También conocido como: Insuficiencia cardiaca, ICC
¿Qué es la insuficiencia cardiaca congestiva?
La insuficiencia cardiaca congestiva (ICC), también llamada insuficiencia cardiaca, es una afección en la que el corazón ya no puede bombear sangre tan eficientemente como solía hacerlo. Esto hace que la sangre y otros fluidos se acumulen en el cuerpo, particularmente en el hígado, los pulmones, las manos y los pies.
El corazón tiene dos lados y cuatro cámaras. El lado derecho del corazón recibe sangre sin oxígeno del cuerpo y la envía a los pulmones. El lado izquierdo del corazón recibe sangre rica en oxígeno de los pulmones y la bombea hacia el resto del cuerpo.
La ICC es una afección grave y progresiva que, por lo general, es crónica y puede poner en peligro la vida de quien la padece. Puede afectar al lado derecho, izquierdo o ambos lados del corazón. En las personas con ICC, se envían cantidades reducidas de oxígeno y nutrientes a los órganos del cuerpo, lo que puede causar daño y pérdida de funciones.
Hay una serie de causas diversas para que se produzca la ICC. En la mayoría de los casos, el corazón se ha dañado, ya sea por tener una presión arterial alta (hipertensión), ataques cardiacos previos o daño directo al músculo cardíaco (lo que se denomina miocardiopatía). La ICC también puede ocurrir cuando hay daño en las válvulas dentro del corazón, o bien cuando existe cicatrización en el pericardio, que es la membrana que rodea el corazón. En raras ocasiones, la insuficiencia cardíaca congestiva ocurre cuando el corazón se ve obligado a latir con más fuerza de lo normal, como en el caso del hipertiroidismo grave, pero no se puede satisfacer la demanda. El riesgo de ICC aumenta en las personas con sobrepeso, diabetes, fumadores o aquellas que abusan del alcohol o la cocaína.
La ICC es común en los ancianos ya que el corazón se vuelve menos eficiente con la edad. El National Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI) estima que alrededor de 5,7 millones de personas en los Estados Unidos tienen insuficiencia cardíaca. Para las personas mayores de 65 años, es una de las causas más comunes de hospitalización. Según un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología se trata de la primera causa de hospitalización de mayores de 65 años y representa el 3% de todos los ingresos hospitalarios y el 2,5% del coste de la asistencia sanitaria.
Acerca de la insuficiencia cardiaca congestiva
Signos y síntomas
Si la sangre retrocede desde el lado derecho del corazón, los síntomas de la ICC generalmente comienzan con hinchazón de las piernas y los tobillos, que empeora cuando la persona se pone de pie y mejora cuando la persona se acuesta. Si la sangre retrocede desde el lado izquierdo del corazón hacia los pulmones, puede causar dificultad para respirar y tos, especialmente durante el ejercicio (como subir escaleras) o al acostarse en la cama. Muchas personas con insuficiencia cardíaca tienen síntomas relacionados con la acumulación de sangre en los lados derecho e izquierdo del corazón.
Además de la hinchazón (edema) y la dificultad para respirar, los síntomas pueden incluir:
- Palpitaciones del corazón o pulso rápido.
- Debilidad y fatiga.
- Disminución de la resistencia, incapacidad o capacidad reducida para realizar ejercicio físico.
- Tos o sibilancias.
- Aumento repentino de peso.
- Pérdida de apetito.
- Náuseas.
Pruebas relacionadas
Una evaluación inicial para la insuficiencia cardíaca congestiva puede incluir:
- Un historial médico, incluida una evaluación de los factores de riesgo como la edad, los antecedentes familiares, la enfermedad de las arterias coronarias, la diabetes y la presión arterial alta.
- Un examen físico: un médico puede escuchar el corazón y los pulmones con un estetoscopio para detectar la acumulación de líquido y buscar la presencia de hinchazón en las manos, los pies y las piernas.
