en los últimos meses.

Pruebas de cribado

Actualmente en las diferentes guías europeas se recomienda preferentemente la utilización de las técnicas de cuarta generación, que incluyen la determinación simultánea de anticuerpos (anti-VIH-1 y anti-VIH-2) y de antígeno p24 del VIH-1. Tienen la ventaja con respecto a las técnicas de tercera generación (que solamente detectan anticuerpos) de reducir a dos - cuatro semanas el tiempo entre la adquisición de la infección y la detección de un resultado positivo al VIH.

Como alternativa, en determinadas circunstancias o contextos, es posible el uso de pruebas rápidas o de autodiagnóstico, que pueden adquirirse en las oficinas de farmacia. Se definen como pruebas de fácil realización, de interpretación subjetiva (ya que la lectura no está automatizada) y capaces de proporcionar un resultado en un corto periodo de tiempo (generalmente en menos de 30 minutos). Se pueden realizar a partir de diferentes fluidos corporales, como sangre, suero, plasma y saliva. Esta prueba permite detectar la infección por el VIH-1 y VIH-2, aunque el resultado positivo debe ser confirmado mediante otra prueba de laboratorio estándar, para lo que deberá acudir a su médico.

Es importante recordar también otras limitaciones de las pruebas de cribado de la infección por VIH:

  • Un resultado negativo indica solamente que en el momento de la obtención de la muestra no existe aparentemente evidencia de infección. En el caso de pertenecer a un grupo de riesgo, es recomendable repetir la prueba al cabo de cierto tiempo.
  • Los anticuerpos pueden detectarse entre las 2 y 8 semanas después de la exposición al virus. Si la exposición es más reciente, los valores de anticuerpos podrían ser demasiado bajos como para ser detectados. Sería conveniente repetir la prueba al cabo de un tiempo, e incluso utilizar la que combina anticuerpos y antígeno del virus.
  • Un resultado positivo no confirma el diagnóstico. Cualquier resultado positivo debe confirmarse con una segunda prueba, distinta a la primera, en la que se detectan diferentes antígenos y con la que se pueden diferenciar VIH-1 y VIH-2.

Recomendaciones para el cribado

  • Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan la realización del cribado, como mínimo, una vez en la vida a todas las personas entre 13 y 64 años de edad, independientemente del sexo, orientación sexual, raza o grupo étnico, y riesgo para contraer la infección. Los CDC recomiendan un cribado anual si se pertenece a alguno de los grupos de población con elevado riesgo de contraer la infección por VIH.
  • El American College of Physicians (ACP) recomienda que los médicos adopten la detección sistemática del VIH y alienten a los pacientes a que se hagan la prueba, y que los médicos determinen la necesidad de repetir la detección de forma individual, en las personas mayores de 13 años.
  • La U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda el cribado a todas las personas con edades comprendidas entre los 15 y 64 años.También recomienda realizar pruebas de detección de la infección por VIH a todas las embarazadas, así como a los adolescentes más jóvenes y a los adultos mayores (fuera del rango de edad de 15 a 65 años) si tienen un mayor riesgo de infección.
  • La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda la detección sistemática y universal del VIH al menos una vez para todos los adolescentes ≥15 años. Los adolescentes con mayor riesgo de infección por VIH (incluidos los adolescentes masculinos que tienen relaciones sexuales con hombres, los usuarios activos de drogas inyectables y los jóvenes transgénero) deberían volver a someterse a evaluaciones al menos una vez al año y, potencialmente, con una frecuencia de hasta cada 3 a 6 meses.
  • El Ministerio de Sanidad de España recomienda que toda la población debería hacerse la prueba al menos una vez en la vida, y hace especial mención a determinadas situaciones en las que recomiendan realizar la prueba (haber mantenido relaciones sexuales con una persona infectada, haber compartido material de punción, haber padecido hepatitis, tuberculosis o una ETS).
  • Para recomendaciones en las embarazadas, consultar el artículo sobre el embarazo.

Se recomienda el cribado de la infección en casos concretos como:

  • Hepatitis, tuberculosis o enfermedades de transmisión sexual.
  • Receptores de transfusiones sanguíneas antes del año 1985, o pareja sexual que la recibiera y que posteriormente haya sido VIH-positiva.
  • Profesional sanitario con exposición directa a la sangre.
  • Cualquier persona que crea haber quedado expuesta al VIH.

Consultar al médico

No debe sorprender a nadie que el médico quiera realizar una prueba de cribado de la infección por VIH, aunque la persona es libre de negarse a realizarla. La realización de esta prueba de manera rutinaria permite administrar el tratamiento a las personas infectadas, a la vez que estas pueden tomar medidas para proteger a sus parejas o a sus futuros hijos.

En el caso de obtener un resultado positivo en una prueba de autodiagnóstico, se recomienda acudir al médico urgentemente para confirmar el resultado y realizar un seguimiento.

Enlaces

En otras webs:

Medline: Viviendo con VIH

MayoClinic: VIH/sida

Ministerio de Sanidad: División de control de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis