Para el seguimiento del tratamiento de los pacientes con algunos tipos de cáncer de tiroides y detectar las posibles recurrencias de la enfermedad; con menor frecuencia para determinar la causa de un hipertioidismo o de un hipotiroidismo.
Tiroglobulina
Antes y después del tratamiento del cáncer de tiroides, antes y después de la terapia con yodo radioactivo, y a intervalos regulares para detectar las posibles recurrencias de la enfermedad; puede solicitarse junto con otras pruebas para detectar ciertas enfermedades tiroideas.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa del brazo.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial. Sin embargo, en función del método de laboratorio utilizado para la medición, es posible que el médico recomiende evitar ciertos suplementos alimenticios que contengan B7 (biotina) al menos durante las 12 horas anteriores a la extracción de la muestra, para evitar las interferencias que puedan alterar los resultados.
En base a la información proporcionada por el laboratorio, el médico informará al paciente de la necesidad o no de tomar medidas previas a la extracción.
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¿Cómo se utiliza?
La principal utilidad de la determinación de la tiroglobulina es como marcador tumoral, para determinar la eficacia del tratamiento del cáncer de tiroides y para vigilar una posible recurrencia de la enfermedad. No todos los cánceres de tiroides producen tiroglobulina, aunque los tumores bien diferenciados como el cáncer folicular y el cáncer papilar suelen producirla, resultando en un aumento de la concentración de tiroglobulina en la sangre.
La tiroglobulina puede solicitarse, junto con la TSH, antes de iniciar el tratamiento de un cáncer de tiroides, para conocer si el tumor está produciendo tiroglobulina. Si es así, la determinación de tiroglobulina a intervalos regulares una vez finalizado el tratamiento permite detectar las posibles recurrencias. A veces se solicita la tiroglobulina de manera seriada (varias determinaciones en un período concreto de tiempo) para evaluar las posibles variaciones de su concentración. Conocer el patrón por el que se produce la tiroglobulina suele proporcionar más información que una determinación aislada.
En algunas ocasiones, la determinación de tiroglobulina también se utiliza para determinar la causa de un hipertiroidismo y para valorar la eficacia del tratamiento de patologías como la enfermedad de Graves.
Con menos frecuencia, la tiroglobulina se solicita para distinguir entre la tiroiditis subaguda y la tirotoxicosis facticia (hipertiroidismo causado por una ingesta excesiva de pastillas de hormona tiroidea). También se puede utilizar para establecer la causa de un hipotiroidismo congénito en los bebés.
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¿Cuándo se solicita?
La determinación de tiroglobulina suele solicitarse antes de la extirpación quirúrgica de la glándula en los pacientes con cáncer de tiroides. También se solicita al finalizar el tratamiento, para comprobar si queda tejido tiroideo normal o canceroso. Posteriormente, se solicita a intervalos regulares para confirmar que el tumor no reaparece o se extiende (recurrencia o metástasis).
La determinación de tiroglobulina también puede ser útil cuando se presentan signos o síntomas de hipertiroidismo o un bocio (aumento del tamaño de la glándula tiroidea) que hagan sospechar que el paciente padezca alguna enfermedad tiroidea como la enfermedad de Graves o la tiroiditis. La tiroglobulina también se determina a intervalos regulares durante el tratamiento con los fármacos antitiroideos (en las patologías como la enfermedad de Graves), para monitorizar la eficacia del tratamiento.
Raramente, la tiroglobulina se solicita en los bebés que presentan signos o síntomas asociados a hipotiroidismo.
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¿Qué significa el resultado?
En condiciones normales existe una pequeña cantidad de tiroglobulina en sangre.
Si una persona diagnosticada de cáncer de tiroides presenta inicialmente una concentración elevada de tiroglobulina (Tg), esta determinación se podrá utilizar como marcador tumoral. Para vigilar la recurrencia del cáncer, conocer el patrón con el que la Tg varía a lo largo del tiempo es más importante que su concentración exacta en una determinación aislada.
- La concentración de Tg debe ser muy baja o indetectable después de la extirpación quirúrgica del tiroides (tiroidectomía) o después de un tratamiento con yodo radioactivo, siempre y cuando el paciente esté tomando T4 para prevenir que aumente TSH.
- Si se sigue detectando Tg en sangre tras estos procedimientos, seguramente habrá quedado cierta cantidad de tejido tiroideo residual (normal o canceroso), y es posible que sean necesarias pruebas de imagen o tratamientos adicionales.
