También conocido como: prueba del hidrógeno en aire espirado, prueba de lactosa en aire espirado, prueba de absorción de disacáridos, tolerancia oral a la lactosa
Nombre sistemático: prueba del hidrógeno en aire espirado, prueba de lactosa en aire espirado
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para diagnosticar una intolerancia a la lactosa en las personas con dificultad para digerir los productos lácteos; a veces en la investigación de los trastornos de malabsorción.
¿Cuándo hacer el análisis?
Cuando existen signos o síntomas como dolor abdominal, distensión abdominal, gases abdominales y diarrea después del consumo de leche y derivados lácteos.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una serie de muestras de aire espirado obtenidas en un recipiente específico; o a partir de una serie de muestras de sangre venosa.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba es necesario haber estado en ayunas durante toda la noche, solamente se permite tomar agua. Dos semanas antes de la prueba, se debe interrumpir la toma de antibióticos y medicamentos para el estómago, como laxantes y antiácidos. Se debe informar al médico sobre cualquier otro medicamento que se esté tomando.
Debe evitarse el ejercicio físico intenso. Es posible, que se indique lavarse bien los dientes o enjuagar la boca con agua, antes y durante la realización de la prueba del aliento.
¿Qué es lo que se analiza?
La prueba de tolerancia a la lactosa mide la cantidad de hidrógeno en el aire que se espira o las modificaciones en los niveles de glucosa en sangre, después de que la persona tome una cantidad estándar de lactosa; se sabe así si el individuo es capaz de digerir adecuadamente la lactosa.
La lactosa es un azúcar complejo (disacárido) que se encuentra en la leche y en muchos otros productos lácteos. Para que el organismo pueda absorberla y utilizarla, la lactosa se tiene que escindir en dos moléculas de azúcar simple, glucosa y galactosa (monosacáridos). Este proceso de digestión lo efectúa la lactasa, que es un enzima producido por las células que revisten interiormente el intestino.
Cuando no se produce suficiente cantidad de lactasa (deficiencia de lactasa), la lactosa no digerida transita por el intestino delgado y alcanza el intestino grueso, siendo ahí degradada por las bacterias, produciendo gas hidrógeno y ácido láctico. Este proceso puede producir dolor y distensión abdominal, flatulencia y diarrea entre los 30 minutos y 2 horas después del consumo de leche o sus derivados.
Prácticamente todos los bebés nacen con capacidad para digerir la lactosa, pero la producción de lactasa disminuye con la edad. Cerca del 65% - 70% de personas desarrolla algún grado de intolerancia a la lactosa en la edad adulta. El grado de intolerancia varía en función de la raza y grupo étnico, de tal manera que en el Norte de Europa aproximadamente el 90% - 95% de personas conserva la capacidad de digestión de la lactosa, mientras que en América y en Asia más del 90% de la población es intolerante a la lactosa.
Se dispone de dos tipos distintos de pruebas para evaluar una intolerancia a la lactosa. En ambos casos debe obtenerse una primera muestra en ayunas. El individuo en cuestión debe beberse un preparado líquido con una cantidad estándar conocida de lactosa, y posteriormente se recogen muestras de manera seriada para su análisis.
Prueba del hidrógeno en aire espirado
Es la prueba principalmente empleada para detectar y diagnosticar una intolerancia a la lactosa. Esta prueba mide la cantidad de gas hidrógeno en las muestras de aire espirado. En los casos de intolerancia a la lactosa, la lactosa alcanza el intestino grueso sin haber sido digerida, y allí es degradada por las bacterias intestinales, produciendo un exceso de gas hidrógeno. El hidrógeno pasa a la circulación sanguínea, y la sangre a su paso por el pulmón, lo libera al aire que se espirará.
Prueba de tolerancia a la lactosa en sangre
Se trata de otra prueba que también puede emplearse y que mide la concentración de glucosa en muestras de sangre extraída inmediatamente antes y después de tomar la bebida con lactosa. Detecta la conversión (o no) de la lactosa ingerida en glucosa y galactosa. En las personas con intolerancia a la lactosa, la descomposición de la lactosa es inadecuada y, por lo tanto, no se observa este aumento de la glucosa en sangre.
¿Cómo se obtiene la muestra para el análisis?
Las muestras de aire espirado se recogen en unas bolsas o en dispositivos especiales en los que el afecto tiene que soplar; en el caso de la sangre, se extrae la muestra por punción de una vena del antebrazo.
¿ Se requiere alguna preparación previa para asegurar la calidad de la muestra?
Para esta prueba es necesario haber estado y seguir en ayunas durante la prueba. Dos semanas antes de la prueba, se debe dejar de tomar antibióticos y medicamentos para el estómago, como laxantes y antiácidos. Se debe informar al médico respecto a cualquier otro medicamento que se esté tomando. Es importante evitar el ejercicio físico y el consumo de tabaco, previamente al análisis. En algunos casos, el médico y/o el laboratorio pueden proporcionar instrucciones adicionales. Por ejemplo, es posible que se indique lavarse bien los dientes o enjuagar la boca con agua antes y después de beber el preparado con lactosa.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
La prueba de tolerancia a la lactosa es útil para diagnosticar una intolerancia a la lactosa. Puede solicitarse aisladamente o junto con otras pruebas si se sospecha que puede ser secundaria a otras causas, como en los trastornos de malabsorción. La del hidrógeno en aire espirado se utiliza más frecuentemente que la prueba de tolerancia a la lactosa realizada en sangre.
