Para evaluar el número de células de la serie roja (eritrocitos o hematíes) de la sangre; para detectar, diagnosticar o monitorizar trastornos que afecten a estas células.
Recuento de hematíes
Como parte del hemograma en un control rutinario, o si el médico sospecha que pueda existir una anemia (disminución del número de hematíes) o una policitemia (aumento del número de hematíes).
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa, o por punción en un dedo (en niños y adultos) o por punción en el talón (recién nacidos).
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
El recuento de hematíes se solicita como parte de un hemograma y suele utilizarse de manera rutinaria en los controles médicos habituales. El recuento de hematíes puede utilizarse para diagnosticar y/o monitorizar cualquier trastorno que afecte a la producción o a la vida media de los hematíes.
Los hematíes circulan en la sangre y transportan el oxígeno por todo el organismo. Se producen en la médula ósea y se liberan hacia la circulación a medida que van madurando. Su semivida (tiempo de vida media) es de 120 días, de manera que la médula ósea debe estar produciendo contínuamente nuevos hematíes para ir sustituyendo a los que envejecen, se degradan o se pierden con los sangrados. El organismo consigue mantener un número relativamente estable de hematíes en la circulación sanguínea modificando la tasa de producción de los mismos en la médula ósea, ya sea aumentándola o disminuyéndola.
Los trastornos que repercuten sobre la producción de hematíes en la médula ósea pueden ocasionar un aumento o una disminución del número de hematíes maduros que se liberan hacia la sangre. Existen situaciones que tienen consecuencias sobre la vida media de los eritrocitos en la circulación, especialmente aquellas en las que la forma de los hematíes está alterada debido a trastornos adquiridos o hereditarios. Cuando se destruyen (hemólisis) o se pierden (sangrados) hematíes y la médula ósea no es capaz de compensarlo produciendo nuevos hematíes con la velocidad suficiente, o si los hematíes que se producen no funcionan correctamente, se dice que existe una anemia; la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos resulta en consecuencia afectada.
Si se producen y se liberan a la sangre demasiados hematíes se dice que existe una policitemia; la sangre puede volverse más espesa enlenteciéndose el flujo sanguíneo y conllevando una serie de problemas asociados.
El recuento de hematíes puede indicar si existe un problema relacionado con la producción o con la vida media de los eritrocitos, pero no puede determinar la causa subyacente. Para conocer la causa, pueden realizarse otras pruebas además del hemograma como:
- Extensión de sangre
- Recuento de reticulocitos
- Pruebas relacionadas con el metabolismo férrico
- Vitamina B12 y folato
- En casos más graves, estudio de la médula ósea
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¿Cuándo se solicita?
El recuento de hematíes se realiza sistemáticamente al solicitarse un hemograma, que a menudo se solicita en el curso de una revisión médica o antes de una intervención quirúrgica. El recuento de hematíes también es útil para establecer un diagnóstico cuando un individuo presenta síntomas y signos sugerentes de alguna enfermedad que puede afectar a la producción de eritrocitos. Algunos de los signos y síntomas comunes asociados a anemia que justifican la solicitud de un recuento de hematíes son:
- Debilidad o fatiga
- Falta de energía
- Palidez
Algunos de los signos y síntomas asociados a un aumento de hematíes incluyen:
- Alteraciones de la visión
- Dolores de cabeza, mareos
- Enrojecimiento facial
- Aumento del tamaño del bazo
El recuento de hematíes también se solicita periódicamente en personas con trastornos hematológicos, enfermedad renal, trastornos hemorrágicos, anemias crónicas y policitemia. La quimioterapia y la radioterapia a menudo ocasionan una disminución de la producción de todos los elementos de la sangre y por este motivo es habitual solicitar un recuento de hematíes en estos casos.
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¿Qué significa el resultado?
Como el recuento de hematíes se realiza al solicitar un hemograma, los resultados se interpretan teniendo en cuenta todas las pruebas incluidas en el hemograma, como hemoglobina, hematocrito, recuento de reticulocitos y/o índices eritrocitarios.
