También conocido como: marcadores de resorción ósea, marcadores de formación ósea, telopéptido N, NTx, telopéptido C, CTx, deoxipiridinolina, DPD, piridinio, fosfatasa ácida tartrato-resistente, TRAP, fosfatasa alcalina ósea, osteocalcina, P1NP, propéptido N-terminal del procolágeno de tipo 1
Nombre sistemático: marcadores de remodelado óseo
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para evaluar y monitorizar la tasa de formación y de resorción ósea; para monitorizar algunas enfermedades del metabolismo óseo como la osteoporosis; para detectar una enfermedad de Paget.
¿Cuándo hacer el análisis?
Cuando en una densitometría se observa una disminución de la densidad ósea; en casos de pérdida de masa ósea, antes de iniciar un tratamiento y periódicamente durante el mismo, con la finalidad de evaluar su eficacia y para determinar si la destrucción ósea disminuye o si la tasa de formación ósea aumenta.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa; a veces a partir de una muestra de orina.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial, aunque es posible que se indique de mantener un ayuno de varias horas; las muestras suelen obtenerse por la mañana.
¿Qué es lo que se analiza?
El esqueleto humano está constituido por tejido óseo, que es un tejido conectivo rígido y duro. Se trata de un tejido vivo cuyos componentes van renovándose a una tasa aproximada de un 10% por año. Los marcadores óseos son un conjunto de pruebas que pueden realizarse en sangre y en orina y que permiten detectar los productos procedentes del remodelado óseo, para poder determinar si las tasas de resorción y de formación de hueso están alteradas, sugiriendo algún tipo de trastorno óseo. Los marcadores pueden ser útiles para conocer si una persona presenta un riesgo aumentado de tener fracturas y, para monitorizar el tratamiento en las personas medicadas debido a trastornos esqueléticos, entre los cuales se encuentra la osteoporosis y la enfermedad de Paget.
El hueso está constituido mayoritariamente por colágeno de tipo I, proteína que proporciona consistencia al hueso y le permite cumplir con su función de soporte del esqueleto, y por fosfato cálcico, complejo mineral que ayuda a endurecer las estructuras óseas del esqueleto. Esta combinación de colágeno y de calcio proporciona una consistencia dura al hueso a la vez que asegura cierta flexibilidad, garantizando así sus funciones de soporte del propio peso del organismo y de resistencia a fuerzas diversas ejercidas sobre él. Más del 99% del calcio del organismo se encuentra en los huesos y en los dientes; del 1% restante la mayor parte se encuentra en la sangre.
El hueso se va renovando durante toda la vida. Existen dos tipos de células principales en el hueso: osteoblastos y osteoclastos. En el proceso de resorción, unas células conocidas como osteoclastos disuelven pequeñas cantidades de hueso a la vez que ciertos enzimas disuelven la estructura proteica del hueso. Los osteoblastos son las células que se encargan de formar hueso de nuevo.
Los osteoblastos secretan diversos compuestos que permiten la formación de la estructura o matriz proteica del hueso, que posteriormente se mineraliza con calcio y fosfato para originar hueso nuevo. Todo este proceso de remodelación tiene lugar a escala microscópica por todo el organismo y garantiza que los huesos sean robustos.
Durante la infancia y la adolescencia, el proceso de formación supera al proceso de resorción. En consecuencia, el hueso se alarga, gana en peso y en densidad. La formación de hueso tiene lugar más rápidamente que la resorción ósea hasta que se alcanza un máximo de masa ósea (máxima densidad y dureza ósea), entre los 25 y los 30 años de edad.
Posteriormente, el proceso de resorción acontece un poco más rápido que el de formación, siendo el resultado neto una cierta pérdida ósea. La edad a la que se empieza a manifestar los signos y síntomas de pérdida de masa ósea depende de la cantidad de hueso que se formó durante la adolescencia y de la tasa de resorción ósea. Normalmente, las mujeres presentan estos signos y síntomas antes que los hombres, debido a que no producen tanta cantidad de hueso como los hombres, además en la menopausia se produce una aceleración de la tasa de pérdida ósea.
Las enfermedades y trastornos que pueden alterar el equilibrio entre resorción y formación ósea son variados, y los marcadores óseos pueden resultar útiles para detectar este desequilibrio y la pérdida de masa ósea. Normalmente, los marcadores óseos se han estudiado en la evaluación y monitorización de la osteoporosis, ya sea primaria, que está relacionada con la edad, o secundaria que es debida a enfermedades o trastornos subyacentes. Puede observarse pérdida de masa ósea en artritis reumatoide, hiperparatiroidismo, enfermedad de Cushing, enfermedad renal crónica, mieloma múltiple o en los casos de pacientes en tratamiento prolongado con antiepilépticos, glucocorticoides o litio.
