El diagnóstico del déficit de testosterona se realiza a través de la elaboración de la historia clínica de los signos y síntomas acompañada de un examen físico así cómo pruebas de laboratorio para determinar las concentraciones de testosterona.” The Endocrine Society” y la “American Urological Association” recomiendan basarse tanto en criterios clínicos como en pruebas de laboratorio para establecer el diagnóstico.
Es importante saber que las sociedades científicas no recomiendan realizar un cribado en la población masculina adulta que no presente signos o síntomas asociados al déficit de testosterona.
Las pruebas de laboratorio no sirven solo para el diagnóstico sino que también nos son de utilidad para determinar la causa del déficit así como para realizar la monitorización del tratamiento con terapias sustitutivas hormonales.
Pruebas de Laboratorio
Testosterona: es la prueba más importante a realizar en la analítica sanguínea para detectar su déficit. La muestra de sangre debe obtenerse por la mañana en ayunas para así minimizar las variaciones de testosterona a lo largo del día. Normalmente se realizan dos determinaciones de testosterona en días diferentes para confirmar el resultado. Alrededor de un 30 % de los pacientes con una testosterona inicial baja tienen concentraciones normales de testosterona en la repetición del análisis. También se miden los niveles de testosterona para la monitorización del tratamiento.
Alrededor del 66 % de la testosterona circula en sangre unida a una proteína llamada SHBG, que son les siglas en inglés de sex hormone binding globulin. Una pequeña parte (30%) va unida a la albúmina y en último lugar (menos del 4 %) la encontramos como testosterona libre. La hormona biológicamente activa es la libre y la unida a albúmina. En la mayoría de los casos la determinación de testosterona total es suficiente y adecuada para realizar el diagnóstico. Sin embargo, en ciertos casos, como por ejemplo cuando haya niveles de SHBG anormales, la determinación de la fracción libre o de la biológicamente activa puede ser mejor y aportar una información más precisa del estado fisiológico del paciente.
Los valores de referencia para el hombre adulto varían en función de la edad ( las concentraciones de testosterona van disminuyendo con la edad). Mientras que la exactitud de las pruebas de laboratorio ha evolucionado significativamente en estas últimas décadas, la variabilidad inter-laboratorio es alta a consecuencia de los diferentes equipos, reactivos o técnicas usados para medir la testosterona. Debido a estas limitaciones no se puede establecer unos valores de referencia estandarizados y se deben usar los que proporcione cada laboratorio en concreto basándose en su población y método utilizado.
Se debe tener en cuenta , incluso al valorar individuos jóvenes, que los valores de referencia se establecen aceptando el 95% central de los valores obtenidos en la población sana estudiada, y por definición se excluye un 2.5% de hombres sanos con valores por debajo de los valores de referencia.
Otro punto de discusión es si los hombres de edad avanzada deberían de tener sus propios rangos de referencia o si por el contrario los valores de referencia se deberían de establecer basándose solamente en hombres de edades comprendidas entre los 20 y los 40. En cualquier caso, se debe de consultar con su médico sobre los resultados de testosterona para tener una buena interpretación.
Hormona luteinizante (LH) y hormona folículo estimulante (FSH): la LH es la hormona que estimula la producción de testosterona y la FSH se asocia a la producción de esperma. Se deben de interpretar sus resultados conjuntamente para poder distinguir entre un déficit de testosterona causado por un problema testicular (hipogonadismo primario) de uno de origen hipofisario o hipotalámico (hipogonadismo secundario). Cuando encontramos LH y FSH elevadas con concentraciones de testosterona bajas hay que sospechar de hipogonadismo primario. En cambio LH y FSH normales o disminuidas indican hipogonadismo secundario. En el caso de baja destosterona debida a la edad las concentraciones de LH y FSH son normales.
Prolactina: se trata de una hormona de origen hipofisario que puede medirse si se sospecha que la causa del déficit de testosterona puede tener origen en la hipófisis. Concentraciones elevadas de prolactina pueden indicar patología hipofisaria como por ejemplo algún tumor. Elevaciones de la prolactina por cualquier causa pueden interferir en la función testicular.
Otras pruebas de laboratorio van dirigidas a hombres sometidos a terapia sustitutiva con testosterona para monitorizar posibles reacciones adversas. Algunos ejemplos son:
Hemoglobina: la hemoglobina puede ser útil para detectar aumentos en la producción de glóbulos rojos ya que la Policitemia es uno de los efectos adversos asociados a las terapias sustitutivas y podría derivar en problemas vasculares como la formación de coágulos.
Estudio de lípidos: para comprobar niveles de lípidos anormales (HDL, LDL, VLDL, Colesterol total y Triglicéridos)
Antígeno Específico de Prostata (PSA): para detectar cáncer de próstata.
Otras pruebas
Resonancia magnética (MRI) del cerebro se usa a veces para comprobar la funcionalidad y normalidad de la hipófisis y el hipotálamo
Densitometría ósea, puede ser útil para ver cambios en la densidad ósea como consecuencia del déficit de testosterona.