También conocido como: autoanticuerpos tiroideos, anticuerpos antitiroideos, anticuerpos antimicrosomales, anticuerpo microsomal tiroideo, anticuerpo antiperoxidasa, TPOAb, Anti-TPO, TBII, anticuerpo antitiroglobulina, TgAb, anticuerpo anti receptor de TSH, TRAb, inmunoglobulina estimuladora del tiroides, TSI.
Nombre sistemático: autoanticuerpo tiroideo antiperoxidasa (TPOAb), autoanticuerpo antitiroglobulina (TgAb) y autoanticuerpo antireceptor de hormona tiroidea.
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para ayudar en el diagnóstico y monitorización de enfermedades tiroideas autoinmunes y para diferenciarlas de otras formas de enfermedades tiroideas; para orientar en la toma de decisiones terapéuticas.
¿Cuándo hacer el análisis?
Si existe un aumento de tamaño de la glándula tiroidea (bocio) y/o los resultados de las pruebas tiroideas como TSH, T4 libre y T3 indican una disfunción tiroidea; junto con la tiroglobulina cuando se usa con el fin de monitorizar; a intervalos determinados, según lo recomendado por el médico, si existe una alteración tiroidea autoinmune ya conocida.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Ninguna.
¿Qué es lo que se analiza?
Los autoanticuerpos contra la tiroides son anticuerpos que se desarrollan cuando el sistema inmunitario de una persona ataca por error a los componentes de la glándula tiroides o proteínas tiroideas, lo que lleva a una inflamación crónica de la tiroides (tiroiditis), daño tisular y/o alteración de la función tiroidea. Las pruebas de laboratorio detectan la presencia y miden la cantidad de autoanticuerpos tiroideos específicos en la sangre.
La tiroides es una glándula pequeña con forma de mariposa, adosada a la tráquea, en la zona de la garganta. Las hormonas primarias que produce, tiroxina libre (T4 libre) y triyodotironina (T3), son vitales para la regulación de la velocidad con que se usa la energía en el organismo (metabolismo). El organismo tiene un sistema regulador de retroalimentación (feedback) que lo usa la tirotropina (TSH) para poner en marcha y detener la producción de hormonas tiroideas, manteniendo así una cantidad estable de hormonas tiroideas en sangre. Cuando los anticuerpos antitiroideos interfieren en este proceso, se pueden llegar a situaciones crónicas, y a trastornos autoinmunes asociados a hipotiroidismo o hipertiroidismo, como la enfermedad de Graves o la tiroiditis de Hashimoto.
Para intentar establecer el diagnóstico de una enfermedad autoinmune o para su monitorización se pueden realizar alguna o varias de las siguientes pruebas:
- Anticuerpo antitiroperoxidasa (TPO).
- Anticuerpo antitiroglobulina (TGAb).
- Anticuerpos frente al receptor de la TSH:
-Inmunoglobulina estimulante del tiroides (TSI).
-Inmunoglobulina inhibidora de la unión de la TSH a su receptor (TBII).
La TBII no se usa rutinariamente, sin embargo la TSI se emplea a menudo para diagnosticar la enfermedad de Graves.
Preguntas comunes
¿Cómo se utiliza?
Los anticuerpos antitiroideos, como el anticuerpo de antitiroperoxidasa (TPO), se solicitan principalmente para ayudar a diagnosticar una enfermedad tiroidea autoinmune y distinguirla de otras formas de disfunción tiroidea. Estos anticuerpos se desarrollan cuando el sistema inmunitario de una persona se dirige por error a los componentes de la glándula tiroides o a las proteínas tiroideas, lo que provoca una inflamación crónica de la tiroides (tiroiditis), daño tisular y/o alteración de la función tiroidea.
Se pueden realizar una o más de las siguientes pruebas para ayudar a establecer un diagnóstico y/o monitorizar un trastorno tiroideo autoinmune:
- Anticuerpos antitiroperoxidasa (TPO): la prueba más común para la enfermedad tiroidea autoinmune; se puede detectar en la enfermedad de Graves o en la tiroiditis de Hashimoto.
