Ciclosporina

4/4/2022

Nombre sistemático: ciclosporina

Aspectos generales

¿Por qué hacer el análisis?

Para determinar la concentración de ciclosporina en la sangre y poder establecer una dosificación adecuada, mantener unas concentraciones terapéuticas y detectar las concentraciones tóxicas.

¿Cuándo hacer el análisis?

Cuando se instaura el tratamiento con ciclosporina, normalmente se realiza una prueba diaria, o bien 2 a 3 veces por semana, y después de manera periódica, hasta el ajuste o el mantenimiento de la dosis.

¿Qué muestra se requiere?

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial. Por lo general, se monitoriza la concentración mínima. Una concentración mínima  es la concentración más baja que alcanza un fármaco antes de administrar la siguiente dosis. Por ejemplo, si la ciclosporina se administra dos veces al día, generalmente se extrae una muestra de sangre 12 horas después de la última dosis, antes de administrar una nueva dosis. Por la mañana en la que se tiene programado controlar la concentración de ciclosporina, no debe tomarse el medicamento hasta después de la extracción de sangre.

¿Qué es lo que se analiza?

La ciclosporina es un fármaco inmunosupresor que se utiliza para disminuir las defensas naturales del organismo. Esta prueba determina la cantidad de ciclosporina en la sangre.

Cuando un individuo es sometido a un trasplante, su sistema inmunitario reconoce el órgano como extraño y lo ataca, como si se tratara de un virus o una bacteria. La ciclosporina afecta a la capacidad de respuesta inmunitaria de ciertos tipos de glóbulos blancos (o leucocitos) frente a este tejido extraño. De esta forma el órgano trasplantado tiene más posibilidades de supervivencia y no será tan fácilmente rechazado por el sistema inmunitario del individuo. La ciclosporina se utiliza de manera rutinaria en el trasplante de riñón, corazón, hígado y otros órganos.

Las cualidades inmunosupresoras de la ciclosporina también son útiles para el tratamiento de los síntomas de algunas enfermedades, como las enfermedades autoinmunes. Estos trastornos se caracterizan por una reacción del sistema inmunitario hacia las células o tejidos del propio organismo. En estos casos, la ciclosporina ayuda en el control de la respuesta inmunitaria, disminuyendo la gravedad de los síntomas. Algunos ejemplos de estas enfermedades son la artritis reumatoide, psoriasis, anemia aplásica y enfermedad de Crohn.

En estos casos, la ciclosporina suele prescribirse cuando los síntomas son graves, extensos e incapacitantes, pero sin embargo, los síntomas y signos no han mejorado con otros tipos de tratamiento. La ciclosporina debe utilizarse con precaución y debe monitorizarse mediante análisis de sangre periódicos.

La determinación de ciclosporina en sangre ayuda a asegurar que su concentración se encuentra dentro del rango terapéutico establecido. Si la concentración es demasiado baja, puede ocurrir un rechazo del órgano trasplantado (en el caso de los trasplantes), o los síntomas pueden reaparecer (en el caso de las enfermedades autoinmunes). También es importante asegurarse de que la concentración no es demasiado elevada, porque podría resultar tóxica.

Preguntas comunes

¿Cómo se utiliza?

La determinación de ciclosporina se solicita para medir la cantidad del fármaco en la sangre y conocer si su concentración ha alcanzado un rango terapéutico y no se encuentra en una concentración tóxica. La ciclosporina disminuye la respuesta inmune del organismo y se prescribe en los individuos trasplantados, para prevenir el rechazo del órgano en cuestión; también se prescribe en el caso de algunas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, para aliviar los síntomas.

