Para detectar, diagnosticar y/o seguir la evolución de una infección por el virus de la hepatitis B (VHB); para determinar si la vacuna contra la hepatitis B ha producido el grado adecuado de inmunidad y en ocasiones, como orientación al tratamiento y también valorar su eficacia.
Hepatitis B
Si se presentan factores de riesgo para contraer la infección por el VHB o si se tienen signos o síntomas de una infección por el VHB, como ictericia o niveles elevados de alanina aminotransferasa (ALT) o aspartato aminotransferasa (AST); antes de realizar un tratamiento inmunosupresor o una quimioterapia, valorar si el paciente puede haber estado expuesto al VHB. Si se está siendo tratado por una infección por el VHB y cuando su médico está considerando administrarle la vacuna contra la hepatitis B y no está claro si el paciente tiene inmunidad.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
Las pruebas de la hepatitis B se pueden emplear con distintas finalidades. Algunas de ellas detectan anticuerpos producidos en respuesta a la infección por el virus de la hepatitis B (VHB); algunas detectan antígenos producidos por el virus y otras detectan el ADN vírico.
A continuación se enumeran los principales usos de las pruebas del VHB:
- Para detectar una infección aguda por el VHB - antígeno de superficie del VHB (HBsAg), anticuerpo de tipo IgM frente al antígeno del core del VHB (anti-HBc, IgM). Es posible que se soliciten junto con pruebas específicas para hepatitis A y para hepatitis C
- Para diagnosticar una forma crónica de la hepatitis por VHB
- Para monitorizar una hepatitis crónica por VHB y su tratamiento
- Para detectar una infección por VHB, previamente resuelta, en pacientes inmunocomprometidos, es decir con un sistema inmune inmunodeprimido y por tanto con un mayor riesgo de que el virus pueda reactivarse.
Algunas otras razones secundarias por las que se realizan estas pruebas incluyen: el cribado de la infección de la hepatitis B en poblaciones de riesgo o en donantes de sangre, determinar el estado de portador, detectar infecciones previas y determinar la inmunidad alcanzada después de la vacunación.
Normalmente se usa un conjunto de pruebas para determinar la causa de unos signos y síntomas agudos mientras que posteriormente, una vez diagnosticada la infección, se emplea otro conjunto de pruebas para monitorizar una posible progresión de la enfermedad, para detectar una infección crónica y/o un estado de portador.
En la tabla siguiente se resumen las distintas pruebas iniciales para la detección del virus de la hepatitis B y su utilidad
PRUEBA
DESCRIPCIÓN
UTILIDAD
Antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (VHB) - (HBsAg)
Detecta una proteína presente en la superficie del virus
Indicador más precoz de hepatitis B aguda; frecuentemente identifica a personas infectadas incluso antes de la aparición de los síntomas. Indetectable en sangre durante la fase de recuperación. Forma principal de identificar a personas con infección crónica, incluidos los portadores del VHB.
Anticuerpo frente al antígeno de superficie del VHB - (anti-HBs)
Detecta el anticuerpo producido en respuesta al antígeno de superficie del VHB
Utilizada para detectar exposiciones previas al VHB; es útil para saber si es necesario vacunar (anti-HBs ausente), ya que este anticuerpo se desarrolla cuando la vacunación ha sido eficaz, o bien para conocer si una persona se ha recuperado de la infección y es inmune (no se podrá volver a infectar).
Anticuerpos totales frente al core del VHB - (anti-HBc, IgM e IgG)
Detecta ambos tipos de anticuerpos (de tipo IgM e IgG) frente al antígeno del core del VHB
Pueden emplearse para detectar tanto infecciones agudas como crónicas por VHB. El anticuerpo de tipo IgM es el primero que se produce en respuesta a la infección; el de tipo IgG se produce más tarde y suele persistir durante toda la vida.
Anticuerpos frente al core del VHB de tipo IgM - (antiHBc, IgM)
Detecta exclusivamente el anticuerpo de tipo IgM frente al antígeno del core del VHB
Utilizado para detectar infección aguda; a veces presente en infecciones crónicas.
