También conocido como: recuento eritrocitario, número de hematíes, recuento celular de la serie roja
Nombre sistemático: recuento de hematíes
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para evaluar el número de células de la serie roja (eritrocitos o hematíes) de la sangre; para detectar, diagnosticar o monitorizar trastornos que afecten a estas células.
¿Cuándo hacer el análisis?
Como parte del hemograma en un control rutinario, o si el médico sospecha que pueda existir una anemia (disminución del número de hematíes) o una policitemia (aumento del número de hematíes).
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa, o por punción en un dedo (en niños y adultos) o por punción en el talón (recién nacidos).
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
¿Qué es lo que se analiza?
Los hematíes, también conocidos como eritrocitos, glóbulos rojos o células de la serie roja de la sangre, son células que circulan en la sangre y transportan el oxígeno por todo el organismo. El recuento de hematíes evalúa la cantidad total de eritrocitos en la muestra de sangre obtenida. Es una de las pruebas que se incluyen en el hemograma, normalmente solicitado para evaluar el estado de salud de cualquier individuo.
La sangre contiene un conjunto de células suspendidas en un líquido llamado plasma. Además de los hematíes, existen las células de la serie blanca de la sangre o leucocitos y las plaquetas. Estas células se producen en la médula ósea y se liberan a la circulación sanguínea a medida que van madurando. Los hematíes representan aproximadamente un 40% del volumen de la sangre y contienen hemoglobina, una proteína con capacidad para fijar el oxígeno, que a su vez permite que los hematíes transporten la sangre desde los pulmones hacia los órganos y tejidos del organismo. Los hematíes también transportan una pequeña cantidad de dióxido de carbono (CO₂), producto del metabolismo celular, desde los distintos órganos y tejidos hacia los pulmones, donde es eliminado.
La semivida (tiempo de vida media) de los hematíes es de 120 días, de manera que la médula ósea debe estar produciendo continuamente nuevos hematíes para ir sustituyendo a los que envejecen, se degradan o se pierden con los sangrados. Son diversas las situaciones que pueden repercutir sobre la producción de nuevos hematíes y/o sobre su semivida, además de las que se asocian a sangrados. Estas situaciones pueden hacer que el recuento de hematíes aumente o disminuya. Las variaciones en el recuento de hematíes suelen ir paralelas a las de la hemoglobina y el hematocrito.
- Si los hematíes se pierden o destruyen más rápido de lo que se pueden reemplazar, si se interrumpe la producción en la médula ósea, o si los hematíes producidos son disfuncionales o no contienen suficiente hemoglobina, entonces se puede desarrollar una anemia, que afecta a la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos.
- Si se producen o liberan demasiados hematíes se puede desarrollar una policitemia. Esto puede hacer que la sangre sea más espesa, que disminuya el flujo sanguíneo y que aparezcan problemas relacionados, como dolor de cabeza, mareos, problemas de visión e incluso una coagulación excesiva o un infarto agudo de miocardio.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
El recuento de hematíes se solicita como parte de un hemograma y suele utilizarse de manera rutinaria en los controles médicos habituales. El recuento de hematíes puede utilizarse para diagnosticar y/o monitorizar cualquier trastorno que afecte a la producción o a la vida media de los hematíes.
¿Cuándo se solicita?
El recuento de hematíes se realiza sistemáticamente al solicitarse un hemograma, que a menudo se pide en el curso de una revisión médica o antes de una intervención quirúrgica. El recuento de hematíes también es útil para establecer un diagnóstico cuando un individuo presenta síntomas y signos sugerentes de alguna enfermedad que puede afectar a la producción de eritrocitos. Algunos de los signos y síntomas comunes asociados a anemia que justifican la solicitud de un recuento de hematíes son:
- Debilidad o fatiga.
- Falta de energía.
- Palidez.
Algunos de los signos y síntomas asociados a un aumento de hematíes incluyen:
- Alteraciones de la visión.
- Dolores de cabeza, mareos.
- Enrojecimiento facial.
- Aumento del tamaño del bazo.
El recuento de hematíes también se solicita periódicamente para monitorizar a las personas que han sido diagnosticadas con enfermedades como:
- Trastornos de la médula ósea.
