El linfoma es un cáncer que se produce en uno o más ganglios del sistema linfático. Comienza en el momento en que un tipo de glóbulos blancos de la sangre conocidos como linfocitos, comienzan a crecer y dividirse sin control.
Los linfocitos son una parte importante de las defensas naturales del cuerpo (inmunidad) y entre otras funciones sirven de ayuda contra las infecciones que se originan en los ganglios linfáticos. Los linfocitos circulan a través del cuerpo por la sangre y por el sistema linfático.
El sistema linfático está constituido por una serie de ganglios y vasos linfáticos que drenan los fluidos de los tejidos y los transportan en forma de linfa hasta la circulación sanguínea.
Los ganglios linfáticos pueden encontrarse de manera aislada o formando cadenas alrededor de los vasos linfáticos, en áreas como el cuello, las axilas, el pecho, el abdomen y las ingles. Los ganglios son pequeños órganos del sistema linfático que filtran la linfa cuando esta pasa por su interior, destruyendo los microorganismos y células anormales que puedan estar presentes. Los ganglios linfáticos contienen diferentes tipos de linfocitos:
- Los linfocitos T son las células que controlan el sistema inmune. Son las células encargadas de iniciar la respuesta inmune, controlando la magnitud de la respuesta que debe desencadenarse y su duración, terminándola cuando sea necesario. Además, los linfocitos T pueden neutralizar distintos tipos de agentes extraños y procesarlos para eliminarlos.
- Los linfocitos B sintetizan anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que se producen en respuesta a las infecciones, como el sarampión, paperas o hepatitis.
- Las células asesinas (NK: siglas del inglés natural killer), es otra variedad de linfocitos que representan entre un 10% y un 15% del total de los linfocitos de la sangre. Las células NK atacan y matan las células anormales, como las células cancerosas y aquellas células que han sido infectadas por virus.
En un linfoma se pueden ver afectados cualquiera de estos tipos de linfocitos o varios de ellos. Estas células se reproducen de manera descontrolada y empiezan a superar en número al resto de las células de los ganglios linfáticos, produciendo un aumento del tamaño de los mismos; además pueden propagarse hacia otros ganglios linfáticos y hacia órganos relacionados con el sistema inmune como el bazo, la médula ósea, las amígdalas, las adenoides y el timo. Además de desarrollarse en los ganglios linfáticos, el linfoma también se puede desarrollar en otros tejidos y órganos internos diferentes como el estómago, intestino y cerebro.
Hay dos tipos principales de linfomas. Los linfomas de células B y los de célula T. Los B son más frecuentes que los de células T. Los linfomas de células NK son muy infrecuentes.
Los linfomas se pueden clasificar por el tipo de célula, pero también por las características de dichas células y por la velocidad de crecimiento y expansión (formación de metástasis). La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado muchos tipos de linfomas.
En las siguientes secciones se explicarán algunos ejemplos. Para tener una lista completa se puede consultar la revisión de la OMS de la clasificación de las neoplasias linfoides del año 2016.