En la tabla siguiente se resumen las distintas pruebas de seguimiento que se pueden realizar después de que las pruebas iniciales detecten una infección por VHB
PRUEBA
DESCRIPCIÓN
UTILIDAD
Antígeno "e" del VHB - (HBeAg)
Detecta una proteína producida y liberada hacia la sangre
A diferencia del antígeno de superficie, el antígeno "e" se encuentra en sangre sólo cuando el VHB se está replicando activamente. HBeAg se utiliza a menudo como un marcador de la capacidad de transmitir el virus a otras personas (infectividad). También puede emplearse para monitorizar la eficacia del tratamiento. Sin embargo, algunos tipos (cepas) del VHB no producen antígeno "e", como sucede con relativa frecuencia en Asia y Medio Oriente; en esas áreas en las que estas cepas de VHB son comunes, la prueba no muestra gran utilidad.
Anticuerpo frente al antígeno "e" del VHB - (anti-HBe)
Detecta el anticuerpo producido en respuesta al antígeno "e" del VHB
Empleado para monitorizar infecciones agudas en personas que se han recuperado de la hepatitis por el VHB; anti-HBe estará presente junto con anti-HBc y anti-HBs.
ADN del VHB
Detecta el material genético del VHB en sangre
Un resultado positivo indica que el virus se está multiplicando y que la persona en cuestión es altamente contagiosa. A menudo se emplea para monitorizar la eficacia del tratamiento antivírico en la infección crónica por VHB.
Mutaciones de Resistencia al VHB
Detecta mutaciones en la cepa del virus causante de la infección, le confieren a la persona infectada resistencia frente al tratamiento (inhibidores de la transcriptasa reversa)
De ayuda para poder seleccionar el tratamiento más apropiado, especialmente en personas previamente tratadas o en las que no responden al tratamiento.
A pesar de que estas pruebas son específicas para el VHB, pueden utilizarse otras pruebas de función hepática como ALT, AST y GGT para monitorizar la evolución de la enfermedad. En algunos casos es necesario realizar una biopsia hepática para evaluar el alcance de la lesión.
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¿Cuándo se solicita?
Las pruebas específicas para el virus de la hepatitis B se utilizan cuando aparecen signos y síntomas asociados a hepatitis aguda, para determinar si se deben realmente a una infección por el VHB. Entre los signos y síntomas se incluyen:
- Fiebre
- Cansancio
- Pérdida de apetito
- Náuseas, vómitos
- Dolor abdominal
- Orina oscura
- Heces descoloridas
- Dolores articulares
- Ictericia
Las pruebas de la hepatitis B pueden solicitarse cuando otras pruebas como ALT y/o AST están alteradas. A veces, así es como se detectan ciertos casos de hepatitis agudas, ya que cursan con síntomas leves que podrían confundirse con los de la gripe. En el caso de las hepatitis crónicas, es más frecuente que no se presenten signos ni síntomas y por ello lo habitual es detectar la infección cuando las pruebas anteriormente citadas están alteradas.
HBsAg puede solicitarse como herramienta de cribado cuando una persona se encuentra dentro de alguna de las categorías de alto riesgo para desarrollar una hepatitis B crónica. Desde Septiembre del 2017, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan realizar la prueba HBsAg a:
- Profesionales sanitarios
- Personas nacidas en áreas con prevalencia de HBsAg superior al 2% (por ejemplo, Asia y África)
- Personas no vacunadas cuyos progenitores proceden de áreas con prevalencia de HBsAg mayor al 8%
- Varones homosexuales
- Personas con elevación de los niveles de enzimas hepáticos (ALT y AST) sin causa aparente
- Personas con algún problema médico concreto que supone un estado de inmunosupresión, como receptores de órganos
- Embarazadas
- Recién nacidos de mujeres infectadas por el VHB
- Personas en contacto íntimo con infectados por el VHB
- Personas infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o por el VHC
- Consumidores de drogas
- Personas que están en prisión
Las pruebas de la hepatitis B pueden realizarse regularmente cuando se monitorizan infecciones crónicas por el VHB. HBsAg y HBeAg suelen medirse cada seis a doce meses, ya que en algunas personas HBeAg desaparece por sí solo (más raramente HBsAg). En personas tratadas por una infección crónica por el VHB se pueden emplear HBeAg y el ADN del virus para conocer si el tratamiento está siendo eficaz.
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¿Qué significa el resultado?