- Enfermedad renal.
- Trastornos hemorrágicos.
- Anemias crónicas.
- Policitemia.
- Cáncer, ya que la quimioterapia o la radioterapia a menudo disminuyen la producción en la médula ósea de todos los elementos de la sangre.
¿Qué significa el resultado?
Como el recuento de hematíes se realiza al solicitar un hemograma, los resultados se interpretan teniendo en cuenta todas las pruebas incluidas en el hemograma, como hemoglobina, hematocrito, recuento de reticulocitos y/o índices eritrocitarios.
En la siguiente tabla se resumen los resultados que se pueden encontrar.
Entre las causas de disminución del recuento de hematíes (anemia) se incluyen:
- Traumatismos.
- Destrucción de eritrocitos: por ejemplo por una anemia hemolítica causada por defectos en el propio hematíe o por un trastorno autoinmune; las alteraciones pueden consistir en una hemoglobinopatía (por ejemplo: anemia de células falciformes una talasemia, alteraciones de la membrana de los hematíes (esferocitosis hereditaria) o déficits enzimáticos (por ejemplo: de G6PDH).
- Sangrados agudos o crónicos: de origen gastrointestinal (úlceras, pólipos, cáncer de colon) o de otro tipo, como de la vejiga urinaria o del útero (en mujeres con menstruaciones abundantes).
- Déficits nutricionales: por ejemplo, de hierro, vitamina B12 o folato.
- Alteraciones de la médula ósea: debidas a fármacos, sustancias tóxicas, infecciones, quimioterapia o radioterapia.
- Trastornos de la médula ósea: como leucemia, mieloma múltiple, mielodisplasias o linfomas, u otros cánceres que se hayan diseminado hacia la médula ósea.
- Enfermedades inflamatorias crónicas.
- Insuficiencia renal: en las enfermedades renales crónicas graves se produce menor cantidad de eritropoyetina, que es una hormona sintetizada en los riñones con capacidad para estimular la producción de hematíes en la médula ósea
Entre las causas de aumento del recuento de hematíes se incluyen:
- Deshidratación: al disminuir el volumen de la parte líquida de la sangre, el número de hematíes por volumen aumenta de manera artificial.
- Enfermedades pulmonares: cuando una persona no respira adecuadamente y no inhala suficiente cantidad de oxígeno, el organismo intenta compensar esta alteración produciendo mayor cantidad de eritrocitos o hematíes.
- Enfermedades cardiacas de causa congénita: el corazón no puede bombear la sangre de manera efectiva, de manera que la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos es insuficiente. El organismo compensa esta situación produciendo mayor cantidad de eritrocitos.
- Tumores renales: producen un exceso de eritropoyetina.
- Tabaquismo.
- Trastornos genéticos: alteración de la capacidad de detección de las necesidades de oxígeno, anomalías en la liberación de oxígeno desde la hemoglobina hacia los tejidos.
- Policitemia vera: enfermedad poco frecuente en la que se producen de manera inadecuada muchos hematíes.
El recuento de glóbulos rojos está ligeramente fuera de rango. ¿Qué significa esto?
El médico interpreta el resultado del recuento de hematíes en el contexto de otras pruebas que se hayan realizado, así como de otros factores, como los antecedentes médicos. Un único resultado ligeramente alto o bajo puede o no tener importancia médica. Hay varias razones por las que el resultado de una prueba puede cambiar en diferentes días y por qué puede estar fuera del intervalo de referencia.
- Variabilidad biológica (resultados diferentes en la misma persona en momentos diferentes): si se realiza la misma prueba en varias ocasiones diferentes en la misma persona, es muy probable que el resultado se salga del intervalo de referencia, aunque la persona tenga un buen estado de salud. Por razones biológicas, los valores pueden variar de un día a otro.
- Variabilidad individual (diferencias en los resultados entre diferentes personas): los rangos de referencia generalmente se establecen recogiendo los resultados de una gran población y determinando a partir de los datos un resultado promedio esperado y las diferencias esperadas de ese promedio (desviación estándar). Hay individuos que están sanos pero cuyos resultados de las pruebas, que son normales para ellos, no siempre se encuentran dentro del intervalo esperado de la población general.
