También conocido como: índice de reticulocitos, reticulocitos corregidos
Nombre sistemático: recuento de reticulocitos
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para evaluar la capacidad de la médula ósea de generar nuevos hematíes; para diferenciar entre las distintas causas de anemia; para ayudar a monitorizar la respuesta de la médula ósea y la recuperación de su funcionalidad después de una quimioterapia o de un trasplante de médula ósea, para el seguimiento después del tratamiento de una anemia por deficiencia de hierro, de vitamina B12 o de folato, o de una enfermedad renal.
¿Cuándo hacer el análisis?
Cuando se observa un descenso del recuento de hematíes, de la hemoglobina y del hematocrito y/o síntomas de anemia; cuando el médico quiere evaluar la funcionalidad de la médula ósea; a veces, como parte de un hemograma.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa, a veces obtenida por punción del dedo o incluso del talón (en los recién nacidos).
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
¿Está buscando los resultados de su análisis?
Los reticulocitos son hematíes relativamente inmaduros y de producción reciente. El recuento de reticulocitos determina el número y/o el porcentaje de reticulocitos en la sangre, y constituye un reflejo de la actividad o función reciente de la médula ósea.
Los reticulocitos se producen en la médula ósea cuando las células madre formadoras de la sangre (hematopoyéticas) se diferencian formando los reticulocitos y finalmente los hematíes maduros. A diferencia de otras células, los hematíes maduros no tienen núcleo, pero los reticulocitos todavía presentan restos de material genético (ARN). Al madurar los reticulocitos van perdiendo el ARN residual. Normalmente, en la sangre hay menos de un 2% de reticulocitos. El recuento o porcentaje de los reticulocitos es un buen indicador de la capacidad de producción de hematíes (eritropoyesis) por parte de la médula ósea.
Los hematíes viven en la circulación sanguínea unos 120 días, y la médula ósea debe producir continuamente nuevos hematíes para ir sustituyendo a los que han envejecido, se han degradado o perdido por los sangrados. Este mecanismo de sustitución de los hematíes perdidos o degradados asegura que se mantenga un número adecuado de hematíes en la sangre.
Son varios los trastornos y enfermedades que pueden repercutir en la producción de nuevos hematíes y/o sobre su supervivencia, además de los que se acompañan de sangrados. Estos trastornos pueden producir aumentos o disminuciones en el número de hematíes y alterar el recuento de reticulocitos:
Porcentaje de reticulocitos más alto de lo normal
Los sangrados (hemorragias) agudos o crónicos o el aumento de la destrucción (hemólisis) de los hematíes pueden hacer que el recuento de los hematíes en sangre disminuya, provocando una anemia. El organismo compensa estas pérdidas aumentando la tasa de producción de hematíes y liberándolos a la circulación, antes de que se haya completado su proceso de maduración. Cuando esto sucede, el número y el recuento de reticulocitos en sangre aumenta hasta que existan suficientes hematíes para reemplazar a los que se han perdido, o hasta que se agota la capacidad de producción de la médula ósea.
Porcentaje de reticulocitos más bajo de lo normal
Cuando la médula ósea no funciona con normalidad, puede descender la producción de los hematíes. Esto puede suceder en un trastorno de la médula ósea conocido como anemia aplásica. También puede darse una disminución de la producción por otras causas, como por cirrosis hepática, enfermedad renal, tratamientos con quimioterapia y radioterapia, porque haya valores bajos de eritropoyetina o por deficiencias de ciertos elementos como hierro, vitamina B12 o folato. Este descenso en la producción conduce a una disminución en el número de hematíes circulantes, a un descenso en los valores de hemoglobina con disminución de la capacidad de transporte de oxígeno, a un descenso del hematocrito y a una disminución en el número de reticulocitos, ya que los hematíes viejos se eliminan del torrente sanguíneo pero no pueden ser totalmente reemplazados.
Ocasionalmente se dan aumentos simultáneos en el recuento de reticulocitos y hematíes debido a un exceso de producción de hematíes por parte de la médula ósea. Esto puede deberse a un incremento en la producción de eritropoyetina, a los trastornos que producen un aumento crónico del número de hematíes (policitemia vera) y al tabaquismo.
Algunos fármacos también pueden aumentar o disminuir el recuento de reticulocitos.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
El recuento de reticulocitos se utiliza para conocer el número y/o porcentaje de reticulocitos que hay en la sangre, sirven para ayudar a evaluar las enfermedades que afectan a los hematíes, tales como la anemia o los trastornos de la médula ósea. Los reticulocitos recién producidos son hematíes relativamente inmaduros.
El recuento de reticulocitos puede ser útil:
- Para conocer la causa de alteraciones en los resultados del hemograma, recuento de hematíes, de hemoglobina o hematocrito.
- Para determinar si la médula ósea funciona adecuadamente y responde correctamente a las necesidades del organismo (se refiere a los hematíes).
- Para detectar y distinguir entre los distintos tipos de anemia.
- Para monitorizar la respuesta a tratamientos, como por ejemplo, de la anemia por déficit de hierro.
- Para monitorizar la función de la médula ósea después de la quimioterapia.
- Para monitorizar la función de la médula ósea después de un trasplante de médula ósea.
Lo más frecuente es que el recuento de reticulocitos se realice de manera automatizada a la vez que el hemograma, que entre otros parámetros incluye el recuento de hematíes, hemoglobina y hematocrito. Se puede informar el número de reticulocitos o el porcentaje de reticulocitos:
Reticulocitos (%) = [número de reticulocitos / número de glóbulos rojos] X 100
También se puede solicitar un recuento absoluto de reticulocitos (ARC):
ARC = reticulocitos (%) x recuento de glóbulos rojos (x 1.012 / L) / 100
¿Cuándo se solicita?
Se puede solicitar un recuento de reticulocitos cuando:
- Los resultados del hemograma completo muestran una disminución del recuento de hematíes y/o una disminución de la hemoglobina y el hematocrito.
- El médico desea evaluar la función de la médula ósea.
- Se presentan signos y síntomas de anemia o sangrado crónico, como palidez, falta de energía, fatiga, debilidad, dificultad para respirar y/o sangre en las heces.
- En las enfermedades que afectan a la producción de glóbulos rojos, como anemia por deficiencia de hierro, deficiencia de vitamina B12 o folato, o enfermedad renal (que puede afectar a la producción de eritropoyetina).
- Si se está recibiendo radiación o quimioterapia.
- Si se ha recibido un trasplante de médula ósea.
¿Qué significa el resultado?
Los resultados deben interpretarse considerando también los resultados de otras pruebas como el recuento de hematíes, hemoglobina, hematocrito o el hemograma. Normalmente, el recuento de reticulocitos (número absoluto o porcentaje) es un reflejo de la actividad reciente de la médula ósea. Los resultados indican si la médula responde adecuadamente o no al incremento de la demanda de hematíes, o si existe una sobreproducción de hematíes en la médula ósea.
Cuando existe una anemia (por ejemplo, disminución del recuento de hematíes, de hemoglobina o del hematocrito) y la médula ósea responde de manera adecuada al aumento de la demanda de hematíes, la médula ósea produce una mayor cantidad de hematíes y los libera precozmente hacia la circulación, aunque no hayan completado el proceso de maduración, aumentando así el número de reticulocitos en sangre.
La coexistencia de un aumento del recuento de reticulocitos y de una anemia puede indicar:
- Sangrados: si un individuo sangra (hemorragias) el número de reticulocitos aumentará al cabo de unos días para compensar la pérdida de hematíes. Si una persona tiene pérdidas crónicas de sangre, el número de reticulocitos estará aumentado de forma permanente, ya que la médula está tratando de mantener la demanda constante de glóbulos rojos (aunque este aumento puede ser insuficiente).
