En las mujeres embarazadas, para establecer el riesgo de tener un bebé (feto) con alguna anomalía cromosómica concreta.
ADN fetal en sangre materna
Durante o después de la décima semana del embarazo.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa del brazo de la madre.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
El ADN fetal en sangre materna (cffDNA) es una prueba relativamente nueva, que es útil para establecer el riesgo de que una embarazada tenga un bebé (feto) con alguna anomalía cromosómica como el síndrome de Down (trisomía 21), síndrome de Edwards (trisomía 18) o síndrome de Patau (trisomía 13). También puede resultar útil para identificar las anomalías de los cromosomas sexuales (cambios en el número de cromosomas X o Y). Algunos laboratorios también ofrecen la posibilidad de detectar patologías causadas por la desaparición de pequeños fragmentos de los cromosomas, son los llamados síndromes de microdeleción.
Cualquier duda sobre la prueba más adecuada en cada caso concreto debería ser resuelta por el médico o solicitando asesoramiento genético.
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¿Cuándo se solicita?
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¿Qué significa el resultado?
Los resultados se pueden clasificar en “riesgo bajo” (negativo) o “riesgo alto” (positivo).
Un resultado “negativo” o de “bajo riesgo” en la prueba significa que es muy poco probable que el feto tenga una de las trisomías que se puede detectar. La mayoría de las pruebas de cribado evalúan el riesgo para el síndrome de Down (trisomía 21), síndrome de Edwards (trisomía 18) o síndrome de Patau (trisomía 13). En ocasiones también se estudian los cromosomas sexuales (X e Y) y ciertos síndromes de microdeleción.
Es importante tener en cuenta que el ADN fetal en sangre materna es una prueba de cribado y no de diagnóstico, por lo que es posible que el bebé tenga una alteración cromosómica aunque el resultado sea de riesgo bajo (falso negativo). Además, esta prueba no evalúa todos los cromosomas y no detecta muchas alteraciones causadas por cambios pequeños en el ADN. Esto significa que pueden estar presentes otras enfermedades cromosómicas o genéticas y no ser detectadas por esta prueba.
Un resultado de ADN fetal en sangre materna “positivo” o de “alto riesgo” significa que el feto presenta un elevado riesgo de tener una anomalía cromosómica. Sin embargo, aunque la capacidad de la prueba de detectar el síndrome de Down es bastante buena, no es lo suficientemente buena para identificar las alteraciones de otros cromosomas como el 18, el 13 o el X. Es importante también tener en cuenta que se trata de una prueba de cribado y no de diagnóstico, por lo que es posible que el bebé no tenga la alteración detectada (falso positivo).
Para realizar el diagnóstico se pueden utilizar pruebas invasivas como la biopsia corial que obtiene tejido de la placenta entre las semanas 10 y 13 de gestación, o la amniocentesis que obtiene líquido amniótico a partir de la semana 16. En estas muestras se puede realizar un estudio de los cromosomas mediante un cariotipo o microarray para descartar o confirmar cualquier anomalía cromosómica.
En ocasiones, el resultado puede ser “indeterminado” cuando la cantidad de ADN fetal en la sangre materna es insuficiente. Existen diversos factores que afectan a esta medición, como la edad gestacional, la presencia de varios fetos (gemelos) o el peso de la madre. Las mujeres obesas suelen tener una concentración de ADN fetal en sangre más baja.
El American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y la Society for Maternal-Fetal Medicine (SMFM) recomiendan que a las mujeres con un resultado “indeterminado” se les realice una biopsia corial o una amniocentesis en vez de repetir el cribado (excepto si la muestra se recogió por error antes de la 10ª semana). En las mujeres obesas estaría indicado el uso de otro tipo de cribado prenatal que esté menos afectado por el peso en vez del ADN fetal en la sangre materna.