En los niños, los marcadores óseos también son útiles para ayudar a diagnosticar las enfermedades óseas metabólicas y para controlar el tratamiento de estas afecciones. Los ejemplos incluyen raquitismo, enfermedad de Paget juvenil, osteogénesis imperfecta, a veces llamada enfermedad de los huesos frágiles, y raquitismo hipofosfatémico, un tipo de raquitismo asociado con valores bajos de fosfato e hipofosfatasia (HPP), un trastorno que produce un desarrollo anormal de huesos y dientes.
¿Cómo se obtiene la muestra para el análisis?
Extracción de la muestra por punción de una vena del antebrazo. A veces se obtiene una muestra de orina aleatoria u orina de 24 horas.
¿Se requiere alguna preparación previa para asegurar la calidad de la muestra?
Para esta prueba no se requiere ninguna preparación especial, aunque es posible que se indique mantener un ayuno de varias horas. La concentración de muchos marcadores óseos varía a lo largo del día (variación diurna). Se deben seguir estrictamente las instrucciones proporcionadas por el laboratorio, por ejemplo, recoger orina de la segunda micción de la mañana.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
Para conocer si existe un desequilibrio entre las tasas de formación y de resorción ósea, se pueden solicitar uno o varios marcadores óseos junto con una densitometría ósea (DEXA, DXA).
En los adultos estas pruebas normalmente se emplean en las enfermedades óseas para monitorizar la respuesta al tratamiento antirresortivo, principalmente en la osteoporosis, para cerciorarse de que la dosis de fármaco prescrita es la correcta y es eficaz.
La respuesta al tipo de tratamiento administrado se puede detectar mucho antes con estas pruebas que con las radiografías (de tres a seis meses con las primeras y entre uno y dos años con las segundas). Esto permite reajustar más precozmente la dosis en el caso de que la persona no responda al tratamiento.
En la evaluación de la formación y resorción ósea, la International Osteoporosis Foundation (IOF) y la International Federation for Clinical Chemistry (IFCC) recomiendan la realización de dos pruebas en sangre:
- Telopéptido-C (telopéptido C-terminal del colágeno de tipo 1 (CTx)): marcador de resorción ósea. Es un fragmento peptídico del extremo carboxiterminal de la matriz proteica; útil para monitorizar tratamientos antirresortivos, como bifosfonatos y tratamiento hormonal sustitutivo, en las mujeres postmenopáusicas y en personas con poca masa ósea (osteopenia).
- P1NP (propéptido N-terminal del procolágeno de tipo 1): marcador de formación ósea. Está producido por los osteoblastos y refleja la tasa de formación de colágeno y de hueso. Puede solicitarse junto con los marcadores de resorción ósea como el telopéptido-C o el telopéptido-N. Es el marcador de formación ósea más sensible y por ello el más útil en la monitorización de los tratamientos antirresortivos y favorecedores de la formación ósea. Se recomienda realizar una medida de este marcador antes de iniciar el tratamiento de la osteoporosis y posteriormente, a los 3-6 meses.
Otros marcadores en sangre u orina menos usados de resorción ósea incluyen:
- Telopéptido-N (telopéptido N-terminal del colágeno de tipo 1 (NTx)): fragmento peptídico amino terminal de la matriz proteica, útil para monitorizar el tratamiento.
- Deoxipiridinolina (DPD): producto de degradación del colágeno, con estructura de anillo.
- Compuestos reticulados (crosslinks) de piridinio: grupo de productos de degradación del colágeno entre los que se incluye la DPD; útil en la monitorización de la respuesta al tratamiento; no es tan específico como los telopéptidos.
- Fosfatasa ácida tartrato-resistente: fosfatasa ácida producida por los osteoclastos o células que disuelven pequeñas cantidades de hueso durante el proceso de resorción.
Otros marcadores de formación ósea que pueden medirse en sangre incluyen:
- Fosfatasa alcalina específica de hueso: uno de los isoenzimas de la fosfatasa alcalina asociado a la función de los osteoblastos, que son las células formadoras de hueso. Se piensa que puede jugar un papel en la remineralización del hueso; se recomienda realizar la prueba antes de iniciar el tratamiento y posteriormente entre tres y seis meses nuevamente; los resultados pueden verse afectados por los niveles de fosfatasa alcalina hepática.
- Osteocalcina (proteína Gla ósea): proteína producida por los osteoblastos, que forma parte de la porción del hueso que no contiene colágeno; parte de esta proteína se encuentra circulando en sangre; los niveles de osteocalcina en sangre reflejan la tasa de formación ósea y por ello es un indicador útil de la función de los osteoblastos. Los resultados de esta prueba se pueden ver afectados por la toma de warfarina.
¿Cuándo se solicita?
Los marcadores óseos se solicitan junto con otras pruebas como calcio, vitamina D y paratohormona (PTH) cuando se sospecha pérdida de masa ósea, se detecta una desmineralización del hueso en una densitometría o cuando se producen fracturas sin explicación.
En los niños, las pruebas se pueden realizar cuando presentan signos y síntomas que sugieren un trastorno óseo metabólico, como:
- Dolor de huesos y/o articulaciones.
- Mayor frecuencia de fracturas.
- Retraso en el crecimiento y el desarrollo óseo.
