Para identificar qué antígenos y genes del sistema de histocompatibilidad leucocitario humano (HLA) ha heredado un individuo, con la finalidad principal de evaluar la compatibilidad entre donantes y receptores de órganos o de médula ósea, y para detectar anticuerpos frente a antígenos HLA que podrían provocar el rechazo del órgano trasplantado.
HLA
Normalmente se realiza el estudio en posibles receptores de órganos o de médula ósea, antes de empezar a buscar un donante; en posibles donantes de órganos, el estudio se realiza cuando se quiere evaluar su compatibilidad con un receptor específico.
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa; a veces se obtiene una muestra frotando el interior de la mejilla con una torunda.
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
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¿Cómo se utiliza?
La principal utilidad de la prueba HLA o antígeno leucocitario humano radica en verificar la compatibilidad entre receptores de órganos o tejidos y sus donantes. Se identifican los principales genes del sistema HLA que hereda una persona junto con sus correspondientes antígenos (proteínas) presentes en la superficie de sus células. Estos antígenos permiten que el sistema inmune pueda diferenciar las propias células de las no propias. Las células reconocidas como no propias pueden desencadenar una respuesta inmune, con la subsiguiente producción de anticuerpos.
Con la prueba del HLA también se realiza un cribado en receptores de trasplantes para verificar si tienen anticuerpos que podrían atacar al tejido u órgano trasplantado, como parte también de una respuesta de tipo inmune.
Es muy importante realizar esta prueba antes de cualquier trasplante de órganos o tejidos. En trasplantes de médula ósea es necesario que los genes HLA de donante y de receptor sean idénticos o lo máximo de similares posible, para así garantizar el éxito del trasplante y asegurar que no se va a producir ningún rechazo o ataque del tejido trasplantado por parte del sistema inmune del receptor.
El grado de compatibilidad entre receptor y donante varía en función del tipo de trasplante y esto determina que no siempre se analicen los mismos genes HLA ni se realicen las mismas pruebas HLA.
De manera característica, se distinguen tres componentes de determinación de compatibilidad en las pruebas de HLA:
- Tipaje HLA de donantes y receptores - supone identificar los alelos HLA. Puede suponer un análisis serológico del HLA o un análisis molecular (ADN).
- Se realiza el estudio de HLA en familiares que se ofrecen para donar un órgano o médula ósea, para verificar si son compatibles con el familiar que necesita la donación.
- Si se trata de personas que quieren ser donantes de médula ósea para quien sea que pueda necesitarla, se realiza la prueba del HLA y se guardan los datos en un registro para posteriormente poderlos comparar con los del receptor que necesite el trasplante.
- Cribado de anticuerpos HLA en receptores - se realiza en receptores para determinar si tienen anticuerpos que podrían atacar al órgano o tejido trasplantado. Ciertos individuos han podido desarrollar anticuerpos HLA específicos al estar expuestos a antígenos no propios. Se reconocen tres motivos por los que se puede haber estado expuesto a antígenos no propios: embarazo, trasfusiones de plaquetas o de sangre, o trasplantes previos. Es importante considerar la posible existencia de estos anticuerpos ya que pueden potencialmente atacar a los tejidos donados en el caso de que el donante tenga el tipo HLA correspondiente.
- La evaluación de anticuerpos HLA en receptores se debe realizar periódicamente para determinar si el receptor que está esperando el trasplante ha desarrollado anticuerpos HLA adicionales. También pueden analizarse los anticuerpos HLA después del trasplante para determinar si el receptor ha desarrollado nuevos anticuerpos.
- Pruebas cruzadas con linfocitos (donante-específicos) - se realiza esta prueba después de que se haya identificado ya al posible donante. Es útil para determinar si el receptor presenta anticuerpos frente a antígenos presentes en los linfocitos del donante. Se mezcla suero del receptor con glóbulos blancos (linfocitos T y B) del donante. Cualquier reacción que se detecte (resultado positivo) indica que la incompatibilidad entre ambos es muy probable. El resultado de estas pruebas cruzadas debe interpretarse siempre junto con la información referente a los anticuerpos HLA del receptor y el tipaje HLA del donante.
A veces, el estudio de los genes HLA se emplea en el diagnóstico de enfermedades autoinmunes. El sistema HLA constituye uno de los mecanismos implicados en el reconocimiento de antígenos propios y no propios y en la respuesta inmune frente a sustancias ajenas. El organismo puede producir una respuesta inmune anómala frente a sus propias células, generando así anticuerpos (autoanticuerpos). Se ha visto que algunas enfermedades se asocian a antígenos HLA específicos; por ejemplo, la espondilitis anquilosante o anquilopoyéticoa se asocia a HLA-B27. El tipaje HLA también puede ser interesante para prevenir reacciones frente a ciertos medicamentos, al haberse constatado que algunos efectos colaterales indeseables se producen si existen ciertos tipos HLA específicos (refiérase a Preguntas comunes).
- Tipaje HLA de donantes y receptores - supone identificar los alelos HLA. Puede suponer un análisis serológico del HLA o un análisis molecular (ADN).
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¿Cuándo se solicita?
Receptores de trasplantes - se analizan genes, antígenos y anticuerpos HLA en el momento en que se sabe que una persona va a necesitar un trasplante de órgano o de médula ósea. Los resultados obtenidos del análisis de los genes y antígenos HLA no variarán pero sí pueden variar los anticuerpos HLA. La evaluación de anticuerpos HLA debe repetirse periódicamente y en particular después de ciertas situaciones como embarazos o trasfusiones de sangre, para determinar si el potencial receptor ha desarrollado otros anticuerpos HLA. A veces las personas que reciben trasfusiones de plaquetas o de sangre desarrollan anticuerpos HLA.
