El lupus es un trastorno autoinmune inflamatorio crónico. El lupus aparece porque el sistema inmune, que normalmente protege al organismo frente a infecciones, produce una respuesta inmune inadecuada dirigida contra los propios tejidos del individuo. El lupus puede afectar a la piel, articulaciones, vasos sanguíneos y órganos internos, especialmente riñones, corazón, pulmones y cerebro. Existen varios tipos o formas de lupus, siendo el más frecuente el lupus eritematoso sistémico (LES) que afecta a múltiples sistemas del organismo.
El lupus puede afectar a todo el mundo y a cualquier edad, aunque es más frecuente en mujeres y personas de origen africano, asiático, hispánico y descendientes de americanos nativos. El lupus se observa preferentemente entre los 18 y 45 años si bien también puede afectar a niños y personas mayores.
No se acaba de conocer con profundidad la causa exacta de esta enfermedad. Se piensa que seguramente concurren factores hereditarios y factores desencadenantes como factores medioambientales, hormonales, fármacos y/o infecciones por virus. El lupus puede coexistir con otros trastornos autoinmunes como el síndrome de Sjögren, la anemia hemolítica, la tiroiditis y la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI).