Fenitoína

30/12/2021

Nombre sistemático: fenitoína, total y libre

Aspectos generales

¿Por qué hacer el análisis?

Para determinar la concentración de fenitoína en sangre, que debe mantenerse en un rango terapéutico, y para detectar los casos de toxicidad por fenitoína.

¿Cuándo hacer el análisis?

De forma periódica para monitorizar el tratamiento, ya que es necesario para detectar concentraciones demasiado bajas o concentraciones tóxicas.

¿Qué muestra se requiere?

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial, sin embargo es importante que el médico sepa qué medicamentos, hierbas y suplementos se están tomando.


¿Qué es lo que se analiza?

La fenitoína es un fármaco empleado para tratar ciertos tipos de convulsiones (para más información consultar el artículo sobre la epilepsia), entre las que se incluyen las convulsiones psicomotoras y las que aparecen en el curso o después de intervenciones de neurocirugía. Se continúa recetando, aunque está siendo sustituida por otros fármacos. Se puede utilizar de forma aislada o junto con fenobarbital u otros fármacos anticonvulsivos. Con esta prueba se determina la cantidad de fenitoína en sangre.

La concentración de fenitoína en sangre debe mantenerse dentro de un margen terapéutico estrecho, ya que si la dosis es demasiado baja seguirán apareciendo las crisis convulsivas, pero si es demasiado alta aparecerán síntomas relacionados con la toxicidad de la fenitoína, como pérdida del equilibrio y caídas, nistagmus (movimientos oculares involuntarios y rápidos), confusión, trastornos del habla, temblores e hipotensión arterial.

Puede ser complicado mantener la concentración de fenitoína dentro de un margen por diferentes razones:

  • Las tasas de absorción varían entre las diferentes preparaciones del fármaco.
  • Los enzimas hepáticos encargados de su metabolización presentan una actividad que varía entre las personas y que puede afectarse por factores, como la edad (los niños tienen un metabolismo más rápido que los ancianos) y la función hepática. Cuando el organismo ha alcanzado la capacidad máxima para procesar la fenitoína, pequeños incrementos en la dosis pueden causar grandes aumentos en las concentraciones sanguíneas, lo que incrementa la gravedad de los efectos secundarios y de la toxicidad que causa la fenitoína.
  • La mayor parte del fármaco circula por la sangre unida a proteínas. La forma activa es la que circula libremente o no unida a proteínas. Si una persona tiene una baja concentración de proteínas, como por ejemplo, una albúmina baja por una insuficiencia hepática, puede tener un exceso de fenitoína activa.
  • Además, la fenitoína a menudo interacciona con otros fármacos, aumentando o disminuyendo su efectividad, tanto la de estos fármacos como la de la propia fenitoína.

El efecto final de la fenitoína no puede predecirse. La dosis se tiene que ir ajustando poco a poco hasta alcanzar una concentración estable en sangre. La cantidad total de fármaco que debe administrarse para alcanzar esta concentración puede variar entre las personas y en un mismo individuo a lo largo del tiempo. Se debe controlar al individuo, tanto durante el período de ajuste de la dosis como durante el mantenimiento, para poder detectar los posibles efectos colaterales y adversos producidos por el fármaco. En algunos casos, la gravedad de los efectos colaterales obliga a plantearse un tratamiento alternativo con otro fármaco.

Preguntas comunes

¿Cómo se utiliza?

Esta prueba se utiliza para medir la concentración de fenitoína en sangre y saber si está dentro del margen terapéutico.

Se suele solicitar cada pocos días al inicio del tratamiento, para ajustar la dosis que permita alcanzar la concentración deseada en sangre, y de forma periódica durante el periodo de mantenimiento, para comprobar que esta concentración sigue dentro del margen terapéutico. También se puede realizar al iniciar o acabar otros tratamientos, para observar los efectos que estos pueden tener sobre las concentraciones sanguíneas de fenitoína. Se puede solicitar en las personas que tienen crisis convulsivas a pesar del tratamiento, o en aquellas en las que se sospecha una intoxicación por fenitoína.

En situaciones normales, una prueba de fenitoína total es apropiada para controlar la concentración terapéutica, porque el equilibrio entre la fenitoína unida y libre en la sangre es relativamente estable.

No obstante, en ciertas situaciones, por ejemplo, en una enfermedad renal, si hay concentraciones bajas de albúmina, el porcentaje de fenitoína libre o activa puede aumentar y el individuo puede presentar signos de toxicidad, a pesar de que la fenitoína total esté dentro del margen terapéutico.

¿Cuándo se solicita?

Esta prueba se solicita en las personas que empiezan un tratamiento con fenitoína y a las que inician, modifican o interrumpen otra medicación; también si se observan cambios del estado de salud del individuo tratado. Cuando la concentración se estabiliza dentro del margen terapéutico, la fenitoína se mide de forma periódica, para comprobar que esta situación se mantiene.

También se realiza esta prueba en las personas que no parecen responder a la fenitoína, porque siguen teniendo crisis convulsivas, para saber si la dosis es demasiado baja, no es efectiva y/o para conocer si el individuo está cumpliendo o no el tratamiento porque no tome la fenitoína de forma regular. Por otra parte, también se analiza la fenitoína cuando se sospecha una posible toxicidad o se presentan efectos colaterales molestos. Los síntomas tóxicos pueden afectar a la boca, al sistema cardiovascular y nervioso y a los ojos e incluyen:

  • Inflamación de las encías y de los ganglios linfáticos.
  • Hirsutismo.
  • Insomnio.
  • Náuseas.
  • Confusión, irritabilidad.
  • Dificultad para tragar.
  • Fatiga.
  • Fiebre.
  • Erupciones cutáneas.
  • Movimientos involuntarios de los ojos.
  • Alteraciones del ritmo cardíaco.
  • Disminución de la presión arterial.
  • Coma.
  • Osteoporosis.

La fenitoína libre se solicita en las personas que tienen enfermedades que podrían hacer aumentar su porcentaje, como por ejemplo:

¿Qué significa el resultado?

Los resultados de las pruebas pueden variar según la edad, el sexo, los antecedentes médicos de la persona, el método utilizado en el análisis de la prueba y los medicamentos coadministrados.

El rango terapéutico en los adultos está entre 10 y 20 µg/mL para la fenitoína total (es la unida a proteínas más la "libre"), y de 1 a 2 µg/mL para la libre (no unida a proteínas). El porcentaje normal de fenitoína libre es de 10, sin embargo, la fracción libre en los pacientes puede variar del 3 al 37%.

En general, si la concentración de fenitoína está dentro del rango terapéutico y no se presentan crisis convulsivas recurrentes ni efectos secundarios a la medicación, la dosis es correcta. De todas formas, la eficacia y la aparición de toxicidad varía entre las personas. Hay pacientes que pueden presentar crisis convulsivas en el rango bajo de la normalidad y otros pueden presentar efectos secundarios en el rango alto de la normalidad. Se debe establecer un rango terapéutico individual en cada persona.

¿Hay algo más que debería saber?

Las personas que toman fenitoína durante mucho tiempo pueden desarrollar un déficit de vitamina D, entumecimiento de las extremidades por una lesión nerviosa (neuropatía periférica), acné, hirsutismo, engrosamiento de los rasgos faciales o debilidad ósea. En una minoría de casos puede aparecer erupción cutánea generalizada y otras afectaciones cutáneas que requieran hospitalización.

El uso de fenitoína durante el embarazo aumenta el riesgo de que el recién nacido presente defectos graves al nacer, por lo que es importante informar al médico acerca de la medicación que se está tomando.

La fenitoína también se puede prescribir para otras enfermedades como la neuralgia del trigémino, que causa episodios de dolor agudo en la mandíbula, y otras causas de dolor de tipo neurálgico. En estos casos también debería monitorizarse la concentración de fenitoína.

La fenitoína no es efectiva para todos los tipos de convulsiones y en todos los individuos.

Son varios los fármacos, sustancias que se venden sin receta médica y suplementos, que pueden aumentar, disminuir o interferir en el metabolismo y, por lo tanto, en la concentración de la fenitoína en la sangre.

  • Los fármacos cuyos efectos pueden verse reducidos por la toma de fenitoína son: corticosteroides como prednisona, estrógenos, algunos anticoagulantes, algunos antidepresivos y algunos hipolipemiantes (por ejemplo: atorvastatina, fluvastatina y simvastatina), bloqueadores de los canales de calcio (por ejemplo: nifedipino, verapamilo), azoles (por ejemplo: variconazol), anticonceptivos orales y otras formas de control de la natalidad como Depo-Provera o implantes.
  • Los fármacos que pueden aumentar la concentración de fenitoína incluyen: fármacos antiepilépticos (por ejemplo: etosuximida, oxcarbazepina, metsuximida), antidepresivos (por ejemplo: fluoxetina, fluvoxamina, sertralina), agentes reductores del ácido gástrico (por ejemplo: antagonistas H2, omeprazol), sulfonamidas (por ejemplo: sulfametizol, sulfafenazol y sulfametoxazol) y otros (por ejemplo: amiodarona, metilfenidato e isoniazida).
  • Los fármacos que pueden reducir la concentración sanguínea de fenitoína incluyen: fármacos antiepilépticos (por ejemplo: carbamazepina), agentes antivirales (por ejemplo: fosamprenavir, ritonavir), otros (por ejemplo: diazepam, rifampina, teofilina) y el abuso crónico del alcohol.
  • La absorción oral de fenitoína disminuye si se toman antiácidos que contengan magnesio, sales de calcio y productos de nutrición enteral.

Hay muchos fármacos que interactúan con la fenitoína, por lo que se debe informar al médico de cualquier medicamento, suplemento o producto a base de hierbas recetado o de venta libre que se esté tomando. Los pacientes no deben aumentar, disminuir o dejar de tomar sus medicamentos sin consultar con el médico, ya que puede aumentar el riesgo de sufrir una convulsión y puede afectar también a otros medicamentos que pueda estar tomando.

¿Durante cuánto tiempo se tiene que tomar la fenitoína?

Tanto la fenitoína como otros antiepilépticos se suelen tomar cada día, en algunos casos varias veces al día, y además durante toda la vida, excepto en los casos en que las crisis convulsivas están provocadas por una causa reversible o temporal. En estos casos el tratamiento también es temporal.

¿Cómo se toma la fenitoína?

Se toma en forma de pastilla o de jarabe. Durante el "status epiléptico" (crisis convulsiva continua), la fenitoína se da por vía intravenosa para conseguir una acción rápida.

¿Se puede determinar la concentración de fenitoína en casa?

No. Se necesita un equipo especial. Las muestras se recogen por punción de una vena del antebrazo y se analizan en el laboratorio.


Enlaces

Pruebas relacionadas:

Monitorización de fármacos e intoxicaciones

Estados fisiológicos y enfermedades: 

Epilepsia

En otras webs:

Medline: Inyección de fenitoína

Instituto Nacional del Cáncer (NIH): Definición de fenitoina sódica

Asociacion Española de Pediatría (AEP): Fenitoína (difenilhidantoína)

MayoClinic: Epilepsia

Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NIH): Epilepsia

Epilepsy Foundation: Phenytoin


También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

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