Entre las causas de disminución del recuento de hematíes (anemia) se incluyen:
- Traumatismos
- Destrucción de eritrocitos, por ejemplo por una anemia hemolítica causada por defectos en el propio hematíe o por un trastorno autoinmune; las alteraciones pueden consistir en una hemoglobinopatía (por ejemplo, anemia de células falciformes), una talasemia, alteraciones de la membrana de los hematíes (esferocitosis hereditaria) o déficits enzimáticos (por ejemplo, de G6PDH)
- Sangrados agudos o crónicos de origen gastrointestinal (úlceras, pólipos, cáncer de colon) o de otro tipo, como de la vejiga urinaria o del útero (en mujeres con menstruaciones abundantes)
- Déficits nutricionales, por ejemplo de hierro, vitamina B12 o folato
- Al teraciones de la médula ósea debidas a fármacos, sustancias tóxicas, infecciones, quimioterapia o radioterapia
- Trastornos de la médula ósea como leucemia, mieloma múltiple, mielodisplasias o linfomas, u otros cánceres que se hayan diseminado hacia la médula ósea
- Enfermedades inflamatorias crónicas
- Insuficiencia renal - en las enfermedades renales crónicas graves se produce menor cantidad de eritropoyetina, que es una hormona sintetizada en los riñones con capacidad para estimular la producción de hematíes en la médula ósea
Entre las causas de aumento del recuento de hematíes se incluyen:
- Deshidratación - al disminuir el volumen de la parte líquida de la sangre, el número de hematíes por volumen aumenta de manera artificial
- Enfermedades pulmonares - cuando una persona no respira adecuadamente y no inhala suficiente cantidad de oxígeno, el organismo intenta compensar esta alteración produciendo mayor cantidad de eritrocitos o hematíes
- Enfermedades cardíacas de causa congénita - el corazón no puede bombear la sangre de manera efectiva, de manera que la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos es insuficiente. El organismo compensa esta situación produciendo mayor cantidad de eritrocitos
- Tumores renales que producen un exceso de eritropoyetina
- Tabaquismo
- Trastornos genéticos (alteración de la capacidad de detección de las necesidades de oxígeno, anomalías en la liberación de oxígeno desde la hemoglobina hacia los tejidos)
- Policitemia vera - enfermedad poco frecuente en la que se producen de manera inadecuada muchos hematíes
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¿Hay algo más que debería saber?
El hecho de haber recibido una transfusión de sangre (reciente) puede repercutir sobre los resultados del recuento de hematíes.
Las alteraciones en el recuento de hematíes suelen ser transitorias y pueden corregirse fácilmente si se elimina la causa que las ha originado.
Es habitual observar una disminución del recuento de hematíes durante el embarazo como resultado de una dilución por incremento del volumen de líquido en la madre.
El hecho de vivir a gran altitud sobre el nivel del mar ocasiona un incremento del número de hematíes; esta es la respuesta normal del organismo a la menor disponibilidad de oxígeno propia de las alturas.
Las mujeres suelen tener un recuento de hematíes inferior al de los varones.
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¿Hasta qué punto es fácil tratar alteraciones del recuento de hematíes?
En primer lugar es importante que el médico conozca el motivo por el que se encuentra alterado el número de hematíes antes de decidir el tratamiento. En algunas anemias el tratamiento puede incluir suplementos dietéticos o modificaciones de la dieta para incorporar alimentos nutricionales. A veces tan sólo es necesario modificar algún tipo de medicación. En casos más graves pueden estar indicadas transfusiones de sangre y en otras situaciones puede estar indicado estimular la producción de células en la médula ósea (con algún fármaco), especialmente en personas que hayan recibido quimioterapia o radioterapia.
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¿Puede analizarse el recuento de hematíes en la misma consulta médica?
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¿Influyen una buena dieta y un buen estado nutricional en mantener el recuento de hematíes dentro de lo que se considera saludable?
Sí, en cierta medida, ya que si se come de forma equilibrada se pueden prevenir las anemias por déficit de hierro, de vitaminaB12 o de folato. En personas con mayor riesgo de tener déficits vitamínicos se recomienda tomar algún suplemento. No obstante, la causa más frecuente de déficit de vitamina B12 es la malabsorción y la causa principal del déficit de hierro son los sangrados. Estas situaciones así como otras alteraciones de los hematíes ocasionadas por enfermedades diversas no se corrigen sólo con modificaciones de la dieta.
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¿Existen síntomas que ayuden a reconocer si el número de hematíes se encuentra significativamente alterado?
La presencia de fatiga y debilidad puede indicar un recuento de hematíes bajo o alto. Los desmayos, la palidez, la sensación de ahogo, los mareos y/o estados de cierta confusión mental también pueden ser indicativos de un recuento de hematíes disminuido. Contrariamente, trastornos en la visión, dolores de cabeza y enrojecimiento o rubefacción facial se asocian a aumentos en el recuento de hematíes.