Para detectar una infección bacteriana en una herida, para determinar qué tipo de bacteria puede estar causando la infección y para aislar y hacer crecer la bacteria previamente a la realización de un antibiograma.
Cultivo de heridas
Cuando se sospecha que una herida se ha infectado por un microorganismo; a veces después del tratamiento de una infección para evaluar la efectividad del tratamiento.
Para la obtención de células o pus de la zona infectada se emplea una torunda o un escobillón estéril; a veces se aspiran fluidos de la zona infectada o incluso se realizan biopsias.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
El cultivo de una herida se solicita principalmente para evaluar si una herida está infectada, para identificar la bacteria que causa la infección y en caso de que exista infección, para realizar un antibiograma.
Normalmente, en caso de que exista infección, el laboratorio realiza todos los estudios necesarios consecutivamente hasta obtener el antibiograma con la finalidad de que el tratamiento se pueda instaurar a la mayor brevedad posible.
La tinción de Gram se realiza de manera rutinaria en todas las muestras obtenidas, así el médico dispone en muy poco tiempo de un resultado preliminar que puede orientarle de cara al tratamiento que prescribirá. No obstante, no puede asegurarse que no existe infección aunque no se observen bacterias con la tinción de gram.
A veces, después de tratar una infección de una herida se realiza un cultivo de la misma para evaluar la efectividad del tratamiento. A veces, en infecciones crónicas, se realizan cultivos de la herida de manera regular, para saber si debe modificarse el tratamiento.
En caso de que se sospeche una infección por hongos debe realizarse un cultivo específico para hongos. Algunas levaduras y algunos hongos pueden desarrollarse en los mismos medios de cultivo que muchas bacterias, aunque muchos hongos presentan un crecimiento lento. En los medios de cultivo empleados para hongos se inhibe el desarrollo bacteriano a la vez que se favorece el desarrollo de hongos durante varias semanas.
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¿Cuándo se solicita?
El cultivo de heridas se solicita cuando se sospecha que una herida se ha infectado. A veces se solicita después del tratamiento de la infección de una herida para evaluar si el tratamiento aplicado ha sido eficaz. En algunos casos de infección crónica se solicita el cultivo de la herida de manera regular. Entre los signos y síntomas asociados a infecciones de heridas se incluyen:
- Dificultad o lentitud para cicatrizar
- Calor, enrojecimiento e hinchazón de la herida
- Dolor a la palpación
- Presencia de fluidos o pus en la herida
- Fiebre
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¿Qué significa el resultado?
Si se identifican bacterias patógenas en el cultivo, lo más probable es que sean las responsables de la infección. Normalmente la infección la ocasiona un único tipo de bacteria, aunque a veces en la herida pueden coexistir dos o varios patógenos (aerobios y/o anaerobios) que contribuyen a la infección. Si se detectan más de tres microorganismos es posible que no se identifiquen y que en el informe se incluya un comentario del tipo "flora bacteriana mixta". Con esta información el médico sabrá que la muestra puede estar contaminada o que la herida es muy sucia (mezcla de flora normal y de patógenos). Si en el informe se indica que solo existe flora normal, la infección seguramente está producida por microorganismos habitualmente presentes en la superficie de la piel; también puede ser que el microorganismo causante de la infección esté en tan poca cantidad que no se haya podido detectar o que la infección sea debida a otra causa.
A pesar de que en el cultivo crezcan pocas bacterias, el dato puede resultar muy significativo, especialmente si la infección afecta a una área del organismo considerada normalmente como estéril, por ejemplo el ojo.
En caso de que no se consiga detectar ningún tipo de bacteria en la muesra analizada, debe pensarse que probablemente no existe infección. Si persiste la sospecha clínica, puede repetirse la prueba.
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¿Hay algo más que debería saber?
En la infección de heridas a consecuencia de quemaduras es importante que el informe incluya resultados cuantitativos referentes al número de bacterias que se han desarrollado en el cultivo. Se sabe que el número de bacterias en el cultivo correlaciona con el número de bacterias en la herida infectada. A partir de un número determinado de bacterias en la muestra analizada, está indicado el desbridamiento de la herida (eliminación del tejido muerto).
Los resultados del cultivo de una herida no son tan característicos una vez ya se ha empezado un tratamiento antimicrobiano o en casos de infecciones crónicas.
Si la infección se disemina desde la herida infectada hacia la sangre u órganos como riñones, el microorganismo que se identificará en el hemocultivo o en el urinocultivo será el mismo que el que se ha identificado en la herida.
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¿Por qué puede interesar obtener más de una muestra?
Porque así se aumenta la probabilidad de detectar el microorganismo patógeno o de detectar varios patógenos. Pueden obtenerse varias muestras con escobillones o torundas, por aspiración y/o por biopsia, y con procedimientos para microorganismos aerobios y anaerobios.
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¿Puede reproducirse la infección una vez se ha acabado el tratamiento?
La mayoría de infecciones se resuelve satisfactoriamente pero si queda tejido afectado o la piel no se protege adecuadamente, la herida puede reinfectarse. A veces es necesario alargar el tratamiento y/o cambiar la medicación para que la infección se resuelva definitivamente.
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¿De qué depende que ciertas personas contraigan la infección y otras no?
A cualquier persona se le puede infectar una herida aunque el riesgo aumenta con la edad y si existen enfermedades subyacentes -como diabetes- que comprometen o dificultan el flujo sanguíneo o el sistema inmunitario y/o dificultan el proceso de cicatrización.
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¿Por qué el médico no siempre realiza un cultivo del fluido que drena de un abceso?
En una persona sana, la presentación clínica de la afectación cutánea proporciona al médico información suficiente para tratar la infección. En caso de forúnculo o abceso, el tratamiento suele consistir en escisión de la herida y drenaje; a veces los antibióticos no son necesarios. Sin embargo, si la herida no cicatriza o si empeora después de haberla drenado, probablemente se realizará el cultivo de la herida para identificar el microorganismo que la causa y a partir del resultado del antibiograma se prescibirá el antibiótico adecuado para tratarla.