También conocido como: G-6-PDH, G6PD
Nombre sistemático: glucosa-6-fosfato deshidrogenasa
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para establecer si existe un déficit hereditario de Glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PDH).
¿Cuándo hacer el análisis?
Ante una ictericia neonatal persistente que no se explica por otra causa, si ha existido uno o más episodios de anemia hemolítica en un individuo, en general, desencadenados por una infección o determinados fármacos.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa. En recién nacidos puede realizarse mediante la punción de un dedo o del talón con una lanceta.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial, a pesar de que se recomienda esperar que transcurran algunas semanas después de que se haya resuelto alguna posible crisis aguda de la enfermedad.
¿Qué es lo que se analiza?
La glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PDH) es una enzima que participa en la producción de energía. Se encuentra en todas las células, incluidos los glóbulos rojos a los que protege frente a ciertos productos tóxicos derivados del metabolismo celular. Si la actividad de la G6PDH dentro de los glóbulos rojos es insuficiente, estos pueden romperse (hemólisis) con más facilidad ante determinadas circunstancias. Esta prueba mide la actividad de la G6PDH en la sangre.
El déficit de G6PDH es un trastorno genético. Cuando una persona que ha heredado este trastorno se expone a un factor desencadenante como el estrés, una infección, algunos fármacos u otras sustancias, se producen unos cambios significativos en la estructura de la capa exterior (membrana celular) de los hematíes, llamados también eritrocitos o glóbulos rojos. La hemoglobina, proteína transportadora de oxígeno (O2) contenida en el interior de los eritrocitos, precipita formando unos depósitos conocidos como cuerpos de Heinz. Algunas personas experimentan estas reacciones al comer habas, conociéndose esta situación como favismo. Al experimentar estos cambios, los hematíes se rompen con facilidad y disminuye el número o recuento de los mismos. Cuando el organismo ya no puede producir tantos hematíes como para compensar los que se han destruido, aparece una anemia hemolítica. El individuo afectado puede presentar ictericia, debilidad, cansancio y dificultad para respirar o disnea.
La deficiencia de G6PDH es la deficiencia enzimática más común en el mundo y afecta a más de 400 millones de personas. Puede verse hasta en un 10% de los hombres afroamericanos y en un 20% de los hombres africanos. También se encuentra comúnmente en personas que proceden del Mediterráneo y del sudeste asiático.
El déficit de G6PDH es un trastorno hereditario debido a variantes genéticas en el gen G6PDH que los progenitores transmiten a su descendencia. La presencia de ciertas variantes genéticas pueden conducir a una disminución de la actividad enzimática de la G6PDH. Se han identificado más de 440 variantes del gen de la G6PDH. El gen de la G6PDH está localizado en el cromosoma X. Como los varones tienen un cromosoma X y un cromosoma Y (XY), en el caso de haber heredado una de las variantes genéticas que disminuyen la actividad de la G6PDH, su cromosoma X estará afectado y por lo tanto, habrá un déficit de la actividad enzimática de la G6PDH.
Las mujeres, en cambio, presentan dos cromosomas X (XX) y heredan por lo tanto dos copias del gen de la G6PDH. Las mujeres heterocigotas, es decir que solo han heredado una copia del gen con la variante genética que disminuye la actividad de la enzima, presentaran una actividad residual suficiente de G6PDH y acostumbraran a ser asintomáticas. No obstante, en situaciones de estrés pueden manifestar una forma leve de la deficiencia de la enzima. La mujer heterocigota podrá transmitir la copia del gen que presenta la variante genética que disminuye la actividad de la G6PDH a sus hijos o hijas. Si transmite la copia del gen G6PDH con la variante genética a un hijo varón, este desarrollará la enfermedad. También puede haber mujeres homocigotas, sin embargo es poco frecuente. En este caso, la mujer habrá heredado de sus progenitores dos copias del gen G6PDH que presentan la variante que disminuye la actividad de la enzima y por lo tanto manifestará la patología.
En los recién nacidos, el déficit la actividad enzimática de la G6PDH constituye una causa frecuente de ictericia persistente. Si no se trata, esta ictericia puede ocasionar daño en otros órganos y producir retraso mental.
La mayoría de las personas con déficit de la actividad enzimática de la G6PDH pueden llevar una vida normal. No existe ningún tratamiento específico, solamente se deben evitar ciertos medicamentos, como la aspirina, la fenazopiridina y la rasburicasa, los antibióticos del tipo de las sulfamidas y la dapsona, los fármacos antimaláricos con quinina, determinados alimentos (habas), ciertas y sustancias químicas (como el naftaleno, que se encuentra en las bolas contra la polillas). Las infecciones víricas y bacterianas también pueden desencadenar episodios de anemia hemolítica, así como estados de acidosis. Es importante acudir al médico para informarse de los posibles factores desencadenantes de las crisis. Si desea más información acerca de los agentes desencadenantes, acceda a este enlace.
