Las enfermedades pulmonares son aquellas en las que parte de la función del pulmón está afectada. En algunos casos, el problema se localiza en el proceso de intercambio de gases a nivel de la membrana entre los alvéolos y la sangre -impidiendo una óptima captación de oxígeno y eliminación del dióxido de carbono. En otros casos, el problema es la incapacidad del sistema bronquial para distribuir el aire de manera efectiva a los alvéolos -posiblemente debido a una obstrucción de las ramificaciones de dicho sistema o a una disminución de la capacidad de los músculos del tórax para expandirse y contraerse suficientemente para movilizar el aire a través del sistema bronquial hasta los alvéolos. Otras veces, el problema es la incapacidad de los pulmones para eliminar o detoxificar sustancias extrañas -posiblemente a causa de otro problema subyacente o como consecuencia de la sobresaturación que estas sustancias provocan en el sistema de defensa pulmonar.
Enfermedades pulmonares más frecuentes:
El asma es una enfermedad pulmonar crónica que se caracteriza por la inflamación de los bronquios y bronquiolos, y por episodios (crisis) de obstrucción de las vías respiratorias. Las personas con asma son sensibles a diferentes sustancias que no causan la misma reacción en otras personas. Los factores desencadenantes más comunes de estos episodios son el humo del tabaco u otras partículas presentes en el aire, el polvo, moho, alergenos, ejercicio físico, y el aire frío. Sin embargo, estos factores varían de una persona a otra. Durante una crisis, las vías respiratorias se inflaman y los músculos que rodean los bronquios se contraen, provocando un estrechamiento de estas vías. Además, la secreción de moco puede inhibir el flujo del aire, dificultando la respiración y provocando que la persona afectada respire ruidosamente. La mayoría de crisis no causan daño pulmonar permanente pero con frecuencia requieren atención médica inmediata, puesto que la falta de oxígeno y la acumulación de dióxido de carbono pueden comprometer la vida de la persona afectada. Actualmente el asma es la enfermedad crónica más frecuente en niños.
El concepto de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se aplica tanto para el enfisema como para la bronquitis crónica. Actualmente es la cuarta causa de muerte en España. En la bronquitis crónica, los bronquios se inflaman y fibrosan (con aparición de cicatrices). En el enfisema, se produce una destrucción lenta de los alvéolos de los pulmones. En ambas enfermedades, los individuos experimentan una dificultad creciente para expulsar el aire y para obtener un adecuado aporte de oxígeno. El tabaco causa entre un 80 y 90% de las muertes asociadas a la EPOC. Entre otros factores de riesgo se incluye la exposición a la contaminación atmosférica.
La fibrosis pulmonar es una enfermedad pulmonar intersticial caracterizada por daño y cicatrización de los tejidos localizados entre los alvéolos, inflamación de los propios alvéolos, y rigidez de los pulmones. Entre algunas de las causas de la fibrosis pulmonar se incluye:
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Exposición profesional o ambiental a partículas pequeñas; incluye la exposición repetida a sustancias inorgánicas como el asbesto, el carbón, el berilio y el sílice
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Exposición repetida a sustancias orgánicas como heno mohoso, excrementos de animales o el polvo de los granos de cereales, que pueden causar neumonitis por hipersensibilidad y finalmente conducir a fibrosis pulmonar
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Productos químicos y fármacos tóxicos para los pulmones
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Tratamiento radiológico previo
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Sarcoidosis
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Esclerodermia y otros trastornos autoinmunes
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Causa desconocida (idiopáticas)
Las infeccciones pueden localizarse principalmente en los pulmones, afectar a todo el organismo, incluyendo los pulmones, o desarrollarse en las pleuras (membranas que recubren y rodean a los pulmones). Asimismo, pueden ser infecciones agudas o crónicas, y pueden estar causadas por bacterias, virus, y más raramente por hongos.