- Anemias hemolíticas: la anemia viene dada por un aumento de la destrucción de los hematíes. Como mecanismo compensador, la médula ósea aumenta la producción de hematíes y aumenta así el recuento de reticulocitos.
- Enfermedad hemolítica del recién nacido: existe un aumento de la destrucción de los hematíes, de manera similar a lo que se ha expuesto en el caso de las anemias hemolíticas.
Si existe una anemia y la médula ósea es incapaz de mantener un aumento de la demanda de hematíes o si la médula no funciona correctamente, el número de reticulocitos será normal o ligeramente elevado, aunque puede ir disminuyendo si la producción es inadecuada.
Si en una anemia existe un bajo recuento de reticulocitos probablemente es debido a:
- Anemia por déficit de hierro.
- Anemia perniciosa o por déficit de folato.
- Anemia aplásica.
- Radioterapia.
- Insuficiencia de la médula ósea por infecciones o cáncer.
- Enfermedad renal grave, porque puede provocar una disminución de las concentraciones de eritropoyetina.
- Alcoholismo.
- Enfermedades endocrinas.
En los individuos con anemia, el porcentaje de reticulocitos puede parecer alto en comparación con el número total de hematíes. Para establecer una evaluación más exacta de la función de la médula ósea, se calcula lo que se conoce como recuento corregido de reticulocitos o índice de reticulocitos (IR). El IR se calcula comparando el hematocrito (HCT) del individuo en estudio con el de una persona sana. El HCT normal en una persona sana suele considerarse de 45:
Índice de reticulocitos = recuento de reticulocitos (%) X (hematocrito medido / hematocrito normal)
Pueden también realizarse otros cálculos como el índice de producción de reticulocitos (IPR) y la fracción de reticulocitos inmaduros (FRI).
El recuento de reticulocitos indica qué es lo que puede estar sucediendo, pero no es un parámetro diagnóstico de ninguna enfermedad concreta. Es un signo de que hay que seguir haciendo pruebas y en algunos casos puede ser una herramienta necesaria para monitorizar los tratamientos.
Un aumento del número de reticulocitos después de una quimioterapia, de un trasplante de médula ósea o de un tratamiento de la deficiencia de hierro, de vitamina B12 o de folato, es indicativo de que la producción de hematíes por parte de la médula ósea está empezando a recuperarse.
Cuando se sabe que una persona no presenta anemia o cuando existe un aumento del recuento de hematíes (policitemia), el recuento de reticulocitos puede indicar la presencia de una sobreproducción de hematíes. Este fenómeno puede observarse en:
- Policitemia vera.
- Tumores productores de eritropoyetina.
Además del recuento de reticulocitos, ¿qué otras pruebas se pueden realizar?
Para evaluar las alteraciones de la producción de hematíes pueden emplearse otras pruebas como:
- Pruebas relacionadas con el metabolismo del hierro.
- Vitamina B12 y folato.
- Haptoglobina.
- Glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PDH).
- Eritropoyetina.
A veces puede ser necesario añadir un aspirado y/o una biopsia de la médula ósea. A pesar de que se trata de un procedimiento invasivo, puede proporcionar al médico información valiosa.
¿En qué consiste el recuento corregido de reticulocitos o índice de reticulocitos (IR)?
Cuando una persona tiene anemia (disminución del recuento de hematíes, hemoglobina y hematocrito), el porcentaje de reticulocitos puede parecer elevado en comparación con el número total de hematíes. Esto se debe en parte a que se liberan células inmaduras precozmente desde la médula ósea hacia la circulación y a que tardan hasta tres o cuatro días en acabar de madurar. Para obtener una estimación más exacta de la funcionalidad de la médula ósea, se corrige el porcentaje de reticulocitos, expresándose como IR; este índice compara el hematocrito de la persona evaluada con un valor normal de hematocrito.
¿En qué consiste el índice de producción de reticulocitos (IPR)?