El control de la ciclosporina es importante por diversas razones:

  • No existe una buena correlación, como sucede con otros fármacos, entre la dosis administrada y su concentración en la sangre.
  • La absorción y el metabolismo de las dosis orales de ciclosporina tienen una variación muy amplia entre los distintos individuos e incluso en un mismo individuo, dependiendo de la hora de administración y de los alimentos ingeridos.
  • La concentración sanguínea también puede variar según la marca comercial de la ciclosporina prescrita.
  • En las personas trasplantadas, es muy importante para evitar el rechazo del órgano que la concentración de ciclosporina se mantenga lo suficientemente elevada, justo después de la cirugía.
  • En el caso de la artritis reumatoide o la psoriasis, la concentración de ciclosporina debe mantenerse lo suficientemente elevada para que los síntomas empiecen a mejorar.
  • En el caso del trasplante de riñón, la determinación de la concentración en sangre puede ayudar a distinguir entre un rechazo o una lesión renal debidos a una concentración demasiado elevada.
  • La ciclosporina se asocia a diversos efectos secundarios tóxicos que pueden evitarse si se controla su concentración en sangre y se ajusta la dosis.

Monitorizando la ciclosporina en sangre, el médico puede asegurar que cada individuo recibe la cantidad correcta de fármaco y la formulación que necesita para tratar su caso particular, para maximizar los efectos terapéuticos y minimizar la toxicidad del fármaco.

¿Cuándo se solicita?

La determinación de ciclosporina suele solicitarse al inicio del tratamiento; a menudo se suele requerir una determinación diaria cuando se está estableciendo una pauta de dosificación. Una vez establecidas las dosis, pueden efectuarse determinaciones con menos frecuencia, cada uno o dos meses, o incluso con menor frecuencia. Sin embargo, la determinación puede realizarse más frecuentemente si la persona empeora o si se están tomando otros medicamentos que pueden repercutir sobre el metabolismo de la ciclosporina. Cualquier cambio observado en el estado metabólico de un individuo justifica una monitorización más continuada de la concentración de ciclosporina.

En los trasplantes, suele empezarse el tratamiento a dosis muy elevadas, para luego ir disminuyendo progresivamente hasta establecer la dosis a largo plazo. En el caso de la artritis reumatoide o la psoriasis, si el individuo tolera bien el tratamiento, pueden ir incrementándose las dosis para ir mejorando los síntomas.

Con cada cambio de dosis se requiere determinar la concentración en sangre. La frecuencia de las determinaciones de ciclosporina depende también del tipo de órgano trasplantado, de la edad y del estado general de salud del individuo. Por ejemplo, en una persona que ha recibido un trasplante de hígado, se requiere efectuar determinaciones con más frecuencia, puesto que la ciclosporina es un fármaco que se metaboliza por vía hepática y una función hepática disminuida puede reducir el aclaramiento (eliminación) sanguíneo de la ciclosporina.

También pueden solicitarse las determinaciones con más frecuencia cuando existe sospecha de rechazo renal o de toxicidad renal. Algunos signos y síntomas de toxicidad debidos a ciclosporina son:

¿Qué significa el resultado?

El rango terapéutico de la ciclosporina depende del tipo de trasplante, del tiempo transcurrido desde el trasplante, así como del método utilizado para determinar la concentración del fármaco. No son comparables los resultados obtenidos de muestras diferentes o por métodos distintos. El médico debe guiarse por los valores de referencia del propio laboratorio para valorar el resultado de la prueba.

Si la concentración valle cae por debajo del rango deseado, existe un riesgo de rechazo en el caso de un trasplante, o de recurrencia de los síntomas. Si la concentración está elevada, existe riesgo de aparición de efectos tóxicos.

En las personas trasplantadas, se determina a veces la concentración máxima obtenida 2 horas después de la dosis del fármaco. Existe una correlación entre las concentraciones elevadas de ciclosporina en las muestras en el momento de la máxima concentración y las menores tasas de rechazo, especialmente en el curso del primer año después del trasplante.

¿Hay algo más que debería saber?

En la mayoría de los hospitales se utiliza sangre en lugar de suero o plasma y las muestras se recogen 12 horas después de la última toma, o justo antes de la siguiente dosis (concentración valle). Algunos métodos de laboratorio son más específicos para la determinación de la ciclosporina mientras que otros métodos determinan, tanto la ciclosporina como sus metabolitos, de manera que sus respectivos rangos variarán. Debido a que la concentración terapéutica de ciclosporina puede variar según el ensayo empleado en el laboratorio, se recomienda que la determinación se realice siempre en el mismo laboratorio mientras dure el tratamiento. Los resultados estarán más acorde y se correlacionarán mejor con los rangos terapéuticos.