La determinación de anticuerpos HLA se emplea también después del trasplante para saber si el receptor ha creado anticuerpos nuevos o si ha producido gran cantidad de los anticuerpos HLA que ya tenía, dirigidos contra el órgano trasplantado del donante. La presencia de anticuerpos frente a los antígenos del donante, junto con otras evaluaciones como una biopsia tisular del órgano trasplantado, puede indicar que el receptor está rechazando el órgano trasplantado; esta información es muy importante para el médico ya que podrá actuar rápidamente para prevenir el rechazo.
Donantes de trasplantes - se analizan genes y antígenos HLA en personas que se ofrecen para donar a un familiar un riñón, hígado, médula ósea u otro tejido, para verificar si son compatibles con el familiar que necesita la donación. Si se trata de personas que quieren ser donantes de médula ósea para quien sea que pueda necesitarla, se realiza la prueba del HLA y se guardan los datos en un registro para posteriormente poderlos comparar con los del receptor que necesite el trasplante; esto es relativamente frecuente en el caso del trasplante de riñón.
En el caso de que el órgano proceda de un donante muerto, la prueba HLA se realiza tan rápido como sea posible para identificar así el receptor que puede beneficiarse del trasplante. Para garantizar la viabilidad del órgano a trasplantar, debe transcurrir el mínimo plazo de tiempo posible.
Pruebas HLA cruzadas - se realizan cuando se ha identificado ya mediante el tipaje HLA a un posible donante. Es una prueba que se realiza justo antes del trasplante del órgano para garantizar que no existe incompatibilidad. En el caso del trasplante a partir de un donante vivo, la prueba se realiza más de una vez, en el momento en el que se ha identificado al individuo como posible donante y nuevamente justo antes de la intervención.
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¿Qué significa el resultado?
En un tipaje HLA se identifican genes y antígenos HLA para determimar la compatibilidad en un trasplante de órganos o tejidos. Los genes y/o antígenos del receptor se comparan con los de los potenciales donantes. Los resultados indican cuantos antígenos son compatibles y cuantos no lo son. A mayor cantidad de antígenos compatibles, más probabilidades habrá de que el trasplante prospere. Si no se detecta ninguna incompatibilidad la probabilidad de que el órgano o tejido trasplantado no sea rechazado por el receptor es elevada.
El hecho de que el receptor no presente anticuerpos HLA frente a los antígenos del donante es muy importante. A mayor cantidad de anticuerpos HLA desarrollados por el receptor, mayor probabilidad de rechazo.
Un resultado positivo (reactivo) a las pruebas HLA cruzadas indica que el trasplante es de elevado riesgo. En caso de realizarse el trasplante, el riesgo de que el receptor rechace el órgano o tejido trasplantado es elevado; el rechazo será o no tratable con fármacos inmunosupresores.
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¿Hay algo más que debería saber?
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¿Además de la determinación de la compatibilidad entre tejidos y órganos, qué otra utilidad presenta el estudio de genes y antígenos HLA?
Históricamente, el tipaje HLA se empleaba con finalidades forenses (identificación de personas) o para determinar si existía parentesco entre personas (pruebas de paternidad). Actualmente, para estas finalidades, se dispone de pruebas moleculares más específicas.
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¿Existe algún motivo para evaluar un alelo HLA específico?
Sí. Algunos alelos HLA específicos se asocian a ciertas enfermedades autoinmunes. No son diagnósticos de la enfermedad pero son de gran utilidad para confirmarla o descartarla. También se han descrito asociaciones entre alelos HLA específicos e hipersensibilidad a ciertos fármacos.
Gen / Antígeno Asociaciones HLA-B27 Espondilitis anquilosante o anquilopoyética, artritis reumatoide juvenil, síndrome de Reiter HLA-DQ2 y HLA-DQ8 Enfermedad celíaca HLA-DR15 y HLA-DQ6 Narcolepsia HLA-B*5701 Hipersensibilidad a abacavir HLA-B*1502 Hipersensibilidad a carbamazepina -
¿Existe alguna relación entre grupo sanguíneo ABO y genes y antígenos HLA?
No. A pesar de que ambos sistemas se heredan y son importantes para garantizar la compatibilidad entre tejidos, son independientes. Los genes del sistema ABO están localizados en el cromosoma 9 mientras que los del HLA se encuentran en el cromosoma 6.
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¿En qué consiste la enfermedad del injerto contra el huésped?
La enfermedad del injerto contra el huésped (EICH) aparece cuando las células del sistema inmune de la médula ósea del donante atacan a las células y tejidos del receptor del trasplante. El sistema inmune del receptor no es el responsable del inicio de esta respuesta.
La médula ósea es un tejido blando que se encuentra en el interior de los huesos y produce hematíes o glóbulos rojos, y leucocitos o glóbulos blancos. En la EICH, un tipo de leucocitos del donante, los linfocitos T, produce una respuesta inmune contra las células y tejidos del donante. Esta situación puede ser moderada o grave, e incluso poner en peligro la vida del individuo. Puede desarrollarse de manera aguda, apareciendo dentro de los primeros 100 días después del trasplante, o crónica, desarrollándose a lo largo del tiempo.
A mayor compatibilidad entre alelos HLA de donante y de receptor, menor riesgo de desarrollar EICH. En caso de desarrollarse puede tratarse la enfermedad con fármacos inmunosupresores, para disminuir la inmunogenicidad de la médula ósea trasplantada.