Además, se puede usar una combinación de pruebas de laboratorio y ajenas al laboratorio para evaluar la ICC.
Pruebas de laboratorio
- Péptido natriurético de tipo B (BNP) y NT-proBNP: miden la concentración de una hormona producida por el ventrículo izquierdo (la principal cámara de bombeo del corazón) para ayudar a diagnosticar y clasificar la gravedad de la insuficiencia cardíaca.
- Pruebas que determinen la situación del equilibrio electrolítico, la insuficiencia renal (ya que los síntomas de la enfermedad renal son similares a los de la insuficiencia cardiaca congestiva) y la enfermedad hepática.
- Hemograma: para detectar anemia, que puede causar síntomas similares a los de la insuficiencia cardiaca congestiva y contribuir a dicha insuficiencia cardiaca congestiva.
- Perfil tiroideo: estas pruebas verifican el valor de la hormona tiroidea en la sangre; tanto el hipertiroidismo (demasiada hormona tiroidea) como el hipotiroidismo (muy poca hormona tiroidea) pueden causar insuficiencia cardiaca.
Existen dos pruebas relativamente nuevas que se pueden usar en personas a las que se les diagnostica una insuficiencia cardíaca para ayudar a predecir el curso de la enfermedad (pronóstico). La galectina-3 y ST2 son pruebas que miden los valores de estas proteínas en la sangre. Los valores elevados de estos biomarcadores pueden usarse para indicar si una persona con insuficiencia cardíaca tiene un mayor riesgo de sufrir complicaciones y necesita un tratamiento más agresivo.
Pruebas que no son de laboratorio:
- Un electrocardiograma (ECG): es una prueba que analiza la actividad eléctrica y el ritmo cardíaco.
- Radiografía de tórax: puede mostrar si el corazón está agrandado o si hay líquido en los pulmones.
Según los hallazgos de estas pruebas, pueden ser necesarios otros procedimientos, que incluyen:
- Una prueba de esfuerzo.
- Prueba de esfuerzo nuclear: se inyecta un compuesto radiactivo en la sangre para evaluar el flujo sanguíneo y mostrar imágenes de posibles vasos sanguíneos estrechados alrededor del corazón.
- Ecocardiografía: ecografía del corazón.
- Cateterismo cardíaco: en este procedimiento, se inserta un tubo delgado y flexible en una arteria de la pierna y se conduce hasta el corazón; le permite al médico evaluar la presión y el flujo sanguíneo dentro de las cavidades del corazón.
- Angiografía coronaria: esta prueba se realiza durante el cateterismo cardíaco. Se toman radiografías de las arterias coronarias, que suministran sangre al corazón, después de inyectar un contraste radiopaco para ayudar a diagnosticar la enfermedad de las arterias coronarias.
Tratamiento
La insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) suele ser una enfermedad progresiva. El tratamiento está dirigido a estabilizar la situación y a tratar los síntomas derivados de la misma. Esto supone controlar el aporte de sal, la retención de agua, además de abandonar el tabaco y el alcohol. Si se consiguen regular estos factores externos, se contribuye también a disminuir la presión sanguínea, que es un problema primordial en las enfermedades del corazón. El médico además tratará la causa subyacente de la ICC y realizará un seguimiento estricto de la persona afectada. Es muy importante también controlar el peso.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
Péptidos natriuréticos: BNP y NT-proBNP
Estados fisiológicos y enfermedades:
Infarto agudo de miocardio y síndrome coronario agudo
En otras webs:
Sociedad Española de Cardiología (SEC)
MayoClinic: Insuficienca cardiaca
Medline: Insuficiencia cardiaca
Fundación Española del Corazón (FEC): Insuficiencia cardiaca
Clínica Universidad de Navarra (CUN): Insuficiencia cardiaca
National Institute on Aging (NIH): ¿Qué es la insuficiencia cardíaca?