- Anticuerpos antitiroglobulina (TGAb): este anticuerpo se dirige contra la tiroglobulina, la forma de almacenamiento de las hormonas tiroideas.
- Anticuerpos frente al receptor de la hormona estimulante de la tiroides (TSHRAb): incluyen dos tipos de autoanticuerpos que se adhieren a las proteínas de la tiroides a las que normalmente se une la TSH (receptores de TSH):
-La inmunoglobulina estimulante de la tiroides (TSI): se une a los receptores y promueve la producción de hormonas tiroideas, lo que lleva al hipertiroidismo.
-La inmunoglobulina inhibidora de la unión a la tiroides (TBII): impide que la TSH se una a los receptores, bloqueando la producción de hormonas tiroideas y provocando hipotiroidismo.
La prueba TBII no se realiza de forma rutinaria, pero la TSI se usa a menudo para ayudar a diagnosticar la enfermedad de Graves.
Estas pruebas pueden solicitarse para ayudar a investigar la causa de un agrandamiento de la tiroides (bocio) u otros signos y síntomas asociados con valores bajos o altos de hormona tiroidea. Las pruebas se pueden realizar como seguimiento cuando los resultados de otras pruebas tiroideas, como T3 total o libre, T4 libre y/o TSH, indican una disfunción tiroidea.
También se pueden solicitar una o más pruebas de anticuerpos antitiroideos para determinar si una persona con una enfermedad autoinmune está en riesgo de desarrollar una disfunción tiroidea. Esto puede ocurrir con trastornos como el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide o la anemia perniciosa.
Una persona que está recibiendo tratamiento para el cáncer de tiroides puede ser monitorizada con la determinación de tiroglobulina. En este caso, la prueba de anticuerpos contra la tiroglobulina se usa para determinar si el anticuerpo está presente en la sangre de la persona y si es probable que interfiera con la prueba para medir el nivel de tiroglobulina.
¿Cuándo se solicita?
La determinación de autoanticuerpos antitiroideos se solicita cuando una persona tiene unos valores anormales de TSH o T4 libre o presenta signos y síntomas de disfunción tiroidea (valores alterados de hormonas tiroideas), especialmente si se sospecha que la causa sea la presencia de una enfermedad autoinmune.
Unos valores disminuidos de hormonas tiroideas (hipotiroidismo) pueden causar síntomas como:
- Aumento de peso.
- Fatiga.
- Bocio.
- Sequedad de la piel.
- Pérdida de cabello.
- Intolerancia al frío.
- Estreñimiento.
Unos valores elevados de hormonas tiroideas (hipertiroidismo) pueden causar síntomas como:
- Sudoración.
- Aceleración del ritmo cardíaco.
- Ansiedad.
- Temblores.
- Fatiga.
- Insomnio.
- Pérdidas de peso bruscas.
- Protrusión de los ojos (ojos saltones).
En la siguiente tabla se resumen las indicaciones de la medición de los autoanticuerpos antitiroideos.
¿Qué significa el resultado?
Los resultados negativos de la prueba significan que los autoanticuerpos tiroideos no están presentes en la sangre en el momento de la prueba y pueden indicar que los síntomas se deben a una causa distinta de la autoinmune. Sin embargo, cierto porcentaje de personas que tienen enfermedad tiroidea autoinmune no tienen autoanticuerpos. Si se sigue sospechando, los autoanticuerpos pueden desarrollarse con el tiempo, como puede suceder con algunos trastornos autoinmunes, por ello, se podrían repetir las pruebas posteriormente.
Se pueden encontrar valores entre leves y moderadamente elevados de anticuerpos tiroideos en una variedad de trastornos tiroideos y autoinmunes, como cáncer de tiroides, diabetes tipo 1, artritis reumatoide, anemia perniciosa y enfermedades vasculares autoinmunes del colágeno.
Las concentraciones significativamente aumentadas indican con mayor frecuencia enfermedades autoinmunes de la tiroides, como la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves.