- Huesos deformados.
- Dientes frágiles.
Cuando se administra un tratamiento antirresortivo o favorecedor de la formación ósea, se pueden solicitar uno o varios marcadores óseos, antes de iniciar el tratamiento y nuevamente entre 3 y 6 meses después para monitorizar su eficacia.
¿Qué significa el resultado?
Los valores elevados de uno o varios marcadores óseos en sangre o en orina son sugestivos de trastornos en la resorción o en la formación óseas, aunque no indican la causa de dicho trastorno. Pueden observarse elevaciones de las concentraciones de marcadores óseos en:
- Osteoporosis.
- Enfermedad de Paget.
- Cáncer diseminado al hueso (enfermedad ósea metastásica).
- Hiperparatiroidismo.
- Hipertiroidismo.
- Osteomalacia en adultos y raquitismo en niños: falta de mineralización ósea, a menudo debida a un déficit de vitamina D o de calcio.
- Insuficiencia renal crónica (osteodistrofia renal).
- Síndrome de Cushing o exceso de medicación con glucocorticoides.
Los valores normales o bajos indican que seguramente el equilibrio entre resorción y formación ósea no está muy alterado.
Cuando los marcadores óseos se emplean para monitorizar un tratamiento antirresortivo, la disminución de los valores de los marcadores de resorción refleja una respuesta al tratamiento.
¿Hay algo más que debería saber?
Se deben seguir estrictamente las instrucciones proporcionadas en relación a la obtención de la muestra y los resultados deben interpretarse por un especialista. Los valores de los marcadores varían a lo largo del día e incluso de un día a otro. Normalmente, para la mayor parte de estos marcadores, los valores más elevados se alcanzan por la mañana, y en algunos casos como la fosfatasa alcalina, pueden afectarse por las comidas.
Las concentraciones de los marcadores óseos se ven afectadas por una gran variedad de factores, sobre todo durante el desarrollo infantil. Estos incluyen: edad, sexo, velocidad de crecimiento, estado nutricional y pubertad. Por lo tanto, la interpretación de los valores de los marcadores óseos requiere el uso de intervalos de referencia adecuados.
La mayoría de las personas con pérdida de masa ósea desconoce que la padece ya que no suele ocasionar signos ni síntomas hasta que se produce una fractura ósea inesperada.
Como el cáncer de mama y el cáncer de próstata se asocian a una elevada incidencia de metástasis óseas, algunos médicos piensan que los marcadores óseos podrían predecir si existe un mayor riesgo de metástasis óseas o no, y actuar en consecuencia.
Por otra parte, existen limitaciones respecto al uso clínico de estos marcadores óseos y se sigue investigando para mejorar su aplicación clínica. La principal utilidad es medir la eficacia de los diversos tratamientos utilizados en los casos de enfermedades óseas metabólicas, ajustando así adecuadamente la dosis de fármaco para obtener el máximo beneficio.
¿Deberían medirse los marcadores óseos a toda la población?
La medida de los marcadores óseos sólo está indicada en personas con riesgo de pérdida de masa ósea. No son pruebas que se realicen con finalidades de cribado en la población general. Ofrecen información adicional, pero no reemplazan el examen de la densidad mineral ósea.
¿Cuántos marcadores óseos se deben medir?
Lo habitual es que nunca se soliciten todos los marcadores óseos comentados en este artículo. Habitualmente se solicitan uno o dos marcadores de formación ósea y uno o dos indicadores de resorción. La elección del marcador adecuado depende de varios factores entre los que se incluyen la historia personal, signos y síntomas y la exploración física. Por otra parte, el marcador elegido y solicitado antes de iniciar el tratamiento será el que se seguirá solicitando para monitorizar dicho tratamiento, para poder así comparar los resultados.
¿Pueden realizarse las determinaciones en la misma consulta médica?
En general no. Si bien se puede recoger una muestra de sangre u orina en la consulta médica, la muestra se enviará a un laboratorio para su análisis. Las pruebas de marcadores óseos no se realizan en todos los laboratorios y, a menudo, se envían a un laboratorio de referencia.
¿Puede uno hacer algo para aumentar o disminuir los resultados de los marcadores óseos?
Las personas pueden y deben tomar medidas para mantener la salud ósea durante toda su vida, pero los cambios en el estilo de vida no afectan a los marcadores óseos en sí. Si hay pérdida ósea, es conveniente consultar al médico para conocer el tratamiento a seguir.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Hormona paratiroidea (PTH)
Estados fisiológicos y enfermedades:
En otras webs:
Asociación Española con la osteoporosis y la artrosis (AECOSAR)
Medline: Enfermedad de los huesos
RadiologyInfo.org: Examen de densidad ósea (DEXA o DXA)
Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI): Osteomalacia y raquitismo
Oficina para la Salud de la Mujer (OASH): Osteoporosis
MayoClinic: Enfermedad ósea de Paget
Medline: Osteogénesis Imperfecta
Bone Health and Osteoporosis Foundation (BHOF): What is Osteoporosis?
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).