A veces, cuando es necesario efectuar alguna corrección debido a cierto grado de inmadurez de los reticulocitos, se calcula, además del índice de reticulocitos (IR), un índice de producción de reticulocitos (IPR). Se refleja así la rapidez con la que los reticulocitos se han liberado desde la médula ósea y se estima el tiempo que tardarán en madurar una vez ya en la circulación. El IPR y el tiempo de maduración dependen del hematocrito:
Índice de producción de reticulocitos = (Índice de reticulocitos) X (1/tiempo de maduración)
¿En qué consiste la fracción de reticulocitos inmaduros (FRI)?
La fracción de reticulocitos inmaduros es un cociente entre los reticulocitos inmaduros y el número total de reticulocitos. Se calcula en los analizadores automáticos a la vez que se realiza el recuento de reticulocitos. En algunas ocasiones, la FRI es un mejor indicador de respuesta de la médula ósea que el recuento de los reticulocitos.
El informe de hemograma completo incluye un resultado para la hemoglobina de reticulocitos, ¿qué significa?
La hemoglobina dentro de los reticulocitos se puede medir y comunicar como un contenido medio de hemoglobina de los reticulocitos (CHr) o un equivalente de hemoglobina de los reticulocitos (Ret-He), según el método de prueba utilizado. Este resultado de la prueba sería uno de los valores informados cuando se analiza la sangre utilizando un analizador hematológico automático.
Los reticulocitos son glóbulos rojos "jóvenes" que son liberados por la médula ósea antes de que maduren por completo. La cantidad de hemoglobina dentro de los reticulocitos puede ayudar a determinar si ha habido suficiente hierro disponible en los últimos días, para incorporarlo a la producción de hemoglobina y luego a la producción de hematíes en la médula ósea. Esto hace que la prueba sea útil para identificar la deficiencia funcional de hierro en ciertas enfermedades clínicas y para evaluar la anemia por deficiencia de hierro en los niños.
¿Puede realizarse el recuento de reticulocitos en el mismo tubo de sangre que el recuento de hematíes o el hemograma?
Sí. Si se detecta una anemia durante un examen rutinario, es frecuente que se añadan pruebas adicionales (incluyendo un recuento de reticulocitos) en el mismo tubo de sangre y la determinación se hace en el mismo día.
¿Las transfusiones de sangre afectan al resultado del recuento de reticulocitos?
Sí. El médico determinará cuánto tiempo se debe esperar para solicitar un recuento de reticulocitos después de una transfusión sanguínea.
¿De qué otra manera puede el médico evaluar la producción de células en la médula ósea?
En algunos casos se realiza un aspirado de la médula ósea para obtener una muestra de médula y examinarla al microscopio. A veces es la mejor manera de evaluar la funcionalidad de la médula ósea.
¿Hay algo más que debería saber?
Las personas que viven a grandes altitudes pueden experimentar un incremento en el recuento de reticulocitos, ya que el organismo se adapta al bajo contenido de oxígeno de la zona. Los fumadores también pueden tener aumentado el recuento de hematíes y de reticulocitos.
El recuento de reticulocitos puede aumentar durante el embarazo. Los recién nacidos también tienen un porcentaje más elevado de reticulocitos pero este número disminuye a las pocas semanas de vida, cuando se alcanzan ya los valores normales.
Tradicionalmente, el recuento de reticulocitos se efectuaba de manera manual observando la extensión de sangre al microscopio y contando el número de reticulocitos en un número determinado de campos. El método manual puede seguir usándose, aunque actualmente ha sido reemplazado por métodos automatizados que permiten el recuento de un mayor número de células, incrementando así la exactitud del recuento de reticulocitos.
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En otras webs:
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH)
Familydoctor: Policitemia vera
National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH): ¿Qué es la anemia?
American Society of Hematology (ASH): Patients
Aplastic Anemia & MDS International Foundation
National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH): Polycythemia Vera
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
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