- La neumonía es una inflamación aguda del tejido pulmonar causada por una gran variedad de microorganismos
- La gripe es una enfermedad sistémica aguda causada por un virus, y que se acompaña de síntomas respiratorios
- Las infecciones causadas por micobacterias, tuberculosas y no tuberculosas, son de tipo crónico, y se producen mayoritariamente en individuos inmunodeprimidos (por ejemplo, infección por VIH/SIDA). Las infecciones causadas por micobacterias se desarrollan lentamente y pueden ser sistémicas o quedar restringidas a los pulmones
El cáncer pulmonar es el crecimiento descontrolado de células malignas, con origen en los pulmones. Principalmente existen dos tipos, el cáncer de células pequeñas y el de células no pequeñas. Aunque otros tipos de cáncer pueden alcanzar los pulmones se consideran metastáticos, puesto que el origen de las células cancerígenas no es el tejido pulmonar. Durante los últimos años, el número de muertes por cáncer de pulmón ha aumentado en las mujeres y disminuido en los hombres. Según el Centro Nacional de Epidemiología (Instituto de Salud Carlos III) el cáncer pulmonar representa la primera causa de mortalidad por cáncer en los varones en España. Algunos factores de riesgo del cáncer de pulmón son el tabaco y la exposición a radón.
La hipertensión pulmonar es una enfermedad pulmonar caracterizada por un estrechamiento de los vasos sanguíneos en los pulmones, aumentando la presión arterial y provocando que el corazón tenga que realizar una fuerza mayor para transportar la sangre hasta los pulmones. Esta enfermedad puede coexistir y empeorar otras enfermedades pulmonares y puede conducir a insuficiencia cardíaca.
El embolismo pulmonar implica la presencia de un coágulo sanguíneo, que normalmente se origina en las venas de las piernas o la pelvis, y que se traslada hasta los pulmones, donde bloquea un vaso sanguíneo, provocando dolor en el pecho, dificultad respiratoria aguda y tos. Esta situación puede comprometer la vida de la persona, por lo que requiere atención médica inmediata.
La displasia broncopulmonar (DBP) es una enfermedad pulmonar que se desarrolla básicamente en recién nacidos prematuros sometidos a una terapia con oxígeno prolongada y/o que han estado con ventilación mecánica durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, también se produce en individuos que han experimentado toxicidad por oxígeno o padecido neumonía. En esta enfermedad, las vías respiratorias están inflamadas, no se desarrollan con normalidad y pueden estar dañadas.
El síndrome del distrés respiratorio (SDR) del recién nacido es una alteración respiratoria que puede llegar a ser mortal y que se produce en niños nacidos antes de 6 semanas de la fecha prevista para el nacimiento. Los pulmones de estos niños prematuros no están lo suficientemente desarrollados para sintetizar la cantidad necesaria de un líquido protector conocido como surfactante pulmonar. Sin surfactante pulmonar, los pulmones no pueden expandirse adecuadamente y los recién nacidos presentan dificultad para inspirar una cantidad de oxígeno suficiente. Es una situación que puede producirse dentro de las primeras horas después de un parto y nacimiento prematuros.
El síndrome del distrés respiratorio agudo (SDRA) consiste en la aparición rápida de una dificultad respiratoria grave debida a una inflamación pulmonar extensa y al llenado de los pulmones con líquido. Se trata de una situación que en algunas ocasiones puede llegar a ser mortal y que puede estar provocada por muchos tipos de lesiones pulmonares, como infecciones víricas o bacterianas, sepsis, traumatismos, transfusiones múltiples, sobredosis de ffármacos, drogas o inhalación de sustancias como agua salada o humo.
La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad hereditaria que afecta a los pulmones, páncreas y otros órganos. Se caracteriza por un sudor salado, una producción de mucosidad espesa que puede dificultar la respiración, y una disminución de la capacidad de digerir las grasas y las proteínas -que conduce a malabsorción y malnutrición. Es más frecuente en caucásicos que en otros grupos étnicos y generalmente se diagnostica en la infancia.
El déficit de alfa-1 antitripsina consiste en un déficit hereditario de una proteína que proporciona protección a los pulmones. Sin esta protección, los pulmones se van dañando de manera progresiva y la persona afectada presenta un riesgo significativamente superior de desarrollar un enfisema de aparición temprana o una enfermedad hepática. Se estima que en España afecta a una de cada 250.000 personas.
Existen otras alteraciones que no afectan a los pulmones directamente, pero que alteran la correcta capacidad respiratoria de la persona. Estos trastornos extrínsecos pueden afectar a la cavidad torácica, músculos, nervios y corazón. Incluyen una gran variedad de situaciones como enfermedades neuromusculares del tipo de la distrofia muscular, la poliomelitis, la miastenia gravis, el Síndrome de Guillain-Barré y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y alteraciones que conducen a una malformación de la columna vertebral o a movimientos anómalos de la caja torácica, pudiendo restringir la capacidad de expansión pulmonar. [En este capítulo no se detallan las pruebas específicas de detección y tratamiento de estas enfermedades.]