Para otras situaciones distintas a los trasplantes, la ciclosporina puede prescribirse con otras medicaciones como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). En el caso de los trasplantes se suele prescribir ciclosporina juntamente con otros fármacos anti-rechazo. Por otra parte, la concentración de ciclosporina también puede verse afectada por otras medicaciones que se estén tomando al mismo tiempo. Por este motivo, es importante que el médico esté informado acerca de toda la medicación que se esté tomando y de cualquier dieta especial que se esté siguiendo.

Son diversos los fármacos que pueden interactuar de manera no deseada con la ciclosporina y por ello no deberían tomarse al mismo tiempo; es un aspecto importante que se debe comentar con el médico.

La ciclosporina puede provocar hipertensión y lesiones renales. Es importante informar al médico si se tiene o se ha tenido la presión arterial alta o alguna enfermedad renal. Durante el tratamiento con ciclosporina también se ha descrito el aumento de lípidos en la sangre y posibles afectaciones de la función hepática. Al médico le puede interesar solicitar otras pruebas de laboratorio para detectar la hiperlipidemia o para controlar la función renal y hepática.

Se recomienda evitar el consumo de zumo de pomelo durante el tratamiento con ciclosporina, ya que enlentece la degradación normal de ciclosporina por el organismo, y por lo tanto, el fármaco podría acumularse y alcanzar concentraciones excesivamente elevadas en sangre. Este efecto del pomelo puede mantenerse hasta tres días después de haber consumido el zumo.

La eliminación de magnesio aumenta con la ciclosporina, lo que posiblemente provoque síntomas relacionados con las concentraciones bajas de magnesio en sangre. El médico puede monitorizar las concentraciones de magnesio y tratar con suplementos si fuese necesario. A veces también se puede presentar una concentración alta de potasio en sangre. En estos casos, el médico puede monitorizar las concentraciones de potasio y controlar el uso de diuréticos ahorradores de potasio, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), antagonistas de los receptores de angiotensina II, medicamentos que contienen potasio y dietas ricas en potasio.

¿Durante cuánto tiempo es necesario mantener el tratamiento con ciclosporina?

En las personas trasplantadas, el tratamiento con ciclosporina dura todo el tiempo necesario mientras sea el tratamiento de elección. Si existen síntomas de rechazo, incluso con concentraciones de ciclosporina dentro del rango terapéutico, se puede cambiar a otro fármaco inmunosupresor. Por otra parte, el riesgo de mostrar los efectos tóxicos es mayor cuanto más tiempo se está en tratamiento con ciclosporina. Por ello, el médico puede optar por cambiar el tratamiento inmunosupresor en las personas que llevan dos o tres años con ciclosporina.

En el caso de las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn o la psoriasis, solamente se administra ciclosporina cuando existen síntomas agudos o cuando los otros tratamientos no han resultado efectivos. No se recomienda que estas personas estén bajo tratamiento con ciclosporina durante más de un año, porque la toxicidad aumenta con la duración del tratamiento. Se recomiendan períodos cortos de tratamiento o períodos intermitentes de doce semanas.

¿Quién solicita la determinación de ciclosporina?

La determinación de ciclosporina suele solicitarla un médico con conocimientos específicos de la enfermedad para la cual se prescribe este fármaco. El médico (cirujano, hematólogo, reumatólogo, etc.) suele estar muy familiarizado con su uso y entiende perfectamente la importancia de su monitorización.


Enlaces

Pruebas relacionadas:

Monitorización de fármacos e intoxicaciones

Urea

Creatinina

Perfil lipídico

Perfil hepático

Estados fisiológicos y enfermedades:

Enfermedades autoinmunes

Enfermedad inflamatoria intestinal

Artritis reumatoide

En otras webs:

Manual MSD: Generalidades sobre el trasplante

Medline: Ciclosporina

Asociación Española de Pediatría (AEP): Ciclosporina

Vademecum: Ciclosporina

Clínica Universidad de Navarra (CUN): Ciclosporina

American College of Rheumatology (ACR): Ciclosporina (Neoral, Sandimmune, Gengraf)

MayoClinic: Cyclosporine (Intravenous Route)

American Society of Transplantation (AST): Patient Education Packets


También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

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