El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una alteración de las hormonas que afecta a las niñas adolescentes y a las mujeres, siendo una de las alteraciones endocrinas más frecuentes en el sexo femenino.
La palabra poliquístico significa “muchos quistes”. Una característica del SOP es que los óvulos no se liberan desde el ovario. En vez de esto, lo que sucede es que se produce líquido alrededor de los óvulos formando bolsas (quistes). Esta característica es lo que le proporciona el nombre a la enfermedad, pero no implica que todas las mujeres diagnosticadas de SOP tengan los ovarios poliquísticos.
Aunque la causa del SOP no está clara, algunas teorías consideran que el desequilibrio de las hormonas sexuales y de la insulina (resistencia insulínica) pueden ser los principales problemas. Estas alteraciones producen un grupo definido de signos, síntomas y complicaciones, como el exceso de vello facial y corporal, el aumento de peso, los ciclos menstruales irregulares, la infertilidad y el aumento del riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular.
- Entre 5 y 6 millones de mujeres americanas tienen SOP, pero lo desconocen.
- Es la causa más frecuente de infertilidad en EE.UU. y afecta a un 10% de las mujeres en edad fértil.
- La enfermedad se desarrolla a cualquier edad después de la pubertad.
- Aunque no se conoce la causa exacta de la enfermedad, existe un componente genético; aquellas mujeres que tienen madres o hermanas con SOP tienen el doble de probabilidad de padecerla.
- Según la Guía de Asistencia Práctica de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), se calcula una incidencia del 6 al 21% en población no seleccionada, siendo la forma más común de anovulación crónica.
El SOP puede ser difícil de reconocer y diagnosticar. Algunas niñas y mujeres pueden manifestar solo unas pocas características que cambian con el tiempo, e incluso varía la gravedad de los síntomas. Algunos signos o síntomas, como el aumento de peso y el exceso de vello facial y corporal, también pueden variar según la etnia.
El médico podrá diagnosticar de modo típico a aquella mujer (adulta) que tenga un SOP cuando encuentre, al menos, dos de las siguientes características:
- Exceso de hormonas masculinas (andrógenos): la evidencia será encontrar unos valores elevados de testosterona en sangre, por ejemplo, o síntomas como la presencia de acné (a veces grave) y un exceso de crecimiento del vello, que puede aparecer en la cara, estómago y/o espalda.
- Problemas de ovulación: esto incluye no tener el periodo menstrual, tener ciclos irregulares, o bien infertilidad.
- Ecografía: se pueden encontrar unos ovarios grandes con muchos folículos pequeños que parecen quistes (no se precisará la ecografía si la mujer presenta las dos características anteriores).
Sin embargo, en las niñas adolescentes no se utilizan estos criterios para poder realizar el diagnóstico, porque habitualmente tienen períodos menstruales irregulares o no los tienen (amenorrea) durante los dos primeros años del inicio de la menstruación. Por otra parte, la ecografía puede ser poco útil para detectar los quistes en los ovarios. El médico en estos casos utilizará, preferentemente, las pruebas analíticas hormonales en sangre, así como también buscará aquellos signos y síntomas que indican un exceso de las hormonas masculinas.
Alteraciones hormonales en el SOP
Aunque se llaman “hormonas masculinas”, los andrógenos en las mujeres se producen normalmente en los ovarios y en la glándula adrenal, aunque en pequeñas cantidades. Sin embargo, cuando hay un exceso de hormonas masculinas, como la testosterona, pueden aparecer signos y síntomas como un exceso de vello facial y corporal (hirsutismo) y acné.
Estas alteraciones hormonales también pueden alterar el ciclo menstrual mensual, haciendo que los períodos menstruales sean irregulares o bien que se presenten con mayor o menor frecuencia de un mes. Esto puede impedir la liberación del óvulo (ovulación) y causar infertilidad.
Si no tienes menstruación o no ovulas no se producirá suficiente progesterona. Esta alteración hormonal provocará un crecimiento de la mucosa del útero (hiperplasia endometrial), lo que aumenta la probabilidad de desarrollar un cáncer de endometrio. Si ovulas y se produce un embarazo, pueden aumentar las complicaciones, por ejemplo, la posibilidad de tener un aborto.
En el SOP, los óvulos que no maduran totalmente no se liberan durante la ovulación, de modo que los óvulos inmaduros permanecen en el ovario como unas bolsas llenas de líquido, del tamaño de una perla. Con el tiempo, muchos de los quistes pueden transformarse en lo que la ecografía detecta como un “collar de perlas”. En un 90% de las mujeres adultas con dicha enfermedad, pero no en las adolescentes, la ecografía ovárica detectará la presencia de quistes. Ambos ovarios tienden a ser grandes, como unas tres veces su tamaño normal.
Resistencia insulínica en el SOP
Se cree que la resistencia a la insulina puede ser un factor clave en el SOP. La resistencia insulínica es una disminución de la capacidad del organismo de responder a la insulina, que es la hormona que ayuda a transportar la glucosa a nivel celular, donde es necesaria para la producción de energía. Cuando existe una resistencia a la insulina, el organismo intenta compensarlo aumentando su síntesis y la liberación a la sangre (hiperinsulinemia). Se considera que esta hiperinsulinemia podría ser una de las causas del aumento de la producción de andrógenos por los ovarios, que produciría los síntomas del SOP.
La mayoría de las mujeres con SOP presentan algún grado de resistencia a la insulina, aumento de peso, y alteraciones del perfil lipídico en sangre. Sin embargo, la resistencia a la insulina tiende a ser más pronunciada en las mujeres obesas y con ausencia de ovulación. Todo ello hace que las mujeres con el SOP tengan mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, aumento de la presión arterial (hipertensión), enfermedad cardiovascular y síndrome metabólico (enfermedad que puede causar diabetes y enfermedad cardiaca).