Las pruebas para la hepatitis B pueden solicitarse individualmente, aunque a menudo se solicitan combinadas, en función del motivo que causa su solicitud. Los resultados de las pruebas se interpretan conjuntamente. A veces, el significado que puede tener un resultado depende totalmente del resultado obtenido en otra de las pruebas. Es importante destacar que no todas las pruebas se realizan en todos los individuos.
En la tabla siguiente se resumen algunas interpretaciones a algunas de las posibles combinaciones de estas pruebas.
PRUEBAS INICIALES
PRUEBAS DE SEGUIMIENTO
INTERPRETACIÓN / ESTADIO DE LA ENFERMEDAD
HBsAg
Anti-HBs
Anti-HBc total, IgG+IgM
Anti-HBc, IgM
HBeAg*
Anti-HBe
ADN- VHB
Negativo
Negativo
Negativo
Negativo
No realizado
No realizado
No realizado
Infección inactiva o antigua; no inmune - puede ser un buen candidato a recibir la vacunación; individuo en periodo de incubación
Negativo
Positivo
Negativo
No realizado
No realizado
No realizado
No realizado
Inmunidad debida a la vacunación
Negativo
Positivo
Positivo
No realizado
No realizado
No realizado
No realizado
Resolución de la infección (recuperación); inmunidad debida a la infección natural; el virus puede reactivarse en casos de inmunosupresión
Positivo
Negativo
Positivo o Negativo
Positivo
Positivo o Negativo
Negativo
Detectado
Infección aguda, normalmente con síntomas; fase contagiosa; también puede ser una exacerbación de una infección crónica
Negativo
Negativo
Positivo
Positivo
Negativo*
Positivo
No se detecta
Infección aguda en fase de resolución (convaleciente)
Positivo
Negativo
Positivo
Negativo
Positivo o Negativo
Negativo o Positivo
Se detecta
Suele indicar una infección crónica activa (probablemente con lesión hepática)
Positivo
Negativo
Positivo
Negativo
Negativo
Positivo
No se detecta o bien en muy baja cantidad
Infección crónica pero con bajo riesgo de lesión hepática - estado de portador
*Nota - algunos tipos (cepas) del virus de la hepatitis B (VHB) no producen antígeno "e". En áreas en las que estas cepas son frecuentes (Asia y Medio Oriente) la determinación de HBeAg no muestra mucha utilidad. En tales casos, un resultado negativo de HBeAg no significa necesariamente que el antígeno no esté presente o que la persona no tenga la infección; podría ser que el individuo se hubiera infectado con una cepa de las que no produce el antígeno "e".
Monitorización del tratamiento de la infección crónica - si los resultados indican que existe una hepatitis B crónica, el individuo se puede beneficiar de tratamiento, y la eficacia del mismo puede monitorizarse con HBe-Ag, anti-HBe y ADN del VHB.
- si durante el tratamiento HBe-Ag se negativiza y anti-HBe es positivo, el tratamiento será seguramente eficaz y se podrá interrumpir al cabo de unos 6-12 meses.
- con la prueba de ADN del VHB se mide la cantidad de virus presente en sangre. Un resultado elevado indica normalmente que el virus se está replicando y que el tratamiento no es efectivo. Un resultado bajo o por debajo del límite de detección de la técnica indica que el virus no está presente en sangre o que se encuentra en una cantidad tan baja que no puede detectarse. Esto suele indicar que el tratamiento ha sido eficaz, sin embargo el virus puede reactivarse si el tratamiento se suspende.
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¿Hay algo más que debería saber?
Una infección por el VHB puede lesionar al hígado y transmitirse a otras personas a pesar de que no se tengan síntomas. Es por este motivo que se recomienda la realización de las pruebas en caso de posible exposición al VHB.
En los bancos de sangre se realiza un cribado del ADN del VHB, del antígeno de superficie (HBs-Ag) y del anticuerpo del core (anti-HBc) a todas las unidades de sangre donadas. En caso de reacciones positivas, se informa a los donantes de sangre implicados y se les recomienda que acudan al médico para que valore su estado de salud.
En caso de haber resultado expuesto al VHB, la administración en las primeras 24 horas de una dosis de inmunoglobulina de la hepatitis B (HBIG) evita la infección.
Existe también una prueba que permite determinar la cepa concreta del VHB causante de la infección; se trata del genotipo o genotipado del virus de la hepatitis B. No obstante, se emplea esencialmente con finalidades de investigación.