- En función de los resultados de la prueba de la tiroglobulina, el médico puede decidir si es necesaria una exploración mediante ecografía o gammagrafía con yodo radioactivo, o bien establecer un tratamiento con yodo radioactivo para destruir cualquier resto de tejido tiroideo normal o canceroso. Al cabo de unas semanas o meses se vuelven a determinar las concentraciones de tiroglobulina para verificar que el tratamiento ha sido efectivo.
- Si después de la cirugía las concentraciones de tiroglobulina se han mantenido bajas durante unas semanas o meses y ha empezado a aumentar posteriormente a pesar de mantener el tratamiento con T4, es posible que el cáncer esté recurriendo o se haya extendido (metástasis), por lo que serán necesarias más pruebas de imagen para decidir el tratamiento posterior.
Una disminución de la concentración de la tiroglobulina en las personas en tratamiento por enfermedad de Graves indican una correcta respuesta al tratamiento.
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¿Hay algo más que debería saber?
Una concentración elevada de tiroglobulina (Tg) por sí sola no es diagnóstica de un cáncer de tiroides. El cáncer se diagnostica examinando al microscopio las células obtenidas mediante una biopsia. La concentración de Tg tampoco está relacionada con el pronóstico. Para más información, consultar el artículo sobre Cáncer de tiroides.
Las personas con bocio, tiroiditis o hipertiroidismo pueden presentar concentraciones elevadas de Tg, aunque en estas situaciones la prueba no se solicita habitualmente.
Tras la extirpación completa de la tiroides, el paciente deberá tomar tratamiento sustitutivo (pastillas con hormona tiroidea T4) toda la vida.
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¿Por qué es tan necesario realizar todas las determinaciones de tiroglobulina en el mismo laboratorio?
Los laboratorios pueden utilizar diferentes métodos para medir la tiroglobulina, por lo que los resultados pueden variar de uno a otro. En los pacientes en los que se mide la tiroglobulina a intervalos regulares, se recomienda que se realicen en el mismo laboratorio para que puedan compararse entre sí y con resultados anteriores del paciente.
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¿Por qué hay veces que se miden también los anticuerpos antitiroglobulina?
Los autoanticuerpos antitiroglobulina son proteínas que el sistema inmune del organismo produce y que atacan a la tiroglobulina. Alrededor del 25% de las personas con cáncer de tiroides desarrollan autoanticuerpos antitiroideos. En función del método de medición del laboratorio, la presencia de estos anticuerpos puede interferir en la determinación de la tiroglobulina, de forma que la prueba podría no ser fiable y sería necesaria la realización de otra prueba que no se vea afectada por ellos. Recientemente, algunos estudios muestran que el patrón de los anticuerpos antitiroglobulina por sí mismo puede ser útil como marcador de la presencia o ausencia de enfermedad. Para más información, consultar el artículo sobre Anticuerpos antitiroideos.
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¿Es posible que el médico no solicite la tiroglobulina antes de la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides?
Sí. La determinación de la concentración de tiroglobulina antes de iniciar el tratamiento del cáncer de tiroides no se realiza de manera rutinaria. Como esta proteína es sintetizada, tanto por el tejido tiroideo normal como por algunos tipos de cáncer de tiroides y su concentración puede aumentar en otras enfermedades tiroideas, puede ser complicado saber con certeza si un aumento de la concentración de la tiroglobulina es atribuible al cáncer. Sin embargo, una vez establecido el diagnóstico de cáncer mediante la biopsia de un nódulo tiroideo, una concentración alta de tiroglobulina antes de la cirugía es un buen indicador de que el tumor es el origen, y por lo tanto se podrá utilizar esta determinación como marcador tumoral después de la cirugía.
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¿Se puede hacer algo para aumentar o disminuir la concentración de tiroglobulina?
No directamente. Esta prueba refleja la presencia de tejido tiroideo normal o canceroso, y su concentración no puede modificarse introduciendo cambios en el estilo de vida. Sin embargo, si el paciente se salta alguna dosis de hormona tiroidea, puede causar un aumento de TSH y favorecer la producción de tiroglobulina por el tejido tiroideo residual que suele quedar tras la cirugía del cáncer de tiroides.
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¿Puede determinarse la tiroglobulina en la misma consulta médica?
No. Para la determinación de tiroglobulina se necesita una instrumentación especializada. No todos los laboratorios pueden realizar este estudio y por ello, es posible que la muestra se envíe a un laboratorio de referencia. Debido a las limitaciones técnicas de los métodos de análisis, los valores de referencia pueden variar de un laboratorio a otro y verse afectados o no por la presencia de los autoanticuerpos antitiroglobulina. Por eso es tan importante que las determinaciones seriadas en el tiempo de la tiroglobulina se realicen siempre en un mismo laboratorio.

