Para determinar si los déficits o las anomalías en las proteínas que forman parte del complemento están contribuyendo a un aumento de las infecciones o a un aumento de la actividad autoinmune. Para controlar la actividad de las enfermedades autoinmunes y de las enfermedades relacionadas con el complejo inmunitario.
Complemento
Cuando aparece una inflamación o edema sin causa aparente, cuando hay infecciones microbianas (normalmente bacterianas) recurrentes o síntomas sugerentes de enfermedad autoinmune. Para ayudar a la monitorización de trastornos crónicos o agudos que afectan al sistema del complemento.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
No se necesita ninguna preparación previa.
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¿Cómo se utiliza?
La medida de C3 y C4 se utiliza para determinar si ciertas anormalidades o deficiencias en el sistema del complemento están causando o contribuyendo a la enfermedad o trastorno del paciente. La actividad total del complento (CH50 o CH100) puede solicitarse para mirar la integridad de toda la vía clásica del complemento. Los otros componentes del complemento se solicitan para determinar déficits hereditarios.
Las pruebas del complemento pueden solicitarse para:
- Ayudar a diagnosticar la causa de infecciones microbianas recurrentes (como Streptococcus pneumoniae, Neisseria meningitides, Neisseria gonorrhea), angioedema o inflamación.
- Puede utilizarse para facilitar el diagnóstico y para controlar la actividad de enfermedades autoinmunes agudas o crónicas como el Lupus Eritematoso Sistémico (LES).
- Puede determinarse de manera seriada para monitorizar enfermedades relacionadas con la presencia de inmunocomplejos y otras situaciones como: glomerulonefritis (trastorno renal), enfermedad del suero, artritis reumatoide y vasculitis (inflamación de vasos sanguíneos). Cuando se forman inmunocomplejos, el sistema del complemento contribuye a eliminarlos de la sangre, y por lo tanto los niveles de complemento disminuyen.
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¿Cuándo se solicita?
Puede solicitarse cuando existe una inflamación o edema sin causa aparente o síntomas de enfermedad autoinmune como LES. También puede solicitarse cuando existe sospecha de trastorno relacionado con inmunocomplejos y el médico quiere comprobar el estado del complemento.
Los componentes que más suelen solicitarse son el C3 y el C4 pero otros, como el C1-inhibidor, también pueden solicitarse cuando se sospecha un déficit. Los componentes del complemento por separado suelen solicitarse cuando la actividad total del complemento (CH50 o CH100) está alterada para determinar cual es el componente deficitario o anómalo.
Una vez diagnosticado un trastorno crónico o agudo, la determinación del complemento puede utilizarse para dar una idea de la severidad del trastorno (asumiendo que dicha severidad se debe a un descenso de los componentes del complemento). También puede solicitarse ocasionalmente cuando el médico quiere controlar la actividad del trastorno en un momento concreto de su evolución.
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¿Qué significa el resultado?
Los componentes del complemento pueden encontrarse disminuidos por déficits hereditarios (relativamente raros) o debido a un exceso de consumo. Los déficits hereditarios en una o más proteínas del complemento suelen conllevar una alta frecuencia de infecciones bacterianas recurrentes o enfermedades autoinmunes. Los niveles de C3 y C4 generalmente están disminuidos en el lupus, mientras que C3 sólo es bajo en septicemia e infecciones causadas por hongos o parásitos como la malaria.
Si el déficit se debe a un trastorno subyacente agudo o crónico, los niveles del complemento volverán a la normalidad una vez resuelto dicho trastorno.
Pueden observarse descensos en los componentes del complemento en:
- Infecciones microbianas recurrentes (generalmente bacterianas)
- Enfermedades autoinmunes, como LES o artritis reumatoide.
- Angioedema hereditario
- Angioedema adquirido
- Diversas enfermedades renales, entre ellas: glomerulonefritis, nefritis lúpica, nefritis membranosa, nefropatía por IgA, así como el rechazo del trasplante de riñón.
- Cirrosis
- Hepatitis
- Malnutrición
- Septicemia, shock
- Enfermedad del suero (enfermedad por inmunocomplejos)
Las proteínas del complemento suelen encontrarse elevadas juntamente con otras proteínas conocidas como proteínas de fase aguda, durante una inflamación crónica o aguda. Todas estas proteínas volverán a niveles normales una vez se haya resuelto el trastorno subyacente. Sin embargo, no es habitual medir las proteínas del complemento en estas circunstancias, en comparación con la prueba más ampliamente solicitada que es la proteína C reactiva (PCR).
También se puede observar una mayor actividad del complemento en los siguientes casos:
- Cáncer (leucemia, linfoma de Hodgkin, sarcoma)
- Colitis ulcerosa
- Tiroiditis
- Infarto agudo del miocardio
- Sarcoidosis
- Artritis reumatoide juvenil
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¿Hay algo más que debería saber?
El hecho de que los componentes del complemento estén evados o disminuidos no permite identificar una situación patológica concreta, pero sí que indica que el sistema inmunitario está involucrado en el proceso patológico que afecta al individuo. Los componentes del complemento pueden elevarse debido a una inflamación, aumentando incluso antes que otros marcadores como la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR).
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¿Cuáles son las otras partes del sistema inmunitario innato?
El sistema inmunitario innato también incluye:
- El sistema fagocítico (células de la serie blanca de la sangre, como macrófagos, neutrófilos y monocitos) cuya función es ingerir y digerir microorganismos extraños.
- Mediadores de la inflamación producidos por distintas células como los basófilos, mastocitos y eosinófilos.
- Células asesinas o natural killer (NK) que son linfocitos especializados con capacidad de destrucción de ciertos tumores, microorganismos y células que han sido infectadas por virus.
- Reactantes de fase aguda y citoquinas que son un grupo de proteínas solubles que pueden provocar cambios en el crecimiento de algunas celulas, incluyendo los glóbulos blancos que las producen.