¿Cuándo se solicita?
La prueba se solicita cuando una persona presenta signos y/o síntomas sugerentes de intolerancia a la lactosa, entre 30 minutos y 2 horas después de tomar leche o sus derivados. Entre estos signos y síntomas se incluyen:
- Dolor y distensión abdominal.
- Diarrea.
- Náuseas.
- Flatulencia.
¿Qué significa el resultado?
Prueba del hidrógeno en aire espirado
Antes de tomar la bebida con lactosa, se obtiene una muestra de aire espirado. Si el contenido en gas hidrógeno en el aire espirado aumenta de manera significativa respecto a la primera muestra (basal), es probable que la persona sea intolerante a la lactosa.
Si en las muestras de aire no se detecta hidrógeno o en muy poca cantidad, será menos probable que exista una intolerancia a la lactosa y los signos y síntomas quizás serán atribuibles a otra causa. No obstante, se puede dar el caso de ser intolerante a la lactosa y que el resultado de esta prueba sea negativo; podría ser que las bacterias intestinales no puedan producir hidrógeno. Esta peculiaridad puede verificarse administrando un preparado de lactulosa, que es un disacárido sintético no digerible que las bacterias intestinales procesan como si se tratara de lactosa, produciendo hidrógeno. Como la lactulosa no puede absorberse, si todavía no se detecta hidrógeno en el aire espirado, se considera que el resultado es falsamente negativo, y que a pesar de todo, la persona quizás es intolerante a la lactosa.
Prueba de tolerancia a la lactosa en sangre
Se obtienen muestras de sangre de manera seriada en las que se mide la glucosa. Si los niveles de glucosa no aumentan y la persona presenta signos y síntomas compatibles con una intolerancia a la lactosa, es probable que realmente lo sea. Si los niveles de glucosa en estas muestras aumentan progresivamente, es indicativo de que la persona puede digerir la lactosa y por lo tanto, se descarta una intolerancia a la misma.
En las personas diabéticas, los niveles de glucosa en sangre pueden aumentar a pesar de que no produzcan lactasa en cantidad suficiente para digerir la lactosa; en estas situaciones los resultados deben interpretarse con cautela.
¿Hay algo más que debería saber?
Si se ha tomado antibióticos uno o dos meses previamente a la realización de la prueba, el número de bacterias intestinales en el intestino grueso puede haber disminuido y el resultado de la prueba del hidrógeno en aire espirado puede ser un falso negativo.
Cuando el tránsito intestinal es rápido (el movimiento de los alimentos por el intestino es más rápido de lo normal), se pueden experimentar signos y/o síntomas similares a los de una intolerancia a la lactosa, porque la lactosa está menos tiempo en contacto con la superficie intestinal y la lactasa tiene menos tiempo para actuar sobre la lactosa.
También pueden experimentarse signos y/o síntomas similares a los de una intolerancia a la lactosa cuando existe sobrecrecimiento (más bacterias de lo habitual) bacteriano a nivel intestinal, igual que puede suceder en otros trastornos gastrointestinales.
A pesar de que no es frecuente, puede realizarse un estudio de las mutaciones en el gen que regula la producción de lactasa (gen LCT), en sustitución de la prueba del hidrógeno en aire espirado.
¿Debe evaluarse una posible intolerancia a la lactosa en todas las personas?
Muchas personas presentan cierto grado de intolerancia a la lactosa, especialmente a medida que se hacen mayores, pero no es necesario realizar la prueba de tolerancia a la lactosa.
¿La prueba del aire espirado se puede utilizar con alguna otra finalidad?
Sí, pueden administrarse preparados con otros tipos de azúcar para evaluar otras intolerancias a disacáridos distintos de la lactosa.
Se dispone de otras pruebas en aire espirado en las que se miden otras sustancias que no tienen nada en común con la prueba de tolerancia a la lactosa; por ejemplo la prueba para detectar una infección por Helicobacter pylori y la prueba para detectar consumo de alcohol (etanol).
¿Se puede hacer algo para aumentar la producción de lactasa?
No, aunque debe tenerse en cuenta que muchas personas con intolerancia a la lactosa son capaces de digerir pequeñas cantidades de leche, y toleran el yogurt y los quesos curados.
¿Se puede tratar la intolerancia a la lactosa?
No existe un tratamiento específico para curar la intolerancia a la lactosa, pero este trastorno es fácil de controlar. Existen en el mercado productos sin lactosa. También se dispone de suplementos que contienen la enzima lactasa y que pueden tomarse al consumir leche o derivados lácteos, para prevenir las molestias gastrointestinales. Por otra parte, en intolerantes a la lactosa, se pueden encontrar otras fuentes dietéticas de calcio y de otros nutrientes normalmente hallados en productos lácteos.
¿La intolerancia a la lactosa sólo se refiere a la leche humana y a la leche de vaca?
No, la lactosa está presente en la leche de los mamíferos, como por ejemplo la cabra.
¿La leche de soja contiene lactosa?
No. La leche de soja y otros productos (como la leche de arroz) constituyen una buena alternativa para personas intolerantes a la lactosa.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
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Estados fisiológicos y enfermedades:
En otras webs:
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIH): Intolerancia a la lactosa
Medline: Intolerancia a la lactosa
MayoClinic: Intolerancia a la lactosa
American Academy of Pediatrics (AAP). La intolerancia a la lactosa en los niños: preguntas frecuentes de los padres
KidsHealth: Hoja informativa sobre la intolerancia a la lactosa (para las escuelas)
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