Última revisión el 24.01.2021
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al empujar contra las paredes de las arterias. La presión arterial elevada, también conocida como hipertensión, se produce cuando constantemente la sangre empuja con demasiada fuerza las paredes arteriales.
Según los Centers for Disease Control (CDC), aproximadamente el 4% de los jóvenes con edades comprendidas entre 12 y 19 años tienen la presión arterial elevada. Otro 10% tiene los valores de la presión arterial por encima de lo que se considera como valor óptimo, pero no lo suficientemente elevada como para establecer el diagnóstico de hipertensión.
La detección y el tratamiento de la presión arterial elevada es importante porque con el tiempo la hipertensión produce daños en el sistema circulatorio y contribuye al desarrollo del síndrome coronario agudo, accidente vascular cerebral, y posteriormente, otros problemas de salud con los años. La hipertensión produce 1 de cada 7 muertes en los Estados Unidos. En general, cuanto más elevada es la presión arterial, mayor es el daño potencial para el corazón del niño y para otros órganos como los riñones, el cerebro o los ojos.
La hipertensión es un factor de riesgo para el desarrollo futuro de graves problemas de salud. Por ello, como la presión arterial aumenta con la edad, incluso los adolescentes deben prestar atención a los valores de su presión arterial. La hipertensión en las personas jóvenes está con frecuencia unida a la obesidad.
La mayoría de las personas con presión arterial elevada no son conscientes de ello, porque no presentan síntomas obvios. El único medio de conocer si se tiene la presión arterial elevada es medirla.
¿Cómo se mide la presión arterial?
La presión arterial se medía tradicionalmente en las instalaciones sanitarias utilizando un brazalete con un medidor de presión (esfingomanómetro). El brazalete se coloca alrededor de la parte superior del brazo y se llena de aire evitando su salida. Después se van liberando pequeñas cantidades del aire del brazalete, de modo que el flujo de la sangre retorna lentamente al brazo. La presión que se mide en el interior del brazalete será la misma que hay en el interior de las arterias.
En la presión arterial se dan dos cifras. La presión arterial sistólica es la que tiene el corazón al latir. La presión arterial diastólica es la que tiene el corazón al relajarse entre dos latidos. En conjunto, se escribe la sistólica por encima de la diastólica. Por ejemplo, una presión arterial de 120/80 mm Hg (milímetros de mercurio) corresponde a una presión sistólica de 120 y a una diastólica de 80.
El utilizar un esfingomanómetro se considera todavía como el mejor método, pero habitualmente se emplean dispositivos que combinan un brazalete de presión arterial con sensores electrónicos que se usan para medir dicha presión arterial. Otro método es utilizar un dispositivo que monitoriza y registra la presión arterial a intervalos regulares durante el día para evaluar la presión arterial a lo largo del tiempo. Este sistema es muy útil durante el proceso diagnóstico y permite descartar la hipertensión de “bata blanca”, que son las medidas elevadas que se producen en la consulta médica, pero no en otros momentos.
Una simple medición de la presión arterial no es suficiente para diagnosticar la hipertensión. Habitualmente se deben tomar múltiples lecturas y en distintos días. El diagnóstico de hipertensión se establece si las medidas son consistentemente elevadas.
La presión arterial del adolescente puede variar mucho entre las visitas médicas o incluso en la misma visita. Por eso es importante tener muchas medidas a lo largo del tiempo antes de diagnosticar y tratar la hipertensión en el niño y en el adolescente.
¿Cuál es la presión arterial normal?
La presión arterial alta en los adolescentes se define de forma diferente a los adultos. En el año 2017 las guías de práctica clínica de la American Academy of Pediatrics recomiendan que se comparen las presiones arteriales de los adolescentes con las tablas de datos publicadas para niños sanos del mismo sexo y altura. Si el adolescente tiene una presión arterial mayor que el 90 ó 95 % de los niños de su misma edad y altura, entonces puede tener una presión arterial elevada.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo relacionados con el estilo de vida son especialmente relevantes en el desarrollo de hipertensión en los adolescentes:
- Exposición al tabaco (por ejemplo: fumar cigarrillos).
- Obesidad.
- No realizar suficiente ejercicio, inactividad.
- Dieta no saludable.
Hay otros factores de riesgo también relacionados con el estilo de vida:
- Consumo elevado de alcohol.
- Dieta con alto contenido de sal.
Todos estos factores se pueden controlar adquiriendo hábitos de vida saludable.
Además hay otros factores de riesgo que no están relacionados con el estilo de vida y no se pueden modificar:
- Descendencia afroamericana.
- Historia familiar de presión arterial elevada.
A veces las medicaciones, el consumo de drogas ilegales o algunas enfermedades como la diabetes, la enfermedad renal o la enfermedad tiroidea, pueden producir una hipertensión. Este tipo se llama hipertensión secundaria y cuando se tratan esas enfermedades o se interrumpe la medicación, desaparece la causa que produce la hipertensión.
La Fundación Española del Corazón ha elaborado un vídeo sobre la hipertensión en el que explica, entre otras cosas, cómo se mide la presión arterial, por qué es necesario medirla, cuáles son sus causas más frecuentes y cómo puede afectar al organismo.
Recomendaciones de cribado
En el año 2017 las guías de práctica clínica de la American Academy of Pediatrics (AAP), aprobadas por la American Heart Association recomiendan medir la presión arterial anualmente en los adolescentes sanos.
La AAP recomienda que a los adolescentes que tienen ciertas enfermedades o situaciones médicas se les debería medir la presión arterial en cada consulta médica de salud. Entre ellas se incluyen
- Obesidad.
- Tratamiento de la hipertensión con medicamentos.
- Diabetes.
- Enfermedad renal.
- Estrechamiento grave de la arteria aorta, que es la mayor arteria que transporta la sangre oxigenada por el cuerpo.
Las guías clínicas de hipertensión en los niños del año 2015 de la American Heart Association y la American Thoracic Society’s reconocen que las causas de hipertensión en los adolescentes, a menudo son diferentes que las de los adultos. Ambas sociedades insisten en la importancia de clasificar el tipo de hipertensión en el adolescente y establecer un tratamiento.
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En otras webs
Fundación Española del Corazón: Presión arterial
Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia: Hipertensión arterial en la adolescencia.
Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria: El niño o adolescente con hipertensión arterial.
Stanford Children’s Health: Presión arterial alta en niños y adolescentes.
Healthychildren.org: Evaluación y tratamiento de niños con presión arterial alta: explicación del informe de la AAP.
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