En una anemia hemolítica, los hematíes se destruyen a una mayor velocidad por lo que la persona afectada presenta palidez y cansancio, especialmente a medida que la capacidad de proporcionar oxígeno (O2) a órganos y tejidos disminuye. En los casos graves de anemia hemolítica puede existir ictericia. Muchos de estos episodios se autolimitan, solo cuando el organismo no es capaz de compensar la pérdida de hematíes se hace necesaria una transfusión de sangre. Si no se trata, la situación puede ser fatal. Un pequeño porcentaje de personas con déficit de actividad enzimática de la G6PDH pueden experimentar una anemia hemolítica crónica.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
La prueba de la actividad enzimática de la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PDH) permite detectar y diagnosticar las deficiencias de actividad de la enzima. Puede usarse, por ejemplo, para evaluar a los recién nacidos que presentan una ictericia persistente. Actualmente, los recién nacidos no son examinados de forma rutinaria para la deficiencia de la actividad de la G6PDH.
La G6PDH es un enzima que se encuentra en todas las células, incluidos los hematíes o eritrocitos, a los que protege frente a ciertas sustancias tóxicas derivadas del metabolismo celular. Un déficit de actividad de la G6PDH hace que los eritrocitos sean más vulnerables y se rompan con mayor facilidad (hemólisis) en determinadas circunstancias.
La prueba de la actividad de la G6PD también se puede usar para ayudar a establecer un diagnóstico para personas de cualquier edad que hayan tenido episodios inexplicables de anemia hemolítica, ictericia u orinas oscuras. Si la persona tuvo una enfermedad viral o bacteriana o estuvo expuesta a un desencadenante conocido (como las habas, ciertos fármacos como las sulfamidas o el naftaleno), seguido de un episodio hemolítico, puede considerarse el análisis de la actividad enzimática de la G6PDH para determinar si existe una deficiencia. En algunos casos puede ser necesario repetir la determinación.
Las pruebas de cribado iniciales son pruebas simples cualitativas que tan solo permiten saber si la persona presenta unos niveles adecuados de actividad de la G6PDH. Las pruebas de confirmación suponen la realización de una prueba cuantitativa en la que se mide la actividad enzimática real.
En la forma más común de deficiencia de la actividad de la G6PDH, observada en las personas de ascendencia africana, los niveles de actividad de la enzima son normales en las células recién producidas pero disminuyen hasta un 75% a medida que envejecen los glóbulos rojos. Por esto, no se recomienda realizar las pruebas hasta varias semanas después de que se resuelva un episodio hemolítico. Durante el episodio, generalmente se destruye un porcentaje mayor de los glóbulos rojos con deficiencia de actividad de la G6PDH más antiguos y frágiles, lo que deja que se analicen las células más nuevas y menos deficientes. Por ello la deficiencia de la actividad enzimática podría quedar enmascarada.
Las pruebas genéticas no se realizan de forma rutinaria, en todo caso se solicitan una vez se ha establecido la sospecha del déficit enzimático. Hasta el momento, se han identificado más de 440 variantes genéticas en el gen que codifica para la enzima G6PDH pudiendo causar deficiencias de diversa gravedad. Es importante recalcar que una variante genética no tiene porqué ser siempre patogénica, es decir, algunas variantes genéticas no afectan la actividad de la enzima G6PDH.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado las variantes genéticas del gen que codifica para la G6PDH en cinco grupos según el valor de la actividad enzimática residual y el impacto en la salud de la persona afectada.
Para determinar la presencia de una variante genética se pueden hacer estudios dirigidos, cuando se conoce la existencia de una determinada variante genética en una familia, o estudios no dirigidos, cuando se desconoce la presencia de una variante genética en la familia.
¿Cuándo se solicita?
La medición de la actividad enzimática de la G6PDH se solicita cuando existen signos y síntomas asociados a una anemia hemolítica, una vez que se ha resuelto el episodio de destrucción de los hematíes. Entre los signos y síntomas se incluyen:
- Fatiga, debilidad.
- Palidez.
- Desmayos.
- Dificultad para respirar o disnea.
- Aumento del ritmo cardíaco (taquicardia).
- Ictericia.
- Orinas rojizas u oscuras (por la presencia de sangre o hemoglobina).
- Aumento del tamaño del bazo.
También se puede solicitar la prueba cuando otros resultados de laboratorio son indicativos de anemia hemolítica como por ejemplo: el aumento de bilirrubina, la presencia de hemoglobina en orina (hemoglobinuria), la disminución del recuento de hematíes, la disminución de haptoglobina, el aumento del recuento de reticulocitos, el aumento de lactato deshidrogenasa (LDH), la observación de células anormales (células mordidas) en la extensión o frotis de sangre y a veces la presencia de cuerpos de Heinz en el interior de los hematíes.
La actividad de la G6PDH se solicita de manera específica cuando se han descartado otras causas de anemia y de ictericia y una vez han transcurrido varias semanas después de la resolución de la crisis aguda.
¿Qué significa el resultado?
