Hematocrito

12/12/2021

También conocido como: HCT, Hto, volumen de células empaquetadas, PCV, H y H (hemoglobina y hematocrito)

Nombre sistemático: hematocrito

Aspectos generales


¿Por qué hacer el análisis?

Para conocer la proporción de la sangre que se corresponde con los hematíes o células de la serie roja, dato útil para detectar, diagnosticar o monitorizar trastornos en los que se ven afectados; como parte de un análisis rutinario, especialmente si el médico sospecha una anemia o una policitemia.

¿Cuándo hacer el análisis?

Normalmente forma parte del hemograma.

¿Qué muestra se requiere?

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa, sin embargo también puede obtenerse por punción del dedo (en niños y adultos) o del talón (en recién nacidos).

¿Es necesario algún tipo de preparación previa?

Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.


¿Qué es lo que se analiza?

El hematocrito es una medida de la proporción de sangre que está formada por eritrocitos o hematíes.

En la sangre existen distintos tipos celulares: hematíes o células de la serie roja, leucocitos o células de la serie blanca y plaquetas; todos ellos en suspensión en un fluido conocido como plasma.

El hematocrito es un cociente entre el volumen de eritrocitos y el volumen de sangre total (incluyendo la proporción de plasma), y se expresa como fracción o porcentaje. Por ejemplo, un hematocrito del 40% significa que hay 40 mililitros de hematíes en 100 mililitros de sangre.

El hematocrito constituye una manera rápida y sencilla de evaluar los hematíes de un individuo, por ejemplo para el control de enfermedades como la anemia. Suele realizarse la prueba junto con la determinación de hemoglobina (Hb), prueba también incluida en el hemograma.

El hematocrito refleja tanto el número de hematíes como su volumen corpuscular medio (VCM). Si el tamaño de los eritrocitos disminuye, también lo hará el hematocrito y viceversa. Por norma general, el hematocrito aumenta cuando aumenta el número de hematíes, y contrariamente disminuye cuando existe un fallo en la producción de eritrocitos por parte de la médula ósea, cuando aumenta la destrucción de los hematíes o cuando se producen pérdidas de sangre.

Los eritrocitos se producen en la médula ósea y una vez han madurado, se liberan hacia la circulación. Suelen representar entre el 37% y el 49% del volumen sanguíneo. Los hematíes contienen hemoglobina (Hb), una proteína encargada de transportar oxígeno (O2) desde los pulmones hacia los órganos y tejidos del organismo. Por otro lado, también transportan una pequeña cantidad de dióxido de carbono (CO₂). El CO2 es un producto de desecho del metabolismo celular, que se transporta hacia los pulmones donde se expele.

La médula ósea produce de manera continuada nuevos hematíes para reemplazar a los que envejecen y se destruyen o se pierden en sangrados. La vida media de los hematíes es de unos 120 días, aproximadamente 4 meses.

Son muchas las situaciones, además de los sangrados, que pueden afectar a la vida útil de los hematíes en la circulación, tales como: una mayor mayor destrucción de glóbulos rojos o hemólisis, una pérdida de glóbulos rojos por sangrado; que provocan una incapacidad por parte de la médula ósea para producir nuevos hematíes con la suficiente rapidez, por lo que su número total disminuye, afectando también al hematocrito y pudiendo producir anemia.

En la anemia el organismo es incapaz de liberar suficiente O2 hacia órganos y tejidos, apareciendo cansancio y debilidad. En cambio, en la policitemia se producen más eritrocitos por lo que la sangre se vuelve menos fluida, circula más lentamente y puede llegar producir problemas de circulación. Estos individuos presentan un mayor número de eritrocitos con un hematocrito elevado.

Preguntas comunes


¿Cómo se utiliza?

El hematocrito se utiliza para detectar, diagnosticar o monitorizar una serie de trastornos y enfermedades que repercuten sobre la proporción que los eritrocitos representan respecto al volumen sanguíneo. En general, se evalúa junto con la hemoglobina (Hb), prueba también incluida en el hemograma. Así, el hematocrito puede ser útil para:

  • Detectar, diagnosticar y evaluar la gravedad de una anemia (disminución de hematíes, de hemoglobina y del hematocrito) o de una policitemia (aumento de hematíes, de hemoglobina y del hematocrito).
  • Monitorizar la respuesta al tratamiento de una anemia o de una policitemia, así como de otros trastornos que repercuten sobre el tiempo de supervivencia de los hematíes.
  • Tomar decisiones acerca de la necesidad de efectuar una transfusión de sangre u otros tratamientos en anemias graves.
  • Evaluar una deshidratación.

¿Cuándo se solicita?

El hematocrito se ordena de forma rutinaria como parte del hemograma completo. También se puede solicitar solo o con la hemoglobina como parte de un examen de salud general. Estas pruebas a menudo se solicitan cuando se tiene signos y/o síntomas de una afección que afecta a los glóbulos rojos, como anemia y policitemia.

Entre los signos y síntomas propios de una anemia se incluyen:

  • Cansancio, debilidad.
  • Falta de energía.
  • Desmayos.
  • Palidez cutánea.
  • Dificultad para respirar o disnea.
  • Latidos cardíacos rápidos (taquicardia) o irregulares.
  • Manos o pies fríos.