En general, la presencia de anticuerpos antitiroideos sugiere la presencia de un trastorno tiroideo autoinmune y cuanto más alto es el valor, es más probable. Los valores de autoanticuerpos que aumentan con el tiempo pueden ser más significativos que los valores estables, ya que pueden indicar un aumento en la actividad de la enfermedad autoinmune. Todos estos anticuerpos, si están presentes en una mujer embarazada, pueden aumentar el riesgo de hipotiroidismo o hipertiroidismo en el bebé en desarrollo o en el recién nacido.
Si una persona con cáncer de tiroides tiene anticuerpos contra la tiroglobulina, pueden interferir con las pruebas de los valores de tiroglobulina. Esto puede significar que la prueba de tiroglobulina no se puede usar como marcador tumoral o para monitorizar el cáncer de tiroides del individuo. Algunos métodos especiales, incluido uno basado en espectrometría de masas, no se ven afectados por la presencia de anticuerpos contra la tiroglobulina. Cuando se miden de esta manera, la prueba de tiroglobulina se puede usar como un marcador tumoral, independientemente de si los anticuerpos contra la tiroglobulina están presentes o no. Si se mantienen altos o bajos inicialmente, pero aumentan con el tiempo, entonces es probable que el tratamiento no haya sido efectivo y que el cáncer continúe o sea recurrente. Si los valores están cayendo y/o han caído a niveles bajos o indetectables, entonces es probable que la terapia haya sido efectiva para erradicar el cáncer.
Un cierto porcentaje de personas sanas pueden ser positivas para uno o más anticuerpos antitiroideos. La prevalencia de estos anticuerpos tiende a ser mayor en las mujeres, tiende a aumentar con la edad y, para los anticuerpos antitiroperoxidasa, indica un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad tiroidea en el futuro. Si una persona sin disfunción tiroidea aparente tiene un anticuerpo antitiroideo, su médico hará un seguimiento a lo largo del tiempo. Es posible que la mayoría nunca experimenten disfunción tiroidea, pero algunos pueden desarrollarla.
¿Hay algo más que debería saber?
La sensibilidad y especificidad de las determinaciones de anticuerpos antitiroideos está mejorando, pero todavía no es tan buena como sería deseable. Todas las pruebas de autoanticuerpos antitiroideos han variado con el paso del tiempo; esto en parte justifica que se les haya atribuido diferentes nombres. Por otra parte, existe una gran variedad de métodos diferentes y cada uno de ellos presenta un intervalo de referencia (valores normales) distinto. En el caso de realizarse determinaciones seriadas con fines de monitorización, lo ideal es que se hagan todas en el mismo laboratorio y con la misma metodología.
¿Los anticuerpos tiroideos forman parte de las pruebas de tiroides de rutina?
No, generalmente solo están indicados cuando una persona tiene una tiroides agrandada o síntomas que sugieren una disfunción tiroidea. La evaluación de rutina de la tiroides generalmente se realiza mediante pruebas tiroideas, como la TSH y la T4 libre.
Enlaces
Pruebas relacionadas:
T3 (total y libre)
Tiroxina libre (T4 libre)
Tirotropina (TSH)
Estados fisiológicos y enfermedades:
Cribados:
Cribado de adultos mayores de 50 años: Disfunción tiroidea
En otras webs:
Oficina para la Salud de la Mujer (OASH): Enfermedad de la tiroides
Medline: Enfermedad de Hashimoto (tiroiditis crónica)
MayoClinic: Enfermedad de Hashimoto
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIH): Enfermedad de Graves
Endocrine Society: Thyroid and Parathyroid Hormones
American Association of Clinical Endocrinologists (AACE): All about Thyroid
American Thyroid Association (ATA)
John Hopkins University: Hyperthyroidism
También conocido como: HSV-1, HSV-2, HHV1, HHV2, VHS, herpes oral, herpes labial, herpes genital
Nombre sistemático: virus del herpes simple tipo 1 y tipo 2
Aspectos generales
¿Por qué hacer el análisis?
Para hacer un cribado o un diagnóstico de la infección por el virus del herpes simple (VHS).