Un resultado en el recuento de hematíes fuera del intervalo de referencia establecido por el laboratorio puede no significar nada. Generalmente, este es el caso cuando el valor de la prueba es solo un poco más alto o más bajo que el intervalo de referencia.
Sin embargo, un resultado fuera del intervalo puede indicar un problema y justificar una mayor investigación. El médico considerará los antecedentes médicos, el examen físico y otros factores relevantes para determinar si un resultado que se encuentra fuera del intervalo de referencia significa algo para la persona. Para obtener más información, lea el artículo sobre intervalos de referencia y su significado.
Si el recuento de hematíes está fuera del intervalo de referencia ¿qué otras pruebas podrían realizarse?
El recuento de hematíes puede indicar si existe un problema relacionado con la producción o con la vida media de los eritrocitos, pero no puede determinar la causa subyacente. Para conocer la causa, pueden realizarse otras pruebas además del hemograma como:
- Extensión de sangre.
- Recuento de reticulocitos.
- Pruebas relacionadas con el metabolismo férrico: el hierro es importante para la producción de hematíes.
- Vitamina B12 y folato: la vitamina B12 y el folato también son importantes para la producción de hematíes.
- En los casos más graves, estudio de la médula ósea: generalmente realizado por un patólogo para ayudar a detectar las anomalías en la médula ósea y determinar la causa de recuentos bajos o altos de células sanguíneas o células sanguíneas anormales.
¿Hasta qué punto es fácil tratar alteraciones del recuento de hematíes?
En primer lugar es importante que el médico conozca el motivo por el que se encuentra alterado el número de hematíes antes de decidir el tratamiento. En algunas anemias, el tratamiento puede incluir suplementos dietéticos o modificaciones de la dieta para incorporar determinados alimentos nutricionales. A veces tan sólo es necesario modificar algún tipo de medicación. En los casos más graves pueden estar indicadas las transfusiones de sangre y en otras situaciones puede estar indicado estimular la producción de células en la médula ósea (con algún fármaco especialmente en las personas que hayan recibido quimioterapia o radioterapia.
¿Puede analizarse el recuento de hematíes en la misma consulta médica?
Puede ser; sólo si en la consulta médica se dispone de instrumentos de laboratorio y de profesionales con experiencia.
¿Influyen una buena dieta y un buen estado nutricional en mantener el recuento de hematíes dentro de lo que se considera saludable?
Sí, en cierta medida, ya que si se come de forma equilibrada se pueden prevenir las anemias por déficit de hierro, de vitamina B12 o de folato. En las personas que tienen mayor riesgo de tener déficits vitamínicos se recomienda tomar algún suplemento. No obstante, la causa más frecuente de déficit de vitamina B12 es la malabsorción y la causa principal del déficit de hierro son los sangrados. Estas situaciones, así como otras alteraciones de los hematíes ocasionadas por enfermedades diversas, no se corrigen solo con modificaciones de la dieta.
¿Existen síntomas que ayuden a reconocer si el número de hematíes se encuentra significativamente alterado?
La presencia de fatiga y debilidad puede indicar un recuento de hematíes bajo o alto. Los desmayos, la palidez, la sensación de ahogo, los mareos y/o estados de cierta confusión mental, también pueden ser indicativos de un recuento de hematíes disminuido. Contrariamente, los trastornos en la visión, dolores de cabeza y enrojecimiento o rubefacción facial se asocian a aumentos en el recuento de hematíes.
¿Hay algo más que debería saber?
El hecho de haber recibido una transfusión de sangre (reciente) puede repercutir en los resultados del recuento de hematíes. Las alteraciones en el recuento de hematíes suelen ser transitorias y pueden corregirse fácilmente si se elimina la causa que las ha originado.
Es habitual observar una disminución del recuento de hematíes durante el embarazo como resultado de una dilución por incremento del volumen de líquido en la madre.
El hecho de vivir a gran altitud sobre el nivel del mar ocasiona un incremento del número de hematíes; esta es la respuesta normal del organismo a la menor disponibilidad de oxígeno propia de las alturas.
Las mujeres suelen tener un recuento de hematíes inferior al de los hombres.
Enlaces
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Artículos:
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En otras webs:
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH)
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¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).