Si la actividad de la G6PDH está disminuida determina que existe algún grado de déficit de actividad enzimática. En general, cuanto más baja es la actividad más probabilidades hay de que el individuo presente síntomas cuando se exponga a un factor desencadenante. Sin embargo, los resultados no pueden utilizarse para predecir el grado de afectación de una persona ante determinadas circunstancias; la gravedad de los síntomas puede variar entre individuos y entre diferentes episodios.
Si un varón tiene una actividad enzimática normal de la G6PDH, es improbable que tenga un déficit. Así, en el caso que tenga anemia, probablemente será atribuible a otra causa. Sin embargo, si la prueba se ha realizado durante un episodio de anemia hemolítica, la determinación se debe repetir unas cuantas semanas más tarde cuando la población de glóbulos rojos haya tenido tiempo de rehacerse y madurar.
Las mujeres heterocigotas, que presentan una copia del gen con la variante genética que disminuye la actividad de la G6PDH y una copia sin la variante, pueden tener una combinación de células con y sin el déficit de G6PDH. Generalmente, tendrán niveles normales o casi normales de actividad de la G6PDH, y de manera muy poco frecuente presentarán sintomatología. Por ello, en algunos casos las mujeres portadora pueden no ser detectadas mediante la prueba inicial de la G6PDH, aunque sí se serán detectadas con la prueba de confirmación cuantitativa. En los casos poco frecuentes de mujeres homocigotas, las que presentan las dos copias del gen con la variante genética que disminuye la actividad de la G6PDH, la actividad de la enzima estará significativamente disminuida.
¿Por qué es importante la detección del déficit de G6PDH?
La detección del déficit de la actividad enzimática de la G6PDH permite al individuo y al médico establecer una autoeducación sobre la situación que afectará a la persona de alguna manera el resto de su vida. Asimismo podrá informarse de cómo se ha heredado y del potencial impacto que puede tener sobre su descendencia. El conocimiento sobre el déficit y como evitar ponerse en situaciones de riesgo permite, a la mayoría de los individuos con déficit de G6PDH, llevar una vida relativamente normal.
¿Puede evaluarse la deficiencia de G6PDH con otras pruebas distintas a la medida de la actividad enzimática?
Sí, se puede evaluar la deficiencia con pruebas genéticas en las que se pretende identificar la variante genética hallada previamente en un familiar. Si se detecta la variante genética, la persona presentará cierto grado de deficiencia de G6PDH y podrá tener síntomas que varían desde estar asintomático hasta tener cuadros agudos o crónicos, que se producirán varias veces a lo largo de su vida. Un varón afectado transmitirá la variante genética a su hija. Una mujer portadora (heterocigota) presenta un 50% de probabilidad de pasar la variante genética a cualquiera de sus hijos o hijas. Una mujer homocigota, con los dos cromosomas X afectados, transmitirá la variante genética a toda su descendencia. La variante genética será la misma en todos los miembros de la familia y suele ser común en una misma área geográfica.
¿Es importante conocer la variante genética que provoca el déficit de la G6PDH?
Para uno mismo no, pero puede facilitar la detección de la variante genética en otros miembros de la familia. Las pruebas genéticas se realizan para identificar las variantes genéticas más frecuentes. Si se sabe que una familia presenta una determinada variante genética, puede hacerse la prueba analizando la variante concreta en el resto de familiares.
¿Es importante informar al médico si se tiene un déficit de G6PDH aunque no existan síntomas?
Sí, constituye una parte importante del historial clínico y afectará en la elección de posteriores tratamientos y procedimientos que se apliquen. El médico necesita saber si se tiene un déficit de la actividad de la G6PDH o si se es un portador asintomático. Son diversos los fármacos que pueden agravar una crisis hemolítica, que en casos graves implica una atención médica inmediata pudiendo llegar a requerir una transfusión de sangre.
¿Hay algo más que debería saber?
Aunque el déficit de actividad enzimática de la G6PDH se extiende a áreas geográficas de todo el planeta, es más común en personas de origen africano, mediterráneo y del sudeste de asiático. Su área geográfica de mayor prevalencia coincide con la de la malaria, y algunos investigadores creen que el tener un déficit de la actividad enzimática de la G6PDH ha representado históricamente una mayor posibilidad de sobrevivir a una malaria (enfermedad en la que un parásito infecta y afecta a los glóbulos rojos o hematíes). Las deficiencias de la actividad de la G6PDH asociadas al área Mediterránea suelen ser las más peligrosas.
Para distinguir las distintas variantes de la enzima pueden realizarse pruebas como la electroforesis, aunque actualmente estas se reservan de manera casi exclusiva a fines de investigación.
No debería realizarse el estudio de la actividad enzimática de la G6PDH poco después de haber recibido una transfusión de sangre, ya que los hematíes del donante podrían enmascarar la deficiencia de la enzima del receptor.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
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En otras webs:
Medline: Deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa
Manual MSD: Deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa
G6PD Deficiency Favism Association
National Organization for Rare Disorders (NORD): Glucose-6-Phosphate Dehydrogenase Deficiency
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
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Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
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