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¿Es necesario realizarse todas estas pruebas ante la posibilidad de estar infectado por el virus de la Hepatitis B (VHB)?
No. El médico determinará qué pruebas son las apropiadas, según los síntomas y la historia clínica.
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¿Es recomendable vacunarse frente al VHB?
Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan la vacunación en adultos pertenecientes a grupos de elevado riesgo. Algunos de estos grupos incluyen:
- Personas que están en contacto íntimo con alguna persona infectada por el VHB
- Personas dializadas
- Personas con enfermedad hepática o enfermedad renal crónica
- Personas infectadas por el VIH o personas que necesitan tratamiento por alguna otra enfermedad de transmisión sexual
- Personas que viajan a países en los que la hepatitis B es frecuente.
Es prudente recibir la pauta de vacunación a menos que en la historia clínica existan elementos que lo contraindiquen. La vacunación en bebés, niños y adolescentes está pautada en el programa estándar de vacunaciones. Una vez una persona se ha vacunado adecuadamente, la vacuna suele conferir protección frente a la infección para toda la vida.
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¿Cómo se trata una hepatitis B?
No existe un tratamiento específico para las hepatitis agudas de tipo B. Se suele dar un tratamiento de soporte para aliviar los síntomas, como asegurarse de que el individuo mantiene mucho reposo y toma una cantidad suficiente de nutrientes y líquidos repartidos en varias tomas a lo largo del día.
Las formas crónicas de hepatitis B pueden tratarse con fármacos antivíricos como interferón, entecavir, tenofovir, lamivudina o adefovir. No obstante, no todas las personas necesitan tratarse y por otra parte, algunos de estos antivirales pueden tener efectos secundarios graves. A menudo se monitoriza de manera muy estricta a los individuos con hepatitis crónica para detectar si evolucionan hacia una cirrosis o un cáncer de hígado. Es importante comentar con el médico las posibles opciones terapéuticas, así como sus riesgos y beneficios.
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¿Qué otras pruebas de laboratorio suele solicitar el médico?
Es posible que el médico solicite otras pruebas que le permitan conocer el estado de la función del hígado, como por ejemplo ALT, AST, fosfatasa alcalina, bilirrubina y tiempo de protrombina.
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¿Puede ser contagiosa una persona con una hepatitis vírica?
Puede serlo; depende del tipo de virus que causa la infección y del estadio de la enfermedad. A menudo las personas infectadas pueden ser contagiosas a pesar de que no experimenten signos o síntomas. En el caso de la hepatitis A, se es contagioso desde el momento en que se contrae la infección hasta varias semanas después de la aparición de los signos (como ictericia), aunque en menor grado. Una persona con hepatitis B es contagiosa mientras exista virus en la sangre. Cualquier persona en la que se detecta presencia de virus de la hepatitis C (ARN-VHC, o material genético del VHC) debe considerarse contagiosa; esta prueba puede solicitarse en el seguimiento de una infección por el VHC.
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¿Se pueden prevenir las hepatitis víricas?
Sí. Las hepatitis víricas de tipo A se pueden prevenir con unos hábitos higiénicos adecuados. Estos incluyen el lavado de manos después de ir al baño, después de cambiar pañales y antes de comer o de manipular alimentos. También se dispone de una vacuna que se recomienda administrar al año de edad y en personas con mayor riesgo de exposición al virus.
En el caso de la hepatitis B también se recomienda la vacunación en niños y en adultos.
En el caso de la hepatitis C, no se dispone de vacuna, aunque se está investigando para desarrollar una. Mientras no se disponga de vacuna, el contagio de la hepatitis C se puede prevenir evitando la exposición a sangre y fluidos corporales, y no compartiendo jeringuillas u otros dispositivos de inyección de drogas.
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¿Cuando los resultados del perfil de hepatitis aguda son negativos, en qué otras causas debe pensarse?
Las hepatitis pueden ser debidas a distintas causas como el alcohol, fármacos como acetaminofeno (paracetamol) o enfermedades hereditarias. Para más información consulte el artículo Hepatitis. Otras infecciones de tipo vírico pueden ocasionar síntomas y signos similares, como la infección por citomegalovirus (CMV) y por el virus de Epstein-Barr (EBV). Otra causa de afectación hepática la constituyen las enfermedades autoinmunes. En cada caso se solicitarán pruebas adicionales para confirmar la causa de la afectación.