Existen diversos tipos de pruebas de cribado prenatal no invasivo. Los profesionales sanitarios deben ofrecer el asesoramiento genético antes de la realización de la prueba y después de la obtención de los resultados. Si existen dudas acerca de la interpretación del resultado, se recomienda derivar la paciente a un especialista.
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¿Está indicada siempre la prueba de ADN fetal en sangre materna (cffDNA)?
Esta prueba es solo una de las opciones disponibles para el cribado de las cromosomopatías y en algunos casos no se realiza de forma rutinaria. Se puede comentar con el médico para tomar decisiones informadas. También es posible la derivación del paciente a un especialista en asesoramiento genético para que reciba información acerca de las limitaciones y beneficios de este cribado y el significado de un resultado “positivo” o “negativo”.
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Aparte de la prueba de ADN fetal en sangre materna, ¿qué otras opciones de cribado neonatal están disponibles?
Otras opciones pueden incluir:
- Cribado del primer trimestre del embarazo: incluye una ecografía para medir el grosor de la parte posterior del cuello del feto (translucencia nucal) y un análisis de sangre para medir la proteína A asociada al embarazo (PAPP-A) y la gonadotropina coriónica humana (hCG).
- Cribado del segundo trimestre del embarazo: incluye un análisis de sangre para medir la alfa-fetoproteína, gonadotropina coriónica humana y estriol conjugado (triple cribado). En ocasiones incluye también la inhibina A (cribado cuádruple).
- Cribado combinado: combina los resultados de las pruebas de cribado del primer y segundo trimestre.
Si alguna de estas pruebas de cribado son positivas y muestran un riesgo elevado de cromosomopatías, se recomienda una prueba diagnóstica como la biopsia corial o la amniocentesis. No se recomienda realizar varias pruebas de cribado, por lo que aunque muchas veces se ofrece el ADN fetal en sangre materna tras un cribado serológico positivo, el procedimiento recomendado es la utilización de una prueba diagnóstica invasiva.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) considera que la realización del análisis de ADN fetal en sangre materna en pacientes que tuvieron riesgo medio-alto en el cribado combinado es coste-efectiva (eficiente) en comparación con la estrategia actual de realizar directamente una prueba diagnóstica invasiva, relegando ésta a los casos en que el cribado de ADN fetal en sangre materna también resultase positivo. Sin embargo, ante un riesgo muy alto en el cribado neonatal, una translucencia nucal muy elevada o malformaciones ecográficas, la prueba de ADN fetal en sangre materna no estaría indicada y sigue siendo de elección la realización de una técnica invasiva para el diagnóstico genético.
Es muy importante valorar las pruebas disponibles en el contexto de cada paciente, y recibir asesoramiento genético por parte de un especialista antes y después de la realización de las pruebas de cribado y las pruebas diagnósticas.
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¿Si se obtiene un resultado negativo de la prueba de cribado de ADN fetal en sangre materna, es necesario realizarla en los siguientes embarazos?
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¿Cuánto tardan los resultados?
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¿Esta prueba permite detectar defectos del tubo neural, como la espina bífida?
No. La prueba de ADN fetal en sangre materna no detecta defectos del tubo neural o de la pared abdominal. El cribado para estas patologías se suele realizar mediante una ecografía en el segundo trimestre junto con un análisis de sangre para medir la alfa-fetoproteína. Para más información, consultar Cribado del segundo trimestre del embarazo.
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¿Se puede saber el sexo del bebé con esta prueba?
Depende del tipo de prueba solicitada y el laboratorio que la realiza. Muchos laboratorios ofrecen el cribado de 5 cromosomas: 21, 18, 13, X e Y. En este caso, la prueba mostrará el sexo esperado del bebé, aunque hay que tener en cuenta los falsos positivos y falsos negativos de las pruebas de cribado. Si no se desea conocer el sexo del bebé, se puede notificar para que conste en la historia clínica y no se informe del mismo, salvo que exista alguna anomalía de los cromosomas sexuales.