Para detectar las concentraciones elevadas de ácido úrico en la sangre, ya que podrían constituir un signo de un trastorno conocido como gota, o para el seguimiento de su concentración cuando se está sometido a quimioterapia o a radioterapia; para detectar la elevación del ácido úrico en la orina de los pacientes con cálculos renales y como seguimiento del tratamiento de la gota en los individuos con propensión a formar cálculos renales.
Ácido úrico
Cuando se presenta dolor de las articulaciones u otros síntomas sugerentes de gota, cuando se va a someter a alguien a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia para el cáncer, cuando se forman cálculos renales de forma recurrente y cuando un paciente diagnosticado de gota se considera de riesgo para la formación de cálculos renales.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa del brazo o a partir de una muestra de orina de 24 horas.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial, aunque en ciertos casos se recomienda estar en ayunas previamente a la obtención de la muestra para análisis. Es importante seguir las instrucciones del laboratorio donde se realice el análisis.
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¿Cómo se utiliza?
La determinación de ácido úrico se utiliza para detectar concentraciones elevadas en sangre que puedan ser de utilidad en el diagnóstico de la gota. Esta prueba también se utiliza en el seguimiento de los pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia o radioterapia. La muerte celular debida a este tratamiento puede conducir al aumento de la concentración del ácido úrico.
En la orina, la determinación de ácido úrico es útil para hallar el origen de los cálculos renales recurrentes y para el seguimiento de los pacientes con gota, con el objetivo principal de evitar que se formen estos cálculos renales.
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¿Cuándo se solicita?
La determinación de ácido úrico se solicita ante la sospecha de que exista una concentración elevada de ácido úrico. Algunas personas con concentraciones elevadas de ácido úrico padecen gota, que por otra parte constituye una forma común de artritis. Las personas con gota presentan dolores de las articulaciones, principalmente en los dedos gordos de los pies, aunque también en otras articulaciones. La prueba también se solicita a las personas con cáncer sometidas a quimioterapia o radioterapia, para evitar que la concentración de ácido úrico sea demasiado elevada.
También puede solicitarse el ácido úrico a las personas con tendencia a la formación de cálculos renales de manera recurrente o a personas con gota que interese controlar la posible formación de cálculos renales.
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¿Qué significa el resultado?
Sangre
Una concentración de ácido úrico elevada (hiperuricemia) indica que el organismo está produciendo demasiada cantidad de ácido úrico o que los riñones no son capaces de eliminar el exceso de ácido úrico del organismo. Será necesario investigar la causa de la sobreproducción o del déficit de eliminación de ácido úrico.
Existen varios trastornos congénitos del metabolismo que afectan al metabolismo de las purinas. El mieloma múltiple, el cáncer en estadío de metástasis, las leucemias y la quimioterapia pueden ocasionar aumentos de la producción de ácido úrico. La enfermedad renal crónica, la acidosis, la toxemia en el embarazo y el alcoholismo pueden dificultar la eliminación del ácido úrico.
Las concentraciones elevadas de ácido úrico pueden dar lugar a la formación de cristales en las articulaciones, cuya inflamación produce el dolor característico de la gota. El ácido úrico también puede formar cristales o cálculos renales que pueden ser nocivos para el riñón.
La Sociedad Española de Reumatología, en su guía de práctica clínica sobre el manejo de la gota del año 2012, define la hiperuricemia como la elevación de los valores de urato en plasma por encima de su concentración límite de solubilidad en condiciones fisiológicas (6,8 mg/dL), siendo el objetivo terapéutico mantener las concentraciones por debajo de 6 mg/dL.
Es mucho más raro hallar concentraciones disminuidas de ácido úrico en sangre, y rara vez se considera un hallazgo preocupante. A pesar de que unas concentraciones disminuidas pueden asociarse a algunos tipos de enfermedad hepática, enfermedad renal, al síndrome de Fanconi, a la exposición a sustancias tóxicas o a trastornos metabólicos congénitos (como la enfermedad de Wilson), estas situaciones se identifican mediante otras pruebas y por los síntomas y signos que presenta el individuo, y no tan solo con el resultado de la medición del ácido úrico.
Orina
Se observan valores elevados de ácido úrico en orina en la gota, mieloma múltiple, cáncer con metástasis, leucemia y si se siguen dietas con un elevado contenido en purinas. En las personas con riesgo de formar cálculos renales y con ácido úrico en orina elevado, se puede administrar una medicación específica para impedir la formación de dichos cálculos.
En algunas situaciones como la enfermedad renal, el consumo crónico de alcohol e intoxicación por plomo, podemos encontrar una concentración de ácido úrico en orina disminuida.
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¿Hay algo más que debería saber?
Muchos fármacos pueden aumentar o disminuir la concentración de ácido úrico; concretamente, los diuréticos como las tiazidas pueden aumentar la concentración de ácido úrico en sangre y orina.
La aspirina y otros salicilatos presentan efectos variables sobre el ácido úrico. A concentraciones bajas de aspirina (como puede suceder en personas que sólo la toman ocasionalmente), ésta puede aumentar los niveles de ácido úrico en la sangre. Por otra parte, a altas dosis (como en el tratamiento de la artritis reumatoide), la aspirina hace disminuir las concentraciones de ácido úrico.
Aquellos individuos que tienen tendencia a formar cálculos renales de ácido úrico o que padecen gota, deberían de evitar los alimentos con alto contenido en purinas, como las vísceras (hígado y riñones), sardinas y anchoas. También debería de evitarse el consumo de alcohol, porque ralentiza la eliminación de ácido úrico. El ayuno, una pérdida importante de peso en poco tiempo, el estrés y el ejercicio físico intenso contribuyen a aumentar las concentraciones de ácido úrico.
A pesar de que a partir de la medición aislada de ácido úrico no se puede establecer un diagnóstico definitivo de gota, sí existe una prueba basada en la determinación de urato monosódico en el líquido sinovial (líquido articular) que lo permite.
Algunos individuos presentan niveles elevados de ácido úrico en sangre sin presentar síntomas ni signos (hiperuricemia asintomática). No se recomienda el cribado general de la población para detectar estos casos, ya que tampoco se considera apropiado tratarlos.
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¿Qué significado tienen los niveles elevados de ácido úrico en personas sin gota?
Una concentración de ácido úrico elevada no se asocia forzosamente a gota, ya que no siempre aparecen síntomas y signos. Esta situación recibe el nombre de hiperuricemia asintomática, es relativamente frecuente y no necesita ningún tipo de seguimiento o tratamiento a menos que el paciente presente riesgo de complicaciones. Los familiares de individuos con gota, con cálculos renales o enfermedad renal debidos a hiperuricemia pueden sin embargo ser tratados a pesar de no haber experimentado síntomas.