Para detectar una sospecha de disfunción renal y para monitorizar dicha disfunción renal en las personas con una afectación renal ya conocida.
Cistatina C
Cuando el médico sospecha que pueda existir una disminución de la función renal, también puede solicitarse esta prueba a intervalos regulares en los casos de disfunción renal diagnosticada.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
La cistatina C puede utilizarse como alternativa a la creatinina y al aclaramiento de creatinina, para detectar las disfunciones renales cuando se sospecha una posible enfermedad renal o para monitorizar dicha disfunción en las personas que ya la padecen. Puede ser especialmente útil en aquellas situaciones en las que la medida de la creatinina no resulta adecuada, por ejemplo, en los individuos con cirrosis hepática, individuos muy obesos, individuos que llevan una dieta vegana, personas malnutridas o con muy poca masa muscular. La medida de la cistatina C puede también mostrarse útil en la detección precoz de la enfermedad renal, especialmente cuando otras pruebas o parámetros todavía no se alteran (creatinina, aclaramiento de creatinina y albúmina en orina) e incluso antes de que aparezcan signos y síntomas.
Los investigadores siguen analizando otras posibles aplicaciones de la cistatina C, por ejemplo, utilizarla aisladamente o junto con la creatinina en sangre en las fórmulas de estimación del filtrado glomerular. Un estudio reciente demostró que incluyendo la creatinina y la cistatina C en la fórmula de estimación del filtrado glomerular se aumenta la exactitud, en comparación a las fórmulas en las que se incluye aisladamente la creatinina o bien la cistatina. Se considera que esta aproximación es de gran utilidad para confirmar la existencia de la enfermedad renal crónica en las personas que tienen una tasa estimada de filtrado glomerular cercana a 60. Por otra parte, la cistatina C se ha asociado a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular e infarto agudo de miocardio en las personas mayores.
Por último, hay algunas investigaciones que sugieren que la cistatina C vuelve a un valor normal más rápidamente que la creatinina, por lo que podría usarse para evaluar la función renal y la gravedad de la enfermedad en los pacientes críticos hospitalizados.
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¿Cuándo se solicita?
La cistatina C va ganando aceptación a medida que los estudios confirman y definen su utilidad, especialmente como marcador precoz y sensible de enfermedad renal crónica. Puede solicitarse cuando se sospecha que un individuo padece alguna enfermedad que potencialmente afecta a la función renal y por lo tanto, que cause una disminución de la TFG.
El médico puede añadir la solicitud de cistatina C cuando no queda satisfecho con los resultados de la creatinina o del aclaramiento de creatinina; también cuando le interesa detectar precozmente un fallo renal, especialmente en los ancianos, y cuando quiere monitorizar a lo largo del tiempo una disfunción renal ya conocida.
Los investigadores esperan tener más datos acerca de la utilidad de la cistatina C como indicador de enfermedad renal crónica terminal, riesgo cardiovascular y muerte. En distintos grupos poblacionales, se ha observado que la cistatina C contribuye a una mejor estimación de la TFG cuando en la fórmula de estimación se combina con la creatinina en sangre.
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¿Qué significa el resultado?
Un nivel sérico elevado de cistatina C se corresponde con una TFG disminuida y por lo tanto con disfunción renal. Como la cistatina C se produce prácticamente en todas las partes del organismo a una tasa de producción constante, y como se elimina por filtración glomerular siendo posteriormente reabsorbida y degradada en el riñón, la concentración de cistatina C debería de permanecer en un estado de equilibrio en la sangre, siempre y cuando los riñones estén funcionando correctamente y la TFG sea normal.
Estudios recientes sugieren que los aumentos de la concentración de cistatina C pueden también indicar que exista un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y fallo cardíaco, accidente vascular cerebral y asociarse incluso a mayor mortalidad.
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¿Hay algo más que debería saber?
Aunque la cistatina C es menos variable y está menos afectada por la edad, la masa corporal y la dieta que la creatinina, en algunas personas no es una prueba perfecta y puede verse afectada por una serie de medicamentos y otras afecciones médicas.
Algunos estudios han informado que se observan valores elevados de cistatina C asociados con niveles más altos de proteína C reactiva (PCR) o índice de masa corporal (IMC), hipertiroidismo, uso de esteroides, enfermedades malignas, VIH / SIDA, enfermedades reumáticas y ciertas afecciones metabólicas como hiperhomocisteinemia (aumento de homocisteína). Además, otros estudios sugieren que la cistatina C puede eliminarse por vías no renales, como el intestino, y que sus valores tienden a fluctuar entre los pacientes que tienen un trasplante renal.
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¿Puede medirse también la Cistatina C en la orina?
No. Contrariamente a la creatinina, la cistatina C se reabsorbe del filtrado glomerular para metabolizarse en los riñones. En condiciones normales, la cistatina C no se encuentra en concentraciones detectables en la orina.
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¿Cómo se calcula la tasa estimada de filtrado glomerular (TEFG)?
La ecuación más utilizada para calcular la TFG, y recomendada por la National Kidney Foundation y las guías Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO), es la conocida como CKD-EPI (Modification of Diet in Renal Disease). Para su cálculo es necesario conocer la concentración de creatinina en la sangre, la edad, el sexo y la raza.
Por otra parte, se está investigando acerca de la utilidad de emplear otras fórmulas de cálculo de la TFG combinando magnitudes como la creatinina, la urea y la cistatina C.
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¿De qué manera se puede determinar la tasa real de filtrado glomerular?
El mejor método de determinación directa de la TFG es un procedimiento conocido como aclaramiento de inulina. Consiste en realizar una inyección intravenosa de un fluido que contiene una molécula marcadora conocida como inulina (no se trata de la insulina) y posteriormente recoger la orina de manera seriada durante un período de horas establecido. Se debe medir el volumen y la cantidad de inulina en esas muestras de orina. Este procedimiento y otros métodos que emplean marcadores radioactivos no se utilizan de manera rutinaria, sino que se usan principalmente con fines de investigación.