Entre los signos y síntomas de policitemia se incluyen:

  • Trastornos de la vista.
  • Mareos.
  • Dolor de cabeza.
  • Rubor, enrojecimiento.
  • Aumento del tamaño del bazo.

También puede solicitarse el hemograma cuando existen signos o síntomas de deshidratación, tales como: sed extrema, sequedad de la boca o de las membranas mucosas y ausencia de sudoración o de emisión de orina.

El hematocrito puede solicitarse a intervalos regulares cuando existen sangrados, anemias crónicas, policitemia o enfermedades graves para establecer la eficacia del tratamiento instaurado. También se puede solicitar de forma rutinaria si está recibiendo tratamiento para un cáncer que se sabe que afecta la médula ósea.

¿Qué significa el resultado?

Normalmente, los hematíes representan entre un 37-49% del volumen sanguíneo.

El resultado del hematocrito se evalúa junto con los resultados del hemograma, tales como: el recuento de hematíes, la hemoglobina (Hb), otros índices eritrocitarios y el recuento de reticulocitos. Deben tenerse en cuenta la edad, el sexo y la procedencia del individuo ya que los valores de interpretación pueden variar. Por norma general, el hematocrito refleja los resultados del recuento de hematíes y de la hemoglobina.

Un hematocrito disminuido con bajo recuento de glóbulos rojos y hemoglobina baja es indicativo de anemia. Algunas causas de anemia pueden ser:

Un hematocrito incrementado con un alto recuento de glóbulos rojos y hemoglobina alta es indicativo de policitemia. Algunos ejemplos de causas de un hematocrito alto incluyen:

  • Deshidratación: constituye la principal causa de aumento del hematocrito. A medida que el volumen de sangre disminuye, el número de hematíes por volumen de sangre aumenta artificialmente. Con un aporte líquido adecuado, el hematocrito se normaliza.
  • Enfermedades pulmonares: si no se puede respirar adecuadamente, no se inhala O2 en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades del organismo. Como mecanismo compensador se intenta producir mayor cantidad de hematíes.
  • Insuficiencia cardíaca congénita: en algunas formas de insuficiencia cardiaca congénita existe una conexión anormal entre los dos hemisferios del corazón, lo que lleva a concentraciones reducidas de O2 en la sangre. El cuerpo intenta compensar este mecanismo produciendo más glóbulos rojos.
  • Tumor renal productor de eritropoyetina (EPO).
  • Tabaquismo.
  • Vivir a altitudes elevadas: se intenta compensar la disminución de O2 del aire que se respira.
  • Causas genéticas: alteraciones de los sensores de O2, anomalías de la liberación de O2 por parte de la hemoglobina (Hb).
  • Policitemia vera: enfermedad rara en la que el organismo produce demasiados eritrocitos.

¿Hay algo más que debería saber?

Una transfusión de sangre reciente afecta a los resultados del hematocrito.

El embarazo causa normalmente una ligera disminución del hematocrito debido al aumento de volumen del plasma (aumento de líquido en la sangre).

¿Se puede realizar la prueba del hematocrito en casa?

No, este análisis lo realizan especialistas de laboratorio cualificados. Actualmente, el hematocrito se mide en analizadores especiales aunque también se puede medir directamente centrifugando un tubo capilar lleno de sangre en una centrífuga de hematocrito.

¿Qué otras pruebas se pueden realizar además del hematocrito?

El hematocrito puede indicar si hay un problema con los glóbulos rojos, pero no puede determinar la causa subyacente. Además del hemograma completo, otras pruebas que se pueden realizar son: el frotis o extensión de sangre, el recuento de reticulocitos, la determinación del hierro sérico, la determinación de la vitamina B12 y folato y, en condiciones más graves, un estudio de la médula ósea.

¿Existe alguna población con mayor riesgo de tener valores anormales de hematocrito?

Las mujeres en edad fértil tienden a tener niveles más bajos de hematocrito debido a las pérdidas de hierro y sangre durante los períodos menstruales; igualmente durante el embarazo también pueden presentar un hematocrito más bajo por un aumento de las necesidades de hierro. Las personas que sufren enfermedades crónicas, como: enfermedad renal, cáncer, infección por VIH, infecciones crónicas o enfermedades autoinmunes (por ejemplo: artritis reumatoide) presentan mayor riesgo de presentar valores bajos de hematocrito.

Las personas con malnutrición, las que siguen dietas pobres en hierro o vitaminas, las que han sido intervenidas quirúrgicamente o han padecido politraumatismos también tienen un mayor riesgo de presentar valores disminuidos de hematocrito. Por último, los familiares de individuos con anemia falciforme o talasemia también presentan mayor riesgo de tener valores de hematocrito anormalmente bajos.

Enlaces

Pruebas relacionadas:

Extensión o frotis de sangre

Estudio de la médula ósea

Eritropoyetina (EPO)

Recuento de hematíes

Hemoglobina (Hb)

Hemograma

Hierro sérico

Reticulocitos

Vitamina B12 y folato

Índices de la serie roja

Estados fisiológicos y enfermedades:

Anemia

Anemia falciforme

Hemoglobinopatías

Talasemia

Trastornos de la médula ósea

En otras webs:

Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH)

MayoClinic: Anemia

Medline: Policitemia vera


También conocido como:
HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2

Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).                  

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